Capítulo 4

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Llegue a mi casa mojada y mi madre me pego una regañada por mojar el piso,  en fin me bañe y cambie hasta que mi madre me llamo a comer.

Después  de comer subo a mi habitación y escucho música con mis audífonos y miro al techo pensando. 

En resumen el carro nos empapo,  no nos besamos y aunque me sonroje por lo serca que estaba él solo me sonrió tiernamente , entonces dejamos ese ambiente de incomodidad.  Reímos como focas retrasadas ya que él y yo teníamos un moquito en la nariz y lo se fue asqueroso pero no en ese momento.

Recordando aquellos sonreí me siento bien a su lado, es perfecto y todo.

- Y esa sonrisa- me pregunto mi mamá recargada en la puerta.

- Nada mamá o bueno si o no bueno es que -  no sabía que decirle o como expresarme.

-Tami desembucha hija- dijo en un tono Alegre y entonces le conté sobre Anthony como le conocí pero obviamente no le dije de Deblin.  Mi madre sonrió y me dijo que esta feliz de que lo haya conocido,  aunque que tenga cuidado y todo eso.

Bueno después se fue y me puse a hacer la tarea hasta que recibí un SMS de Coraline.

Coraline: Mi pequeña y gorda calabacin,  porque te olvidáis de mi.

Yo: jajaja yo te loviuleo.

Bueno " loviuleo" es una pequeña combinación de amor y te violo si somos las amigas más raras en ese sentido.

Coraline: buenis... Y que tal te fue con el Peñaloza?.

Yo: mañana Carolina mañana.

Coraline: CORALINE lo ases a propósito.

La deje en visto porque sino seguiríamos peleando y no tengo ánimos,  sigo escuchando música asta que me quede dormida.

.....

Era sábado y hoy íbamos a ver una película con Anthony en mi casa.
Estaba emocionada creo,  pasaban los días y me sentía bien al estar cerca de él.
Tocaron el timbre y seguro era Anthony así que salí corriendo a abrirle.

-Hola traje palomitas - me saludo con la mano.

-Bueno pasa - le ofrecí.

A la final botamos todos las almohadas y nos acostamos en el suelo.  Después de una discusión tremenda por dos películas porque yo quería ver noche del diablo y él  quería amigos, fiesta y alcohol gane yo obviamente.

Eran las 7 de  la noche así que pegaba bien esta película,  pero el no dejaba de hablar y hacer chistes a cada rato.
No dejábamos de reír hasta que lluvio y alguien  abrió la puerta cosa que pegamos un grito de nenas.

-Que paso? - prende la luz mi mamá asustada.
-Ash eras tu,  me diste un tremendo susto- le digo. 

Después tube que presentarle a Anthony y se llevaron bien.
Comimos fideos y seguíamos viendo la película abrazados. Aunque no sabía quien se orinaria primero ya que estábamos temblando de miedo.

Acabo la película y empezamos a ordenar todo. Y a buscar más comida por mi.

Ya eran las 9 de  la noche así que debía irse.

- Yo te acompaño?! -  el se negó por tercera vez.

- No estas loca,  luego te secuestran y me echas las culpa- reí por la supuesta idea de él pero seguí insistiendo hasta que se dio por vencido y acepto.

Caminamos como a dos cuadras y empezamos a hablar de él y como llego al colegio.

- Pues me expulsaron de mi antiguo instituto y tenía que acabar los estudios asi que me pasaron a esta nueva "escuelita". -  dijo sarcástica mente.

- Y porque te expulsaron? -  pregunte con recelo,  no quería que piense que soy una metida pero quería saberlo.

- Porque me encontraron fumando mariguana- lo dijo relajado.  - que piensas tu?.

-Pues a mi punto de vista,  no es malo consumirla pero no a cada rato obviamente,  según entiendo el cigarrillo te mata más rápido que la mariguana! - lo dije en susurro.

- Wao ! Primera chica que tiene un punto de vista interesante,  sabes me caes super bien. -  eso me hizo reír y sonrojar al mismo tiempo.

Estábamos a fuera de su casa pero no quería entrar ese muchacho. 

- Juguemos a las fuercitas- me dijo con una sonrisa pícara.

- Dale -

- Si yo ganó me das un beso- eso lo pensé o me dijo eso,  le negué.

- Bueno -  dije insegura. -  pero si yo ganó no habrá ni beso ni nada dije insegura porque no sabía si quería o no.

Empezamos a hacer fuerza  con las manos,  pero para mi mala suerte ganó.

-Oye no no estaba calentando de nuevo porfavor- dije algo sonrojado.

Él se rió y puso la mano en la banca para la revancha o eso creo.  Me tomo de la mano y me jalo hacia él,  entonces sentí sus fríos labios rosar con los míos,  al principio fue un simple rose pero luego se fue intensificando poco a poco. Sentía como mi estómago tenía esas dichosas mariposa.
Se alejo poco a poco de mi pero aún sentía su aliento chocar en mi cara.  Nos miramos fijamente y nos despedimos con un abrazo cálido,  sin palabras,  sin momento de incomodidad.
Regrese a mi casa,  recordando aquel beso tan especial que fue para mi en ese momento me importó muy poco mi físico ya que sentía que a él no le importaba. 

Decisiones Absurdas Donde viven las historias. Descúbrelo ahora