Capítulo 9

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Desperté con la alarma que había puesto antes de irme a dormir.

Luego de revisarme, concluí que, efectivamente, no tenía efectos secundarios ni recordaba lo que Abby Soñó.

Esta sensación es hermosa y relajante, quisiera tenerla todos los días.

Y... Puedo tenerla todos los días.

Mi plan está yendo a la perfección.

Faltaba una hora para que el colegio abra las puertas. En esa hora me puse a imaginar que le diría a mi mamá cuando me quiera dar nuevamente las pastillas para no dormir, y extrañamente el tiempo se pasó rapidísimo.

Ella no había llegado aún, y yo ya estoy saliendo de mi casa para ir a la escuela.

Le hice una nota despidiéndome antes de irme.

En el camino no me cruce con Kevin, eso me resultó muy raro.

Al entrar al aula, el aún no había llegado, pero Abby si.

- Hola... -Le dije a la castaña, sentándome en mi lugar-

- ¡Hola! -Me respondió con simpatía-

- Yo... Eh...

- ¿Si?

- Perdón por la situación que te hice pasar ayer... -Dije avergonzado-

-No importa... -Suspiró.- Tienes unos bonitos ojos ¿Te lo han dicho?

-N-no... -Dije nervioso, parecía que mientras hablaba alguien me estaba ahorcando.- Gracias.

- Es la verdad -Me sonrió-

- Oye... -Miré al suelo-

-¿Que ocurre?

- Me preguntaba si... -Hice una pausa- Me pasarías tu número de teléfono

- ¡Claro! -Me respondió y, acto seguido, me lo pasó-

-Gra... Gracias

-No es nada

En ese momento entró Kevin al aula, casi corriendo

- ¡Siento llegar tarde! -Exclamó mientras se sentaba en su pupitre.-

Nos saludamos los tres pero, sin embargo, no hablamos nada en las primeras dos horas antes del recreo.

Tocó el timbre y fuimos al patio de abajo, Abby se junto con sus amigas, y yo como siempre con mi único amigo.

-Oye -Dijo Kevin- ¿Crees que me pusieron la falta igual aunque haya llegado tarde?

- No lo sé -Dije mirando a Abby y sin prestarle atención a la pregunta-

- ¿Qué estás mirando?

- Nada...

- ¿Estás mirando a Abby? ¿Te gusta Abby? -Preguntó sorprendido-

- ¡Claro que no! -Dije con un tono que parecía de enfado-

- Oye, está bien si gustas de alguien, es algo completamente normal

- Pero no me gusta

-Está bien, como digas -Puso los ojos en blanco.- entonces deja de mirarla

- ¿Tienes algún problema con que la mire? -Pregunté con un tono desafiante-

Miró al suelo

-No... Creo que no... -Me respondió-

Antes de que yo dijera algo, sonó el timbre.

- ¿Ibas a decir algo? -Me preguntó-

- No, nada, olvidalo.

En el aula, me era imposible dejar de mirar a Abby, su mirada me daba paz y tranquilidad.

No, esto no es enamoramiento, no lo es.

Esto es algo inevitable.

No puedo evitar mirarla, literalmente, no puedo aunque quiera.

Es superior a mis fuerzas.

Creo que ella no se da cuenta cuándo la miro.

Ya, enserio, estas muy raro últimamente -Me dijo Kevin al ver que no paraba de ver a Abby.-

- Dejame en paz, estoy bien.

- Suspiró.-

- ¡Señorita Abby! -La llamó él profesor de biología.- ¿Podría quedarse hoy unas horas más en él colegio? Es para ayudar en un nuevo proyecto escolar

- Claro -Respondió con una sonrisa.-

Mis ojos se abrieron como platos. Tenía que pensar en algo para que ella sea la última persona que vea en él día.

- Parece que hoy nos vamos solo tu y yo -Me susurró Kevin.- A lo mejor podremos hablar bien de una buena vez.

Lo ignoré.

Pasaron las horas y, a la salida del colegio, Kevin no paraba de penetrarme con la mirada.

Me harté.

- ¿Se puede saber que coño quieres? ¿Que buscas de mí? -Pregunté con un tono de enfado.-

- ¡Quiero que demuestres tus sentimientos! -Respondió.- A ver, si no te gusta Abby, ¿Por qué eres así con ella?

- ¿Así como? -Pregunté.-

- ¡Así! No paras de mirarla, se nota que quieres hablarle todo él tiempo y le haces chistes, tu no eres así, solo con ella eres así. Y si no te gusta dime él porque la tratas de esta manera.

- Lo dices como si fuera algo malo

- No es malo, es extraño de tu parte, solo eso

- La trato así porque la considero una amiga.

- ¿Tu? ¿Considerando amigos a los demás? Félix, eres la persona más solitaria que conozco

- Sólo es eso ¡Ya dejame en paz! -Le grité.-

- Está bien, como quieras, descubriré lo que tramas -Gritó.- no confíes en tu único amigo, así te quedarás solo.

Y tenía razón.

Ese era mi destino.

Quedarme solo.

Insomnio.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora