El Espejo - HopeV

Capítulo 16 - Valentía

La fiesta en la empresa fue un momento lleno de felicidad, todos nuestros padres conversaban alegremente sobre nosotros y nuestro futuro, se sentían orgullosos. Cuando todos se fueron, nos despedimos de cada uno dándonos un abrazo y fuimos directo a la cama, no podíamos mantenernos en pie ni un momento más. A partir de esto, los días comenzaron a transcurrir con excesiva rapidez debido a la ocupada agenda que nos habían armado. Promociones, visitas a programas, radio, etc.

Una semana después del debut, intenté ir a la entrega del título de Jian. La adorable abuela había sacado una nota sobresaliente y ya era una flamante abogada. Lamentablemente, mi intento fue frustrado, porque cuando el manager me observaba salir por la puerta inmediatamente me hizo quedarme.

- Escucha Hoseok, yo sé que ella es sólo tu amiga, pero no puedes hacer esto ahora. Hay cuestiones que pueden malinterpretarse y eso arruina la forma en la que te verán tus fans... Es una cuestión de imagen ¿entiendes? - me explicó dándome una palmada de consuelo en la espalda. La verdad no entiendo, pensé. Pero no dije nada, se sabía de antemano que esto iba a ser así. 

Con Taehyung no hemos tenido ningún intento más de resolver nuestra relación. Estábamos ¿tranquilos? así. Si para mi imagen, ir a ver a una amiga era perjudicial, tener una relación con un chico de mi misma banda suena algo más catastrófico. ¿Por qué es tan importante para una fan saber la vida íntima de los miembros?

Me angustiaba no tener control sobre mi propia vida, así que los días que le siguieron comencé de nuevo a dormir muy mal por las noches. Tae nunca me decía la verdad acerca de mis episodios, pero por las ojeras de su rostro, sabía que estaban sucediendo con frecuencia. Evitábamos bastante nuestras charlas para dormir, primero porque Tae caía rendido apenas tocaba su cama y segundo, porque siempre nos tentábamos a hablar sobre nosotros. Y conforme pasaban los días, la frustración de no poder hacer nada se estaba haciendo dolorosa.

Fin de año nos encontró más rápido de lo normal. Todo estaba yendo de maravillas al punto de la incredulidad. En un mes nos mudaríamos a nuestra propia casa para dejar de vivir como trainees, y eso ya es decir mucho.

Mi felicidad se rompía cada vez que no podía tomar mis propias decisiones. Ya habían transcurrido varios meses y la única comunicación posible con mis padres era telefónica. Ni hablar de Jian, que hacíamos videollamadas para que yo recordara su rostro. Ella me veía en cada transmisión y me daba todo su apoyo. Se había vuelto realmente fan, adoraba a cada uno de los miembros y tenía un cariño especial por V, porque la hacía reír mucho.

- ¿Estás en la pista de patinaje? Muéstrame, extraño ir allí – le dije, estaba en mi cuarto hablando con Jian, teníamos un momento libre y lo aproveché para llamarla.

- Si, mira, estoy sacando libros que... ya no necesito – dijo guiñando un ojo – de mi escondite secreto.

- No puedo creer que allí estaban todos esos libros... - Jian me mostró como una de las tablas laterales de la rampa vieja de madera donde siempre se sentaba, se abría dejando paso a un lugar hueco donde prácticamente entraban tres o más personas sentadas.

- Y tuve que hacer esto, transportarlos era muy odioso... Y mira, le puse un candado – me mostró el sistema, el cual me dejó algo sorprendido.

- Bueno, siempre he pensado que eres un poco rara, ahora creo que además de rara eres una cerebrito... - le dije riendo. Ella solo bufó, miró su reloj y cambió su expresión de inmediato.

- Hey, debo irme Hobi – me dijo – oye, intenta no trabajar en exceso, acuérdate que aún eres un mocoso y debes divertirte ¿está bien? Están haciendo un trabajo fantástico...