Es muy fácil moverse por Londres.
El transporte aquí es rápido y eficiente, yo estaba de frente del London Eye. Mire arriba de la rueda de la fortuna, imaginando la espectacular vista que tendría un pájaro desde arriba.
Me sentí como un niño que casi estuve a punto de rebotar en la entrada cuando me forme en la línea. Me balanceaba hacia adelante y hacia atrás con los dedos de mis pies mientras esperaba en la fila, la impaciencia es uno de mis molestos defectos.
"En el London Eye fue donde tu padre y yo compartimos nuestro primer beso, fue mágico"
Escuche la voz de mi mama en mi mente, sonreí con tristesa a mi misma, mi madre casi nunca hablaba de mi padre, quien en realidad nunca lo habia conocido. Pero aveces, cuando estaba de buen humor, ella me contaba sus historias de romance y pasión que tuvo con mi padre en esta ciudad. Todo lo que me dijo mi madre en toda mi infancia fue:
"Tu padre y yo nos amamos, pero el vive en Inglaterra y yo en Florida. La distancia era difícil, sus padres querían que el estuviera con una chica británica. Asi que lo deje ir, pero el todavía te ama demasiado"
Ella me decía cada vez que yo le preguntaba acerca de el. Al crecer, hice en mi imaginación en mi mente de mis padres. Me imaginaba que mi padre podría ser una especie de realeza británica, como un duque o baron o algo asi, que estaba enamorado de mi hermosa madre un calido verano en Londres. Ella quedo embarazada y me tuvo. A su princesa. Hice mi propia versión de la historia a un cuento de amor de mis padres, excepto a diferencias de otros, el mio en realidad no tenia un final feliz hasta el momento.
Mi mama no estaba ahí.
Meti la mano en mi bolso, sacando el teléfono y encendiéndolo para tratar de entretenerme y mirar un poco menos tonta ya que estaba sola en la fila.
Dos nuevos mensajes de texto aparecieron en mi pantalla. Abri el primero, mi corazón se detuvo cuando vi que era un numero desconocido.
— Hey ___, soy Niall, el nerd del avión, ¿Qué vas a hacer hoy? ¿disfrutar de ti misma? —
Senti mariposas volar en mi estomago y me rei en voz alta a mi misma. Niall. Tenia que ser Niall Horan todo el tiempo jugando conmigo, me di una palmada en la frente con la palma de mi mano, decepcionada conmigo misma por no darme cuenta antes. Yo le habia dado a el mi numero de teléfono en el avión. Duh.
Sentí un alivio y me sentí mucho mejor, pero yo estaba todavía molesta con el, famoso o no, tenia que pensar en algo bueno para devolverle la broma a Niall, en realidad me habia asustado por un buen rato por su broma de mal gusto.
negué con la cabeza mientras le respondia.
— ah sido genial, estoy en el London eye, y tu? —
Habia una chica joven, talvez de unos doce años, con su familia enfrente de mi en la línea, me sonreí a mi misma, imaginando su cara si supiera que yo me estaba mensajeando con uno de los de One Direction.
Abri el ultimo mensaje de texto sin leerlo de mi bandeja de entrada, arrugando mi nariz en confusión en cuanto me di cuenta de que era un numero desconocido diferente. La sonrisa arrogante que tenia desvaneció y fue reemplazada por un destello de miedo.
— Hey 'EYE' te veo, entiendes? el London Eye? —
Mi corazón paro, y mis ojos desesperadamente se fijaron en la multitud a mi alrededor en busca de una respuesta. Alguien todavía estaba ahí.
Mirándome.
