Capitulo 1

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Evan

No puede pasar una noche sin que vaya a ese grandioso lugar, lleno de misterio y hojas secas.No se que es lo que me atrae ahí pueden ser sus frondosos arboles, las luciérnagas o su clima tan fresco.

Y esta noche no iba hacer una excepción, así que sin que mis padres de dieran cuenta baje las escaleras, tome mi chamarra y salí a aquel esplendido sitio.

Nunca eh pensado en las criaturas que asechan a esta hora, tal vez es por que nunca me he topado con alguna.

Las hojas secas crujen bajo mis pies, el reflejo de la luna ilumina la ramas retorcidas de los arboles y el aire fresco  seca el sudor de mi pelo.

Reconozco el lugar  donde siempre voy, pues es el único lugar en el frío bosque donde esta el único árbol sin  hoja alguna, lo llamo "El árbol dormido" pues tengo la esperanza de que algún día despierte y las hojas  comiencen a frotarle.

Trepé lo mas alto que pude, para poder ver la mejor vista que haya existido, los arboles columpiados por el fino viento que soplaba, y la luna en el cielo brillando mas que nunca.

Esa paz que me hacia sentir esa esplendida vista termino cuando debajo del árbol un ruido hizo que se me erizara la piel. 《No tengas miedo Evan, solo escóndete entre las hojas..... pero no hay hojas》 Entonces escuche un ladrido, por dios era Zeus mi tonto perro, debió haberme seguido.

-Zeus ¿Qué haces aquí muchacho?- lo escuché llorar-Bajo en un segundo.

Ya faltando un par de ramas salté y vi a Zeus mover la cola.

-Perro tonto- dije acariciándolo. 

Pero de pronto Zeus enloqueció, comenzó a ladrar y a correr hacia lo mas profundo del bosque.

-Zeus aguarda-grité mientras corría detrás de el.

Los pies me comenzaban a doler, no fue muy buena opción venir en calcetines al bosque, y tampoco buena opción dejar la puerta abierta para que Zeus me siguiera. Cuando me dí cuenta lo había perdido de vista.

-Zeus ¿Dónde estas?-grité.

Escuché un ladrido de Zeus detrás de mi al fin se había detenido, pero ahora quería escalar un árbol.

-Que Zeus una ardilla- dije volteando a ver el árbol.

Pero no era una ardilla era una chica, estaba en lo mas alto del árbol, con la cabeza entre las piernas, llorando y maldiciendo pensé en gritarle, preguntarle su nombre pero ahora no era un buen momento.

-Vamonós Zeus-lo tomé por su correa y lo guíe hasta la casa

Pasé la noche pensando en quien era esa misteriosa chica ¿Que hacia allí? ¿Volverá mañana? Ó era un efecto de mi imaginación.

Mágico ErrorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora