Sherlock Turner

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Una habitación con libros por todas partes, ropa por todos lados y en la cama un joven con sus cabellos rizados todos revueltos, su piel pálida que parecía nunca tocar el sol, dormía plácidamente después de haber estudiado toda la noche había caído a los brazos de Morfeo, estaba cansado ponía demasiado empeño en su carrera de Criminología la cual comenzaba a sentir que la Universidad no le aportaba mucho y que el había hecho mas descubrimientos por su cuenta, que por lo que los maestros le "enseñaban".

El chico abre sus ojos encontrándose con la cegadora luz del sol, alguien había abierto la ventana, rodó los ojos molesto. Se levanto con flojera cubierto solo por una sabana y cerro la ventana con un movimiento brusco y se tiro de nuevo a su cama dispuesto a dormir mas tiempo.

-Sherlock- alguien entraba a la recamara- despierta he hecho el desayuno- al escucharla, el joven se cubre la cabeza con una cobija-¡Vamos Turner!- la mujer la cual notablemente era su Madre ya que eran idénticos, se acerca y le quita la cobija de encima dejándolo solo con la sabana.

-Es domingo- Sherlock comento en un tono adormilado sin abrir los ojos.

La Madre del joven niega con la cabeza. Mira unos segundos a su único hijo, aquel que le puso el nombre de un personaje de libro y sonríe para si misma recordando aquella historia. Se da la vuelta y camina con cuidado de no pisar algún libro que esta por el suelo y sale cerrando la puerta al irse.

Sherlock sonríe el siempre salía triunfante ser hijo único tenia sus ventajas. Su Madre siempre se comportaba dulce y amable con el, por que era el único y después de el ya no pudo tener mas hijos y los Doctores decían que era extraño el nacimiento de ese niño por que la pobre mujer no podía tener bebes "su pequeña bendición" eso era Sherlock para su Madre, lo protegía fervientemente y le entregaba toda su amor.

El joven se levanto y se puso lo primero que encontró para ir al comedor. Su Padre se había quejado con anterioridad sobre su desnudez y Turner se quería evitar los problemas.

-Ya llegue- anuncio al llegar al comedor y haberse dejado caer en una silla mientras su Madre le servia algo en la mesa-gracias-dijo Sherlock con una sonrisa y su Madre le respondió igual.

La Mañana fue aburrida Sherlock estaba tirado en el suelo de su cuarto no quería ver mas los libros de la Escuela juraba que si seguía tendría pesadillas con libros asesinos, pero a la vez quería, tenia que hacer algo. Miraba el techo fijamente y los dedos golpeteaba el piso no sabia que hacer y aquello lo comenzaba a desesperar. Su Madre paso y al verlo en suelo y sabiendo como se ponía cuando estaba aburrido le invito a que recogiera su cuarto ya que estaba patas arriba y al no encontrar que mas hacer el joven comenzó la labor de poner las cosas en su lugar

Al terminar asomo su cabeza por la puerta solo para decir "aburrido" su Madre al escucharlo le lanzo un libro y con gran agilidad Sherlock lo tomo. No estaba seguro si aquello había sido para callarlo o invitarlo a leerlo. Miro a su Madre unos momentos llegando a la conclusión que era un poco de los dos

<El juego de Ender>

-¿Donde conseguiste este libro?-pregunto mientras salía de la recamara para acercarse a su Madre-no lo había visto en la casa-ella sonrió.

-Pues estaba abandonado en una caja que busque como loca y acabo de encontrar...léelo pudiste haberte llamado Ender- sonrió de lado y Sherlock sabia lo que eso significaba, sus Padres eran unos grandes lectores y fans de tantas cosas que llamaron a su hijo con el nombre del libro que los hizo conocerse, y el hecho de que su Madre hubiera dado aquella insinuación de que pudo llamarse "Ender" era que aquel libro era muy especial para sus Padres -toma- su Madre saco otros dos libros y los puso en sus manos- es toda una saga- Sherlock adoraba leer y el hecho de tener una nueva lectura que no tenia que ver con la Escuela era agradable.

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