«Marcando las distancias»

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                                                                                          (Shaoran)  

Estaba tan eufórico desde ayer por la tarde que no me costó despertarme hoy, y me levanté casi de un brinco de la cama. Me había molestado bastante el hecho de que el novio de mivíctima no se hubiera puesto celoso, pero segundos después había recapacitado y me dije que, si no necesitaba pelear con él, tenía las cosas todavía más fáciles... Sin contar con que ahíde seguro había algo extraño, porque esa reacción no era normal. ¿Me estaba dejando el camino libre y se rendía antes de luchar o era que Sakura no le interesaba? No acababa deentender cómo iba eso. Y tampoco podría entender cómo no podría interesarle esa chica.Pero qué más daba; al fin y al cabo, sería mía, con novio o sin él, y si Sakura seguía mostrándose tan dispuesta a aceptarme como su amigo de la forma en que lo hacía ahora, con loingenua y buena que era, seguramente no me costaría demasiado conseguir algo más de ella, si jugaba bien mis cartas. E iba por buen camino, oh, sí.Con una sonrisa de satisfacción en los labios, avancé hasta el equipo de música y lo encendí. Casualmente estaban pasando en la radio uno de mis temas favoritos de los SmashingPumpkins, después de Zero, y yo sentí el acostumbrado escalofrío. Subí el volumen hasta que me dolieron los oídos, sintiendo en cada fibra el estruendo de las notas musicales delAdore mientras me quitaba el pijama y me ponía los pantalones reglamentarios.


It's you that I adoreyou will always be my whoreyou'll be a mother to my childand a child to my heartwe must never be apart we must never be apartlovely girl you're the beauty in my world without you there aren't reasons left to findand I'll pull your crooked teethyou'll be perfect just like meyou'll be a lover in my bedand a gun to my headwe must never be apart we must never be apartlovely girl you're the murder in my worlddressing coffins for the souls I've left to diedrinking mercury to the mysteryof all that you should ever leave behindin timein you I see dirtyin you I count starsin you I feel so prettyin you I taste godin you I feel so hungryin you I crash cars we must never be apart 

Ah, la música. Podía convertir una mañana rutinaria, preludio de un día de estudios y aburrimiento, en algo realmente joroschó y cargado de adrenalina. Quizá el sexo fuera algo parecido, me dije, en un descuido de mi mente. Aunque me costaba imaginarlo. 

drinking mercury to the mysteryof all that you should ever seek to findlovely girl you're the murder in my worlddressing coffins for the souls I've left behindin timewe must never be apartand you'll always be my whorecause you're the one that I adoreand I'll pull your crooked teethyou'll be perfect just like mein you I feel so dirty in you I crash carsin you I feel so pretty in you I taste god we must never be apart 

Seguí delirando y vistiéndome a un tiempo durante bastante rato, distraído con mi música y mis pensamientos extraños, hasta que oí que alguien llamaba a mi puerta. Por un momentocreí que podía tratarse de alguna ilusión auditiva, entre tantas notas a un volumen tan alto danzando a mi alrededor, pero como insistieron con los golpes decidí ir a ver quién era.Fue una sorpresa encontrarme con aquella mujer ya medio pasada de años, de piel arrugada y amarillenta, cabellos canos y cortos, ojos agresivos de color gris y el ceño fruncido, al igualque los labios, en una mueca de desagrado. Hoy, como casi siempre que me topaba con ella, estaba vestida con aquella bata tan fea de color azul que le cubría las piernas sólo hasta lasrodillas, y después dejaba libre la vista de los pliegues y las pantuflas gastadas y rotas en torno a las cuales se arremolinaban un montón de gatos maulladores con los que ella vive y queson su única familia, hasta donde yo sé, porque ni siquiera recibe visitas y siempre está muy sola.   

Mi vecina siempre me había parecido la viva imagen de la decadencia.—Muchacho desvergonzado —me gruñó—, podrías siquiera taparte un poco para abrir la puerta a un desconocido. No a todo el mundo le interesa verte.Yo bajé un poco la mirada y descubrí que no me había llegado a poner la camisa, o quizá me la había quitado —no estaba seguro—, porque lo único que me tapaba un poquito el torso erala corbata. De verdad hoy estaba muy distraído.—¿Pasa algo malo? —le pregunté, obviando el otro comentario. Me bastaba con que la vieja no tuviera quince años y le importara un comino cómo me viera yo sin camisa—. ¿Otra veztiene problemas con el desagüe?He de aclarar que la única vez que tuve contacto con esta mujer en otro sitio que no fuera el pasillo o el ascensor fue gracias a que el desagüe se le había atascado, y, como yo era nuevoen el bloque de edificios, había accedido a ayudarla porque me había dado un poco de pena... y porque no tenía nada mejor que hacer, en realidad. 

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