Capítulo III

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Llegó el día de la fiesta, Michelle estaba lista para ir, pero a Maquiavelo no le interesaba, se iba a quedar en casa estudiando como siempre, a él no le gustan las fiestas, sin embargo para Michelle es su diversión. Es una increíble bailarina y muy alegre.

Esa noche en la fiesta cuando la vi, me quedé sin aliento, estaba en un estado de trance tan poderoso como cuando alguien se sumerge en fuertes sustancias estupefacientes.

Más tarde en la fiesta, después de verla intensamente como bailaba, me armé de valor y me acerqué. Bailamos casi toda la noche juntos, hablamos, nos reímos, nunca antes habíamos estado tanto tiempo juntos, posiblemente fue una de las mejores noches de mi vida.
Llegué a mi casa tarde con una sonrisa que no se me quitaba de la cara; todo el resto del fin de semana solo pude pensar en sus ojos.

Llegó el lunes, nuevamente la misma historia, el malo se queda con la chica. Entendí que nunca voy a poder tenerla ¿cómo una chica como ella se va a estar fijando en un tipo como yo?, además que ella tiene "novio" y somos tan diferentes; que entendí que ya no debo luchar por un amor imposible, y me di por vencido.

HASTA MORIRDonde viven las historias. Descúbrelo ahora