Capitulo 2.

10 1 0
                                    

Mabel

No me dieron ganas de ir a la escuela, y de hecho pensé en ya no ir. Creo que si libero mucho mis emociones podré hacer daño a mis dos amigas. Me la pase en ese árbol donde vi a Evan. Espere a que fuera la salida de la escuela.

Me desperté, por el crujir de las hojas. Ahí estaba, con su perro.

-Zeus, quédate aquí muchacho- le dio una palmada al perro en la cabeza.

Comenzó a subir un pie, el otro y así. De estúpida me quede observando. Ya era tarde para escapar, me vio y es imposible hacer como que no pasaba nada.

-¿Qué hacer aquí?- me pregunto tranquilo.

-Pues estoy trepada aquí teniendo una conversación contigo- mi tonó es sarcástico.

-No fuiste a la escuela- me miro a los ojos.

-Y no pienso ir- me vi mi brazo fracturado.

-¿Por qué...? ¿Cómo pudiste subir si tienes el brazo así?- dio una media sonrisa.

-Son mis asuntos- cambie de posición.

Pero la rama que esta abajo, tan débil que se rompió. Caí. Paso tan rápido que cerré los ojos para recibir el impacto contra el suelo. No fue así, mi mano se agarraba de otra rama algo gruesa. Todo frío. Se me resbalaban los dedos. Evan me miraba.

-¡Oye! ¡AYÚDAME! ¿ES QUE NO LO VES?- grite desesperada.

Se bajo rápido.

-SUÉLTATE- grito.

-¿Estás loco?- respondí.

-Si, solo hazlo- lo mire y sonrió.

-Como puedo confiar en ti después de que tu me fracturarás el brazo- refunfuñe.

-Perdón, la verdad no se que hacía, fui un idiota- sus ojos se iluminaron- Vamos, hazlo.

No confiaba en el, pero algo en mi corazón hizo que me soltara. Yo caía, el viento corría por mi cabello. De nuevo cerré mis ojos para impactar contra el suelo, que todo fue un juego.Sentí como algo me detuvo. Y eso, cayo sentado. Evan me detuvo. En sus brazos, en la tierra. Sus ojos me miraba y yo también. Fue algo mágico, sentí una conexión increíble, como que lo conocí desde hace años, pero no podía recordar. Un campo de protección me lo impedía, en mi mente. 

-¿Estas bien?- me pregunto.

-Si, gra.. gracias- dije algo tímida- tengo que irme- me solté de el y me fui corriendo hasta mi casa, donde mis pensamientos me confundían.

-¡Espera!- me grito, pero no me detuve. 

Después de correr mucho, me pare, me había cansado. Mire hacía atrás y ya no lo veía más. Una niebla me impedía, y muchos árboles. Me sentí algo feliz por no verlo. Tal vez no podría controlarme como aquella vez y hacerle daño a Evan algo que no quería. Por que, me traía algo loca...

Mágico ErrorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora