Un giro hacia un nuevo amigo.

61 0 0
                                    

" Es inmaduro ver como las personas pueden llegar a ser tan ingenuas y es aun mas frustante que no se den cuenta. Esas personas no sobreviven en una sociedad, o al menos lo que era ".

*****************************************

Al darme cuenta de tener esa inseguridad en mi, me puse aun mas alerta, estaba colapsando, los nervios me estaban consumiendo, no tenia experiencia, es mas ¿Quien la tendría?

Comencé a registrar cada parte del lugar con mucho sigilo, ya que el ruido los atrae, o al menos eso pensaba.

La alacena estaba entre abierta y casi vacía . Tal vez alguien ya tomo todas las cosas. -Pensé, pero quería comprobarlo por mi misma, mi saciedad todavía quedaba inquieta.

Subí a un balcón; este tenia salpicada sangre, me alerte aun mas cuando me di cuenta que estaba fresca.

Retrocedí pocos pasos, hasta chocar con una puerta de madera. Mis intentos al abrirla fueron inútiles, si, estaba cerrada. Era mas que obvio, genio - Me dije a mi misma.

Camine hacia adelante, por un pasillo estremecedor y obscuro, esos escalofrios me hacían saltar de vez en cuando, en el lapso que camine hasta llegar a un baño.

Entre a este y abrí un pequeño cajón que estaba abajo del espejo principal, por suerte tenia pastillas y antibióticos , ¿a que clase de tonto no se le ocurre llevar medicinas? - Comente, pero inmediatamente hice una mueca de seriedad y enojo cuando me di cuenta que habían expirado.

Solo esto te pasa a ti -Me lo dije a mi misma con un tono sarcástico.

Me levante enojada y bruscamente por que estaba perdiendo mi tiempo estúpidamente.

Me estaba dando cuenta que no tenia buenos instintos, me preocupé solo por un momento; pero recordé que había matado a una de esas cosas y me volvió a subir un poco mi autoestima.

- Que egocéntrica - Agregué a este pensamiento, por que tal vez era cierto.

Salí de la habitación para volverme a encontrar con ese pasillo obscuro, si, salí corriendo pero tropecé con algo e hizo azotarme contra el piso.

- Oh mierda - Dije entre quejidos.

Pero mientras mi vista volvía a ponerse nítida logre distinguir una figura masculina parada enfrente mio apuntándome con un revólver.

Abrí mis ojos y volví a la normalidad, comenzé a observar a este chico, parecía de mi edad mientras este me decía que me quedara quieta y no intentara nada estúpido o iba a disparar.

-Tranquilo - Dije.

- ¿Quien eres, como llegaste aquí? - Contesto.

- De la misma forma que tu, escapando. - Agregue sarcásticamente .

- Esta es mi casa. - Contesto con indiferencia.

- Bien por ti, ahora déjame ir. - Agregue amenazante, mientras intentaba levantarme.

- ¡Quieta! - Contesto inmediatamente al recibir mi respuesta.

- !¿Que carajos quieres que haga?! - Me quede con las rodillas ligeramente inclinadas.

El chico retiro el arma al ver mi cara de frustración, yo levante mis manos con los dedos extendidos.

Me llamo Nathan. Me dijo extendiéndome la mano.

Kayle - Respondí un poco insegura mientras encajaba mi mano con la suya.

Hubo un silencio incómodo, pero Nathan lo corto preguntándome hacia donde iba, cual era mi objetivo.

No se donde están mis padres, mi familia no se nada sobre ellos, entre a tu casa para resguardarme y buscar cosas útiles, te debo una disculpa; ¿y tu a donde piensas ir? - Respondí.

Mis padres están de viaje, pero con todo esto, dudo poder verlos de nuevo. - Agrego.

Lo siento. - Dije.

Tranquila chica. - Sonrío encantadoramente.

Odiaba cuando alguien me decía o actuaba de esa manera, me ponía roja, me sonrojaba, si, es patético.

Puedo notar que te pones colorada Kayle. - Soltó una pequeña carcajada.

Jaja no te sientas importante. - Agregue sarcástica.

Ya tranquila. - Contesto. Tengo provisiones que darte acompáñame.

No tienes por que molestarte, son tuyas, pero antes, ¿de quien es la sangre del balcón? - Respondí confundida.

Nathan inmediatamente se puso nervioso.

 -¿Sangre? ¿¡En mi casa?!, me ofendes, chica. - Dijo con una voz demasiado burlona.

- No era idiota, sabia que una respuesta así, se responde con seriedad, pero en cambio el no, se comporto con indiferencia; como si estuviera ocultando algo.

- Me abrume, y decidí cambiarle el tema.

- ¿Y tus padres?- Respondí mientras emergía una gran suspiro 

- Están de viaje, dudo que regresen. -Agrego mientras tomaba mi mano y nos dirigíamos a la cocina.

- Vaya, que esperanza de vida te cargas. 

- El comenzó a reírse. ¿Usualmente así de sarcástica eres?

- Tengo razones para serlo contigo. 

- ¿Sabes? A pesar de que todavía eres una extraña para mi comienzas a caerme bien.

Me alegro. - Respondí mientras le regresaba la risa.





*(Sonido de vidrio roto)*...


Believe in the DeadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora