Un hechizo diferente (PAUSADO)

Capítulo 2

Idea de: Sabela-Mugiwara

Escrito por: neereab

¡Esperamos que os guste!

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Emma respondió: Claro, allí nos vemos.

Seguidamente lanza el móvil sobre el asiento del copiloto y conduce hasta la comisaria. Una vez allí se prepara el café y recuerda el "incidente" de esa misma mañana. Hundida en sus pensamientos ni se da cuenta de que David, el sheriff, entra en comisaria. En cuanto la ve, va hacia ella y pone sus manos sobre los hombros de ella. Nada más notar sus manos se asusta cayendo la taza de café al suelo.

-¡¿Pero qué haces?! Que susto –recoge los trozos de la taza rotos-

-Perdona eh, pensaba que me habías oído. –la ayuda a recoger- ¿Estáis en el caso del accidente, no?

-Así es. Estoy esperando respuesta del personal que está inspeccionando el coche y Graham está con la víctima.

Mientras Emma le explica los detalles del accidente, él coge dos tazas y las sirve con café, dándole una a Emma y sentándose en una de las mesas.

-Buen trabajo. –sonríe- te quería comentar algo...

-¿Qué pasa? ¿He hecho mal mi trabajo? –le mira nerviosa-

-No, lo haces muy bien... es sobre Graham.

-¿Qué pasa con él?

-Me gustaría saber si tenéis algo, os cambiaré los turnos, vuestra relación puede influir en vuestro trabajo.

-Espera... ¿Qué? ¡No! No tenemos nada.

-Vale. –ríe-

-La verdad... es que tal vez haya un chico. –se ruboriza-

-Tendré que hablar con él. –se cruza de brazos-

-¿Acaso vas a hacer de padre? –ríe-

-Más o menos. –sonríe-

-No es nadie, bueno, solo se su nombre... espera, ¿porque estoy hablando de esto contigo?

-Porque debes hablarlo conmigo.

-No, qué va. –ríe y se sienta en su escritorio- Voy a trabajar.

Después de eso no vuelven a entablar conversación, el día pasa rápido y cuando anochece aparece Graham en comisaria.

-Hola, nuestra víctima está en coma, no nos puede decir nada. –se deja caer sobre su silla, parece agotado-

-Tranquilo, mañana será un buen día. –sonríe- ahora tengo que irme, nos vemos mañana.

Emma sale de la comisaria dirigiéndose a la abuelita, está yendo por el puerto cuando ve a Killian, el chico de esta mañana. Realmente le gustaría acercarse pero sigue andando. Killian está poniendo todo el pescado en un congelador cerca cuando la ve y él, si decide acercarse.

-Hola. –sonríe-

-Hey. –sonríe también-

-¿Tienes apetito?

-¿Eso es una invitación? –ríe ella-

-No, solo que... -nervioso se rasca detrás de la oreja-

-Claro que sí, vamos a la abuelita. –le sonríe-

Él no puede evitar mirarla de nuevo a los ojos, es preciosa, y al ver que acepta, se le iluminan los ojos. Él le ofrece el brazo y ella lo acepta con gusto. Andan hacia la abuelita en silencio, sonriendo. Ninguno se atreve a empezar una conversación. Cuando llegan a la abuelita, Killian le separa el asiento y ella se sienta, a los segundos él ya está en frente de ella sonriéndole. Piden dos hamburguesas y dos refrescos. Hablan de la razón que los ha llevado a ese pueblo y parece ser que Killian no lo recuerda. Acaban de cenar y se levantan para despedirse. Ella le explica que vive en una de las habitaciones de la parte de atrás y él como buen caballero decide acompañarla.

-Aquí es. –dice delante de la puerta de su dormitorio- Ha sido un placer.

-Lo mismo digo Emma. –sonríe- Bueno, ahora si me voy. Que pases una buena noche.

-Igualmente.

Se quedan los dos en silencio mirándose a los ojos. De un momento a otro Killian se acerca a ella, la coge de la cintura y la besa de una forma muy tierna. Ella no sabe cómo reaccionar pero acaba correspondiendo ese beso acompañado de una caricia en su mejilla. Cuando se separan, vuelven a mirarse a los ojos.

-Buenas noches Emma.

-Buenas noches Killian.

Los dos sonríen y cada uno toma su rumbo. Killian vuelve a su casa y Emma entra en su habitación.

El siguiente día pasa más rápido de lo habitual y Emma se da cuenta en el momento que llega al castillo de Henry y lo ve allí sentado.

-¿Que pasa chico? –se sienta a su lado sonriendo-

-¿Qué ha pasado que estás tan contenta?-mira a su madre-

-¿No puedo estar contenta de ver a mi hijo? –le despeina y Henry se encoge de hombros- Bueno, rápido y nos vamos a la abuelita a comer una pizza.

-¡He averiguado quienes son tus padres!

-Henry...

-Vamos mamá, ¿no tienes curiosidad?

-Está bien, dime.

-Cómo te dije, eres la salvadora, hija del príncipe Azul y Blancanieves. –ella asiente- Pues en este pueblo son David Nolan y Mary Margaret Blanchard.

-Según ese libro, ¿mi padre es mi jefe y mi madre tu profesora?

-Ajá.

-Henry esto es una barbaridad, no existe todo esto, no existe la magia.

-¡Mamá! ¡Es verdad! Tienes que creerme. Te traje aquí para que encontraras a tu familia. Por favor, créeme. Tienes que romper el hechizo.

Emma le mira, según su superpoder está diciendo la verdad. Tal vez su superpoder falle. No sabe qué pasa con este pueblo, pero necesita saber la verdad.

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