Una nueva vida

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*Rena pov's*
SIn saber lo que había pasado ayer después de caer en el suelo perdiendo la conciencia, me levanté desde muy temprano y le he preguntado a Zarina lo que había pasado y ¿quién me había traído? Ella solo río y dijo:
-¿quieres comer algo antes de irte?-me había cambiado completamente el tema, supongo que ella tampoco sabía nada o tal vez había hecho algo muy estúpido. Desayuné junto con Zarina unas piezas de pan con leche. Me despedí de ella con un gran abrazo diciéndole palabras de cálidos versos que repetían una y otra vez mi regreso.
Entrando a casa, estando satisfecha por todo lo que mis grandes amigos me habían hecho, decidí comenzar de nuevo en mi nueva vida.
Hemos llegado al avión, siempre nos esparcían en los asientos de dos en dos, me fui junto con mi hermano mayor Dake, que me llevaba un año. Él es el hermano adolescente de trece años que se la pasaba jugando videojuegos; me llevaba muy bien con él y sin duda alguna me ha dado gran influencia, de hecho es con el que más me junto.
Conversamos un rato entre los dos hasta cansarnos y quedarnos dormidos, llegamos a buen tiempo para visitar un poco la ciudad, la ciudad era un lugar lleno de flores y gente vestida no muy a la moda se podría decir; las mujeres llevaban vestido larguísimos hasta cubrir los talones y los hombres se vestían tan formales, esta ciudad era más bien algo mágico y fuera de lo normal.
Llegamos a la nueva casa, esta en verdad era grande y hecha con piso de madera, tenía muchos cuartos y un patio enorme con una piscina. Sin pensarlo dos veces al igual que mis hermanos corrimos a escoger nuestras habitaciones porque lo más común para una familia tan grande como nosotros era que tenías que estar atento para escoger lo mejor algo así como primer lugar, yo me había fijado en una habitación realmente linda y que como amante de las estrellas obviamente me encantaría; esta estaba situada a lo más alto de la casa, el techo era de plástico transparente el cual podías cubrir con unas cortinas que tenían estampados de cohetes y planetas, creo que la persona que anteriormente estuvo viviendo aquí ha de tener una obsesión con la astronomía. Realmente la mayoría de las cosas eran de el espacio y cohetes espaciales, incluyendo dibujos en la pared y las sabanas de cosas relacionadas con el universo. En fin, deje mis maletas y salí a ver un poco más el lugar; fui al centro donde se encontraban: iglesias, parques y lugares comunes; anduve viendo hasta cansarme, me senté sobre una banca y mire al cielo, ya se había hecho de noche. Me emprendí a regresar a casa, al levantarme de la banca sentí como alguien tomaba mi mano y la apretaba muy fuerte, me jaló y me llevó a un lugar muy solitario, no tanto por aquellas voces que escuché ya que me habían tapado los ojos. Me amarraron contra una silla y me quitaron la venda puesta sobre mis ojos, habían un montón de vándalos con cadenas, pantalones abajo de las nalgas y peinados altos y raros.
-mira que tenemos aquí, una jovencita.-dijo uno de los hombres acercándose a mí y tocando una de mis extremidades, así se vinieron todos sobre mí manoseándome y diciendo cosas vulgares.
-¡BASTA!-grité lo más que pude llorando, uno de aquellos hombres me dio una cachetada.
-tu te lo buscaste bonita.- lloré y lloré hasta de repente escuchar una voz tan seria y varonil.
-¡suficiente perros!- aquellos miserables le habían hecho caso apartándose de mí. Al verlo, a aquella voz que me había salvado vi a un chico joven aunque un poco mayor que yo, él tenía el cabello negro con algunas puntas color rojo, él vestía de cadenas y color negro aunque no se veía para nada mal. Se acercó a mi y detuvo su rostro frente al mío, hizo una sonrisa coqueta y sus labios... Chocaron contra los míos dando un ¡boom! A mi corazón. Sin más que decir ni dialogar de mi boca salieron las palabras más indicadas "gracias", él sólo acarició mi cabeza desatándome y subiéndome a su espalda.
-¿qué haces?
-te estoy cargando ¿no es obvio?
-Osea sí, pero no sabes donde vivo.
-"osea" chica fresa...-seguido de esto me dejó caer al suelo como si fuera cualquier bolsa de basura.
-¡auch!
-hemos llegado pequeña.- me ha dejado tumbada y se ha ido, perdiendo su sombra a través de la oscura y tempera noche.
Me he metido a casa, sin contarle a mis padres lo sucedido, de todas formas tenían cosas más importantes por las que preocuparse, subí a mi nueva habitación y me he tumbado en la cama; al ver el techo, observé una flecha iluminada señalando la pared trasera que se topaba con mi cama. Prendí las luces y me acerqué al lugar que indicaba aquella flecha. En la pared se encontraba una pequeña puerta que pulsándola se podía abrir, al hacer esto yo iluminé con mi celular lo que se encontraba dentro de aquel hueco misteriosos y ¡slash! Salió una rata corriendo y como toda chica grité, mi única hermana mujer, Dakota que tenía su recámara a un lado de la mía gritó:
-¡mátalo!- en señal de "espero que no haya pasado nada pero chido".
Al parecer no parece haberle preocupado en lo absoluto. Seguí intentando ver que se encontraba dentro y a la misma vez que alumbré, encontré un libro y una caja musical...

*autor pov's*
¡Hola! Me da mucho gusto que en verdad hayan leído el primer capítulo, espero contar con ustedes para los próximos, jaja este capítulo en verdad fue intenzoh tuve que desarrollar muchas cosas pero ¡en fin! Gracias por leer el capítulo.

Lo que se llevó el viento de otoñoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora