48 horas para la luna llena
Despertó agobiado en un charco de sudor, a Dylan le llevaba persiguiendo el mismo sueño desde el día en el que vio como su madre era asesinada, aquel 'sueño ya era parte de su día a día. Dylan se levantó de la cama, fue al baño a lavarse la cara y bajo a desayunar con su hermana, ellos 2 no se parecían en nada, eran como la noche y el día, ella tenía una piel blanca como la nieve y él bastante morena, él tenía los ojos azules mientras que ella los tenía marrones, ella tenía el pelo rubio platino y él negro como las noches sin luna.
Cuando llegó abajo, Sarah le dio un beso en la mejilla y le dijo que le había hecho el desayuno, su hermana era la persona más dulce que había visto en el mundo, le llegó un mensaje de Liam
-Dyl, a mi novio se le ha averiado el coche, ¿te puedes pasar a por mí cuando vayas al insti?
-Sí claro sin problema.
Dylan desayunó y se vistió, cuando el acabó Sarah le estaba esperando en la puerta con la mochila a la espalda para que su hermano la llevase a la escuela, desde que se había sacado el carnet de conducir hacía menos de un mes se había convertido en el chofer personal de su hermana hasta para llevarla a la casa de su amiga al final de la calle. Dylan cogió las llaves de su Volkswagen scirocco azul de segunda mano y se dirigió a la casa de su amigo Liam. Cuando llegaron a la puerta de Liam, el chico pelirrojo ya estaba esperándoles en la acera de su casa.
Cuando los 3 chicos llegaron Sarah se despidió de su hermano y cuando ya se hubo ido la niña, Liam empezó a hablar con Dylan mientras iban a su aula. A Dylan le empezó a doler la cabeza de una forma que nunca le había dolido, de hecho, el chico no podía mantenerse en pie sin caer al suelo al segundo de ponerse en pie.
-Oye Dyl, ¿te encuentras bien?
-Sí, tranquilo no pasa nada se me pasará en un momento.
Pero en realidad no era así, el chico se sentía como si una apisonadora le aplastase la cabeza una y otra vez. El timbre sonó anunciando la primera clase del día, pero no la de Dylan, ya que antes de que la profesora de física entrara por la puerta el chico cayó al suelo fulminantemente inconsciente. Liam al verlo lo cogió por la nuca y empezó a golpearle en la cara suavemente para intentar que el adolescente reaccionase, pero no hubo suerte alguna Dylan seguía inconsciente en medio del suelo del aula, Liam pidió ayuda a uno de sus compañeros y se lo llevaron a la enfermería del instituto, de camino a ella se encontraron a su tutora, la cual alteradísima les acompaño a la enfermería. Cuando llegaron la tutora y el enfermero les empezaron a preguntar sobre lo que había ocurrido para que un alumno acabase inconsciente.
-Que quede claro que ninguno hemos hecho nada- alegó Liam.
- ¿¡Cómo que no habéis hecho nada!? ¡Una persona no se queda sin sentido, así como así!
-A ver, déjame explicarme.
-Tienes dos segundos para hacerlo
-A Dylan le dolía mucho la cabeza antes de entrar a clase, de hecho, no podía mantenerse apenas de pie unos segundos sin agarrarse a algo, yo le pregunté si se encontraba bien y el me respondió que sí así que lo dejamos ahí, pero al entrar en clase y sentarnos él cayo de repente al suelo y ahora estamos aquí.
Antes de que la profesora empezará a gritarle acusándole de embustero, el enfermero intervino en la conversación.
-Puede que lo que el chaval este diciendo sea cierto, ya que el cerebro puede entrar en este estado de privación debido a un alto nivel de dolor, y al estar sometido a un grado muy alto el cerebro activa un mecanismo de defensa de este modo.
Ninguno de las tres personas que se encontraban en la sala en ese momento se enteró de lo más mínimo de lo que el enfermero dijo por lo que asintieron y no dijeron nada al respecto sobre ello, el enfermero aconsejó llevar al chico a un hospital para que le pudieran ayudar. La tutora y Austin, el chico que ayudo a Liam a llevar a Dylan a la enfermería, se fueron a llamar a una ambulancia para Dylan.
Pero antes de que la ambulancia y Owen, el padre de Dylan, hubiesen llegado, Dylan despertó sin respiración exaltado. Liam que estaba sentado a su lado dio un brinco del asiento y abrazó a su amigo. Dylan estaba desconcertado, no sabía ni donde estaba ni como había llegado allí.
-Dylan, no sabes lo mal que lo he pasado estos 45 minutos pensaba que algo muy malo te había pasado, de hecho, pensábamos que habías entrado en un estado de coma.
-Un momento ¿qué me ha pasado? ¿Y por qué estamos en la enfermería y no en clase de Física?
-Madre mía, claro que tú no te has enterado de nada de lo sucedido, estábamos en clase y de repente te has caído al suelo, te hemos traído aquí y la única señal de vida que has dado en casi una hora ha sido que te has despertado ahora mismo. ¡Menos mal que dijiste que te encontrabas bien! - Le dio una pequeña colleja.
Aunque Dylan ya se encontraba perfectamente a su parecer, le llevaron de todos modos al hospital para hacerle algunas pruebas y asegurarse de que estaba sano al cien por cien o que si le pasaba algo que no fuese algo muy serio. Para cuando Dylan salió de las pruebas ya eran las seis de la tarde.
Su padre le dejó en el instituto para que recogiese el coche y después se fue a por algo de papeleo que se había dejado en la oficina y que tenía que entregar al día siguiente.
Cuando Dylan llegó a casa se encontró a Liam y a su hermana en el salón esperándole, cuando Sarah le vio se lanzó a sus brazos y empezó a sollozar:
-No vuelvas a preocuparme más de esta forma, ¿lo entiendes?
-Tranquila Sarah, nos han dicho que no me pasa nada, que ha podido ser cualquier tontería y que no nos preocupemos de nada.
-No sabes como de mal lo he pasado, si te llegase a perder sabes que no me quedaría nada, además algo me decía que no ibas a salir bien de ello. - Dijo al borde del llanto.
-No seas tan dramática Sarah, sabes que papá siempre estará ahí. - La abrazó fuertemente y la dio un beso en la frente. Después de que Sarah le soltase, Liam se levantó y se acercó a su mejor amigo:
- Entonces al final no te pasa nada ¿no?
-Sí, o bueno eso dicen espero que solo haya sido una tontería y se quede en eso.
-Bueno pues entonces me voy que es tarde y mis padres no saben dónde llevo toda, la tarde.
Liam cogió su mochila, se despidió de él y de Sarah y se fue de la casa, al rato llegó Owen y les preguntó por si iban a cenar con él su hermana, asintió, pero Dylan se negó con la poniendo la excusa de que se encontraba revuelto y se fue a su habitación.
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Tales of a Teen Wolf
Novela JuvenilDylan Brown un adolescente huérfano que vió como asesinaban a su madre, se tiene que enfrentar a las consecuencias de ser un hombre lobo y descubrir el porque, todo esto con la ayuda de su mejor amigo un chico pelirrojo gay llamado Liam West. ¿Serán...