Fuera de Casa.

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Ahí estaba yo. - Enfrente de un ser totalmente irreconocible, tambaleante, mal oliente, aparte emergía una clase de crujidos extraños provenientes de su cuerpo, como si algo se estuviera desprendiendo. 

- Era raro y al mismo tiempo asqueroso.

- Tenia una idea de lo que se trataba, pero no estaba segura y no iba a actuar sin precauciones, mi prioridad era encontrar a Nathan, tenia que hacerlo.

- "¿Se habrá marchado sin mi?"- Me preguntaba a mi misma con un tono decepcionado.

 - No tiene por que hacerme esto, ayer le salve el culo. - Respondí. 

No conocía la casa, era muy grande, me encontraba en el segundo piso; y por razones obvias tenia que subir al tercero, no sabia que encontraría, pero tenia que sacarme de esta situación.

Sigilosamente subí las infinitas escaleras, no quería hacer ruido, las cosas putrefactas de afuera tienen un oído sorprendente. 

Finalmente llegue a el primer cuarto, hacia frío, mucho frío, y me percate que la causa era la ventana del fondo que estaba totalmente abierta, fui a cerrarla con tranquilidad, mientras observaba la ciudad totalmente desolada y el clima nublado que decoraba la parte de arriba con nubes enormes y el su toque característico gris. - Parecía un pintura.

Cuando la cerré, emergí un gran suspiro, estaba asustada y no sabia que seria de mi en un futuro, pero el pensamiento de la debilidad no era valido en un mundo como este. 

- Necesito lavarme la cara con agua fría. - Dije para aislar los pensamientos, y despertarme totalmente. 

Enfrente de mi se encontraba un baño, así que no dude en ir. - Que bien se siente. - Dije con una característica sonrisa, mientras me humedecía la cara con el agua fría. 

Pero que mi felicidad se acabo cuando gire mi cabeza para tomar un pedazo de papel y posteriormente secarme. Descubrí el cuerpo de una niña destrozado en un alto estado de descomposición dentro de la bañera. - Que mierda. - Dije en un tono desconcertado, por que no olía mal, era muy extraño. Salí del baño confundida y preferí cerrar la puerta con seguro.

- ¿quien sera esta niña? - ¿Hermana de Nathan?, no lo se, pero en verdad necesito encontrarlo. 

Comencé a buscar en los siguientes cuartos, hasta que llegue al ultimo, era bastante grande y elegante, lo que mas llamaba la atención era el enorme ropero; no dude en ir a apreciarlo. Me acerque. Pude ver que la madera era muy fina y estaba totalmente barnizada.

 - "Kayle, tenemos que irnos". Abrí los ojos de lo sorprendida que estaba. - Esa voz...¡Nathan! - Grite emocionada. Pero rápidamente alguien me tapo la boca y me susurro: - Eres una idiota, ¿acaso no te acuerdas de lo que esta en la sala?.- Dijo con un tono frío y preventivo.

- Mierda, perdón. Conteste apenada. - Agarra todo lo que necesites, nos tenemos que ir de aquí, estamos bajo un gran riesgo.- Dijo el. 

- Lo se.- Respondí. 

Cuando finalmente terminamos de agarrar lo necesario, descendimos a la planta de abajo; y si, el ser todavía se encontraba ahí, dando vueltas sin sentido alguno. 

Nathan suspiro. - Tenemos que esquivarlo, no se si podremos con el.-  Dijo mientras arqueaba una ceja y me miraba fijamente. - Tenemos que ir a ver como se encuentra, hace unas horas pude escuchar como algo se desprendía de su cuerpo.- Respondí. 

- Nathan abrió los ojos, y sin pensarlo se fue a asomar. 

- Es ella.- Dijo mientras se agarraba los costados de la cabeza fuertemente. 

- ¿Qué? - Dije confundida. 

- Es mi madre, y lo que se desprende de ella es el cuerpo de mi hermano de 6 meses. 

- Dios mio.- Respondí mientras me tapaba la boca. Mientras sentía un suspiro caluroso proveniente de él en mi cara. 

- No importa, esta bien. - Me contesto con una sonrisa en su rostro; lo abracé y el me abrazo aun mas fuerte. Entonces tomo mi mano y me llevo consigo hacia el tercer piso mientras me decía: - Por abajo no es la solución para salir, tendremos que hacernos amigos del techo. - Soltó una carcajada.        

- Patético.- Conteste.

 - Vamos no te vuelvas amargada. - Agregó el. 

- Tienes razón. - Respondí con una tono sarcástico.  

Cuando llegamos, el abrió la ventana y salto encima de una casa un poco mas baja, lo seguí.

En el camino logramos ver la cantidad de esas cosas  putrefactas que rondaban por las calles, como tiendas eran asaltadas, personas morían, por que solo se quedaban a gritar de la angustia; era una forma estúpida de entregar tu vida, personas como nosotros se trasladaban por los techos, incendios, gritos, ambulancias, policías. 

Anduvimos con la misma rutina, hasta el cansancio. Decidimos parar.

Nos detuvimos a tomar agua, y a charlar un rato. - Escuchemos el radio.- Dijo.

 - Acepte.

Se escuchaba un reportero, hablando con un tono tranquilo y una voz ronca:

- La policía comienza a perder miembros de una forma rápida e inconsiderable, el jefe de departamento comunica que no quiere poner en riesgo la vida de los trabajadores que quedan.

Por otro lado, los hospitales se quedan sin doctores ni enfermeros, tampoco hay cuartos para atender ni ambulancias para transportar, según informan los medios, se han quedado estrelladas debido a personas que se atraviesan en la carretera sin sentido de ubicación, estas personas son agresivas y segregan baba negra y espuma por la boca, son las mas vistas en los hospitales tanto como en la sala de emergencia. ¿Sera esto una epidemia? 

El gobierno dice poder controlar la situación, pero por el momento le pide a todos los ciudadanos concentrarse en un albergue municipal, aseguran que hay lugar para todos. 

Fuerzas especiales irán a exterminar a las personas  infectadas. 

El centro de salud recomienda no acercarse a personas que padezcan esto, debido a que es muy contagioso. 

Sin nada mas que decir, esto fue todo por mi parte, les habla Raúl Castillo, sigan  sintonizando para nuevas noticias. 


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⏰ Última actualización: Jul 05, 2016 ⏰

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