Sehun se dejó caer a un lado de Luhan aún dentro de él, rodeó el cuerpo de Luhan con sus brazos y lo estrechó contra su pecho, hundió su nariz en el cabello de éste y respiró esa colonia que le caracterizaba.
– Te amo Hannie – Musitó Sehun contra el cabello de Luhan – No importa lo que pase, debes de recordar que te amo.
Luhan se removió en los brazos de Sehun hasta quedar frente al rostro de éste y tomó su rostro con ambas manos. – Yo igual te amo Sehun, sabes que siempre lo he hecho y siempre lo haré.
Una pequeña sonrisa apareció en el rostro de Sehun – A veces quisiera que las cosas fueran diferentes.
Luhan negó y hundió su rostro en el pecho de Sehun, amaba estar entre los brazos de la persona que lo amaba, sabía que ese era el lugar al que pertenecía. Sehun comenzó a depositar besos en la coronilla de su cabeza, besos lentos y delicados llenos de amor.
Besos que aceleraban el ritmo cardíaco de Luhan.
Sintió como Sehun salió de él y automáticamente se sintió vacío, vio como Sehun se levantó de la cama aún desnudo y extendió una mano hacía él.
– Tomemos una ducha juntos Lu.
Luhan nunca rechazaría una propuesta así, tomó la mano de Sehun y se levantó de la cama, ambos se dirigieron al baño con las manos entrelazadas, sin importarles su desnudes.
Tomaron una ducha demasiado lenta, ambos querían disfrutar el tiempo que tenían juntos sin desperdiciar ni un segundo. Sehun lavó el cabello de Luhan con delicadeza mientras Luhan disfrutaba el ser consentido, cuando terminaron de bañarse Sehun enrolló una toalla alrededor de la cadera de Luhan para después enrollar una en la suya.
Sin decir nada, ambos caminaron fuera del baño, mientras Sehun terminaba de secar su cabello con otra toalla Luhan se tiró en la cama, importándole poco mojarla con su cabello, se levantó un momento para buscar la chaqueta que tenía puesta una hora antes, tomó dos cosas de ésta y volvió a acostarse en la cama, encendió un cigarrillo y lo llevó hacia sus labios, inhalando lentamente, dejando que la sensación de tranquilidad inundara sus pulmones.
Debía de aceptar que fumar se había vuelto en su segundo vicio.
El primero era Sehun.
Y era el vicio más peligroso.
– Odio que fumes – Le dijo Sehun mientras se acostaba al lado suyo.
Luhan soltó una nube de humo, demasiado cerca del rostro de Sehun. – De algo tenemos que morirnos.
Sehun suspiró, no quería tener una pelea con él, no era la primera vez que le decía a Luhan lo mucho que odiaba verlo fumar pero Luhan siempre lo ignoraba.
Se le ocurrió una mejor idea para que Luhan dejara de fumar, en un movimiento rápido se sentó a horcajadas sobre él, tomó el cigarrillo que tenía en la mano y antes de que Luhan pudiera decirle algo, lo besó.
Luhan rodeó su cintura con sus manos poniendo algo de presión sobre ésta, introdujo su lengua en la cavidad bucal de Sehun y comenzó a moverla al mismo ritmo que Sehun, una mano de Sehun fue hacia el cabello de Luhan enredando sus dedos en el cabello de éste.
Se separaron cuando sus pulmones les exigieron oxígeno.
Luhan chasqueó la lengua y señaló la mano donde Sehun tenía su cigarrillo – Devuélvemelo.
Sehun negó – No lo necesitas.
Luhan suspiró fastidiado, tomó el cigarrillo de la mano de Sehun y lo arrojó al suelo, aprovecho la sorpresa de Sehun para invertir sus posiciones y quedar encima de él.