Lo Llaman Vida

VII

Salgo del diminuto probador intentando no llamar mucho la atención. Miro hacia los lados, su puerta se está abriendo.
-¡DIOS LEA ESTÁS GUAPÍSIMA!- grita Charlie.
Todos nos miran, esto sí que es discreción.
-Tu también- susurro.
Está genial, le queda aún mejor que a mi. Está hecho completamente para ella.
-¿Te gusta de verdad?- se da la vuelta lentamente dejándome ver el resto, y como una tonta, mueve la cola.
-Jajajaja- me río mientras muevo la mía también.
-¿Le gustará a Peter? ¿O es mucho? ¿O es poco?- pregunta preocupada. Tiene la mirada clavada en el espejo, revisando cada parte de su vestido.
Le agarro de los hombros antes de que empiece a hiperventilar y le miro a los ojos.
-Per-fec-ta- le sacudo y sonríe.
-¿Qué zapatos te vas a poner?- observa mis pies, cubiertos bajo las medias.
-Tacones negros.
-¿¡Tacones!?- abre mucho los ojos.
-Tacones.
-¿No te estás arriesgando un poco?- se ríe mucho.
-Me gusta correr riesgos- me rio con ella.
-Pues a comprar tacones- levanta la pierna de repente.
-Tacones negros y altos.
-Muy altos.
-Y muy finos.
-Muuuuy finos.
Nos partimos de la risa durante unos segundos.

Cada una entra entra en su pequeña caja llamada por los que diseñaron la tienda "probador" y nos volvemos a vestir decentemente.
Después de 10 malditos minutos quitandome el disfraz salgo de esa caja tamaño elfo y espero a Charlie en la puerta.
Ya no hay tanta gente como antes y me acerco al mostrador para pagar. Me coloco en la cola detrás de dos chicos agarrándose la mano.

¡Qué bonita pareja! Odio la gente que critica a los gays o lesbianas, creo que no les llega suficiente sangre al cedebro.
El de la derecha es alto y rubio, con el pelo rizado y espalda ancha. El de la izquierda es más bajito y algo más rellenito, con el pelo castaño y largo.

Como Charlie tarda mucho decido sacar el móvil, esperando que no hayan más mensajes como aquellos.

2 mensajes de Mamá.
Ya llegué.
Hay una sorpresa en casa esperándote😘
4 mensajes de Daniel Clovid.
Holaaa Lea😊
Qué tal?
Sigue en pie lo del jueves?
Esta tarde voy con Peter y Nick a comprar el disfraz. Socorro!!!!😨

¡¡¡¡¡Qué monooooooooooooooooo!!!!!
¿Qué querrá decir con una sorpresa?

Contesto a mi madre:
Okeeeeey.

Y a Daniel:
Holaa, todo bien. Yo ya casi me he comprado el disfraz.
Claro que sigue en pie🏆

-¿Hablando con tu novio Lea?- Charlie acaba de llegar con su disfraz en la mano y el pelo despeinado. Me sonríe.
-No es mi novio- sonrio también.
-Aun- me da un codazo mientras pagamos.
-Podría decir lo mismo de ti y de Peter- le devuelvo el codazo y salimos de la tienda.
-No me importaria- se sonroja y nos reímos.

Hoy es 31 de Octubre.
Halloween.
Han pasado 11 días desde que compré el disfraz con Charlie, disfraz que he tenido que modificar ligeramente. Me alegra saber que no he recibido ningun mensaje acosador más.
La sorpresa que decía mi madre era mi tío Sam, el hermano de mi padre. Otra sorpresa es que mi madre se tiene que ir a Londres 15 días al mes para trabajar; mi tío vivirá conmigo.
Es muy divertido, el típico tío soltero español superguay que convence a tu madre dejarte ir a cualquier sitio y con el que no te puedes aburrir.

Al final Peter decidió juntar la fiesta de Halloween de los institutos con su cumple.
Se le ocurrió la brillante idea de llevar en el disfraz de animales, algo de miedo, para mezclar bien las dos fiestas. Yo he obtado por unas lentillas blancas que dan mal rollo y maquillaje claro en la cara y oscuro en los ojos. Mi pelo ahora mismo está cardado y tiene laca como para parar un tren, un avión o un apocalipsis zombie. Llevo los tacones en la mano porque no debo tenar a la suerte tan rápido.
Pero como dice Charlie, seguimos siendo sexys.
Me echo un último vistazo en el espejo antes de salir y me pruebo los tacones. Son los más altos que he tenido nunca, negros y finos. Muy finos.
Las medias con agujeros gigantes le dan al disfraz un toque roquero junto con el pelo, a la vez que espeluznante y curioso. El tutú es bastante cómodo porque no es muy grande. Tengo la suerte de ser una deportista nata por lo que tengo el abdomen plano y me queda bien el top (aunque no puedo decir lo mismo de mis piernas o glúteos)
El collar aprieta mucho, con lo que me lo quitaré en un rato, y los guantes dan algo de calor. Mi cara está completamente blanca gracias al maquillaje que me pasado 1 hora poniéndome y me da miedo mirarme los ojos.
-Espeluznantemente sexy- digo en voz alta convenciendome de que esto no es una maldita locura.
Difícil de creer.