Niall volvió de nuevo a donde yo estaba, con las manos en los bolsillos y en la cara una sonrisa. Mis emociones en la última media hora de espera en la fila habían fluctuado un poco con frecuencia para mi gusto.
Cada vez que recibo un mensaje de mi acosador, mi corazón se hunde y mi mente se nubla de la paranoia y el miedo.
Pero todo lo que hice fue devolverle una sonrisa a Niall y mi corazón volvió a resucitar. Todo lo que importa es la presencia de el que me hace sentir segura y que estaba a salvo en un país extranjero, lleno de nada más que incertidumbre.
Con Niall a mi lado, sonriendo a mi de esa manera, casi borro de mi mente esos pensamientos sobre el acosador que estaba viéndome. Con Niall me siento Libre y emocionada. Me negué a darle a ese acosador la satisfacción de que llegue a donde el quiere. No lo dejaría pasar, no por el bien de la memoria de mi madre.— Adivina quien es la mejor persona que hay en el mundo —. se jacto el, mostrando una sonrisa cursi mientras permanecía de pie delante de mi.
— Hm... ¿Harry? —. me burle, mientras tenia mi dedo en mi barbilla fingiendo pensar.
— ¿Louis? ¿o talvez Liam? Definitivamente Liam.— Dije guiñándole. Niall se cruzo de brazos e hiso un puchero.— Esta bien, ¡Me subiré con Liam al London Eye solo! —. dijo sacando la lengua hacia mi, haciendo que me riera.
— Wow, Niall! ¿Conseguistes una cabina para nosotros dos? — pregunte sorprendida, mirando sobre mi hombro la fila que habia detrás de nosotros esperando en la fila para subir al London Eye. Niall se encogió de hombros como si no fuera un gran problema.
— oh, y es gratis también.— Dijo sonriendo.
— Vaya Niall, estoy impresionada —. asentí, mis ojos brillando de emoción de finalmente experimentar la famosa rueda de la fortuna.
— No hay ningún problema, cualquier cosa para ayudar a una turista americana en problemas. Vámonos! — camino hacia la cabina transparente, dando un último saludo de agradecimiento a su amigo Frank. La esfera de metal y vidrio que pronto nos elevaría a mas de cien metros del suelo hacia el cielo de Londres estaba ocupada por nadie mas que yo y Niall.
Nadie mas, solo el y yo.
Apenas me di cuenta de la sonrisa inconsciente que se formo en mi cara cuando me di cuenta la idea de estar al alcance de alguna secreta dirección. Solo yo, con Niall. No habia manera en que algún acosador nos pudiera estar siguiendo sin ser notado.
*Ha, ¿ahora quien gana el juego?*
Me dije a mi misma en mis pensamientos. Las puertas de la cabina se cerraron y mi corazón se acelero a medida que comenzábamos nuestro lento acenso hacia arriba. Me sentí como un curioso niño de siete años de edad mientras me acercaba al borde, poniendo mis manos sobre el vidrio y mis ojos se perdían en la vista de la ciudad de Londres. Tome una bocanada de aire mientras mirada el paisaje. El centro de la urbana ciudad de Londres parecía extenderse indefinidamente; hermosos edificios de ladrillo sobresalían, las personas abajo parecían hormigas mientras caminaban por la acera. Yo era intocable, estaba en la cima del mundo.
El rio Támesis {Thames River} alado del London Eye y el paseo marítimo reflejaban pacíficamente, las pequeñas olas en la superficie luchando entre si mientras los botes flotaban.— ¿te diviertes? —. dijo Niall detrás mio con una sonrisa.
— Oh, Niall, todavía estas aquí.— Bromee.
— Esto es.... Increíble.— Dije en un susurro mientras volvia a ver el bello paisaje de Londres.
— Es todo lo que mi mama dijo que seria.— ¿Tu mama? —. Niall hablo con delicadeza, poniéndose alado mio. Exhale, manteniendo mi mirada en la vista que habia debajo de el vidrio.
— Si —. respondi en voz baja — Ella dijo que aquí es donde ella y mi padre... Es donde se conocieron.
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