Lo que tú quieres por lo que yo necesito
2) Inocencia Robada.
Los siguientes minutos y tal vez horas desde que ella aceptó casarse transcurrieron como un abrir y cerrar de ojos. Nunca supo en qué momento las sirvientas del palacio adornaron su cabello con rosas blancas, sus flores favoritas, y mudaron su vestido manchado por uno limpio y sencillo. Vivió toda la celebración en una especie de neblina, sin ser consciente de nada. No fue consciente de las palabras pronunciadas ni de los gestos.
Impactada al escuchar el acuerdo al que habían llegado con el rey Eugene, respecto a ella, su familia y la disposición que se haría del palacio, escuchó el resto de las condiciones sin demasiado interés.
Luego Chrysheight, el mayor mago en jerarquía después de su familia, los declaró como marido y mujer ante los presentes reunidos.
No escuchó los gritos de alegría que lanzaron los embravecidos soldados de Kirito a la infinidad del cielo estrellado cuando el temerario comandante coloco en su dedo anular un delicado anillo de plata. Un anillo que simbolizaba tantas cosas. Un anillo que simbolizaba, al fin y al cabo, el completo sometimiento del territorio Undine, su hogar.
No volvió a la realidad hasta que la puerta de su alcoba se cerró a sus espaldas.
Ahora estaba parada en el centro de su habitación, intentando no pensar en lo que ocurriría aquella noche. Por supuesto, sabía lo que significaba consumar un matrimonio.
Pero tener que hacerlo con un completo desconocido, un hombre que había irrumpido en su existencia y que tenía en sus manos no sólo su propia vida, sino también las de su familia y su gente, era algo difícil de asumir.
Pero no estaba en sus manos poder evitarlo. Asuna bajó la mirada y se fijó en el anillo que adornaba su dedo. Un anillo de casada. Ella y Kirito estaban casados.
Aunque estuviera a merced de aquel hombre, su esposo, un casi desconocido, ella permanecería a la espera y esperaría el mejor momento para luchar. Porque lucharía.
Tal vez el rey Eugene tuviera en aquel momento el control de su reino, pero había muchas maneras de asegurarse de que aquello fuera una situación pasajera. Los aliados de su familia estarían sin duda planeando ya cómo recuperar el castillo y liberarlo de él. Como la esposa del hombre de confianza del rey Eugene, Asuna podría tener acceso a información que pudiera ayudar en la lucha y devolverles el control a los Undine. Hallaría la forma de salir librada de eso, estaba segura.
—Tienes un aspecto encantador cuando frunces el ceño de esa manera.
Esa voz le provocó una oleada de incomodidad. ¿Se le notaría la culpabilidad en la cara? Asuna se aclaró los pensamientos y giró para observar a su desconocido esposo.
El guerrero ensangrentado con el que había intercambiado los votos en la capilla una hora atrás había desaparecido. En su lugar un atractivo caballero con el cabello corto y de color negro azabache como la noche la observaba desde la puerta vestido con una fina prenda negra en el torso y pantalones oscuros. Asuna se dio cuenta de que tenía en el cuello una cicatriz profunda. Y que incluso desde la distancia a la que se encontraba, sabía que era el hombre más apuesto que había visto en su vida.
Su altura no la tomó por sorpresa, tampoco la gran contextura de sus brazos y extremidades. Pero sí lo hicieron sus ojos verdes, impasibles como un océano de secretos, la media sonrisa audaz en los labios y una poderosa barbilla.
"Apuesto..."
Asuna alzó la vista un poco más y se dio cuenta de que había estado observándole abrumada. Y él se había dado cuenta. Aspiró con fuerza el aire y se secó las manos sudorosas en el vestido.
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Lo que tú quieres por lo que yo Necesito (KiriAsu)
FanfictionUna guerra cruenta en el territorio Alfheim, los salamander y los spriggan se unen para derrotar al pacifico reino undine, tomando sus tierras por dominio, y obligando al matrimonio entre sus razas para fortalecer las tierras recientemente adquiri...