HASTA MORIR

Capítulo II

Otro día normal, la misma rutina de siempre llego unos segundos tarde y la maestra Carmela me cierra la puerta en la cara:

-No señor, no puede ingresar, ya está atrasado.

-Pero Prof...

-Que no señor, por favor acérquese al rectorado.

Entrando al rectorado; un salón obscuro, frio, observo los trofeos deportivos en la vitrina. Llega la Sra. Rectora, ni bien entra sentí su furia que emanaba, su frente fruncida mientras ella me regaña por mi cabello extravagante, pantalón entubado y camiseta sin el sello del colegio. Me amenaza que si sigo así ella va a hacer todo lo posible para que no me pueda graduar.

Después de pasar una hora en la biblioteca ayudando a la Sra. Martita a ordenar en orden alfabético las monografías del colegio desde el origen de los tiempos hasta la actualidad. Al fin suena el timbre para entrar a la segunda hora.

Entro en el aula y me encuentro al maestro viendo videos graciosos de internet, chicos jugando naipes, otros escuchando música, otros conversando, y Michelle jugando en su celular.

Así que decidí armarme de valor y acercarme:

-Hola Michelle ¿cómo estás?

-Bien gracias ¿y tú? ....

La típica conversación aburrida de dos personas que no saben de qué hablar, yo le contestaba cosas que no tenían sentido porque estaba muy nervioso por estar con ella. El tiempo pasa volado y una vez más se acaba la hora y sale a encontrarse con Maquiavelo. Al salir, Paola me invitó a su fiesta de cumpleaños, lo único que yo esperaba era que Michelle vaya.