lX

5 1 0
                                    

"Ella"

Hoy, como todos siempre, ha ocurrido, todos los días, todos los meses, quizás antes pero no me había percatado. Esta mañana volvió, apareció tres veces, en el baño al lavarme el rostro, me miré al espejo y se apareció detrás de mí; en la cocina, mientras lavaba las cosas que ocupé para el desayuno; en mi cama, mientras me vestía, ella estaba tendida en mi cama, echada, casi durmiente, ella era muy obscura, yo no sé qué es lo que ella puedría ser.

Durante la tarde se apareció, siempre detrás de mí, ella me seguía a donde quiera que fuera, aquella figura de una dama esbelta y tenebrosa. No puedo más, ella me persigue, no sé quién es, no sé qué es, no sé nada, ella no dejaba de acosarme. Me siento oprimida, extraña, y, por sobre todo, sola; este sentimiento de agonía es insoportable, ella está haciendo cosas extrañas conmigo... siento que ella me está observando.

Durante la noche, iba a la bodega de vinos que tenía mi familia, y yo, Natalia Schmidt, la única heredera de la riqueza y producción de vinos en mi familia. No tenía otra cosa que hacer más que emborracharme y llorar junto a la soledad que hoy me acompaña, por el resto de mis días.

Durante la madrugada sentí una leve brisa fría en mi nuca, al voltearme... ella estaba allí. Corrí lo más rápido que pude, corrí por esos largos y angostos pasillos de la mansión, no logré doblar a tiempo y choqué con esa rocola nueva que llegó hace un par de días; atontada comencé a buscarla, pero en realidad... ella estaba detrás de mí.

Durante la mañana decidí llamar al Padre Esteban para que viniera a hacer un exorsismo en mi hogar. Al llegar él, no encontró nada extraño o sobrenatural, recorrió toda la mansión buscando, pero nada.

Él, ya pensando que era una especie de broma, guardó sus cosas y me pidió que lo llevara a la entrada para poder marcharse, a lo cual accedí. Ya llegando a la puerta de entrada me percaté de que ella estaba detrás de él.

-¡Cuidado!- Grité.
-¡¿Con qué?!- se sobresaltó.
-¡Con ella! ¡está detrás de usted!.

El Padre dio un salto y volteó a ver el extraño suceso, luego de haberla visto me miró y soltó una fuerte carcajada.

-¡¿Es enserio?!- rió - ¿esta es la muchacha que te acosa todos los días?- volvió a reír.
-¡Pues sí!- le grité molesta- ¡Ella es!
-Jovencita- rió - "Ella" no es un "fantasma".
-¡¿A sí?! ¡¿entonces qué es?!
-Tú, al igual que yo tenemos una.
-¿Una qué?- dije algo más tranquila.
-Una sombra.

El Baúl De Los Recuerdos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora