Enterado de la historia

12 4 0
                                    

Poema:

Estoy apartando el dolor, el tiempo no ayuda, tampoco las personas pero no significa que no sea feliz.
Mi felicidad dejo de ser únicamente sobre mi, ella partió y cada que la veo puedo volver a sentir, sentir que vivo.
Tal vez mi futuro no este contigo, ni mi vida ni la próxima, solo me queda el pasado, aquellas sensaciones revividas en mis pensamientos, aquellos besos que aun siento en mis labios a pesar de los años, aún tengo la sensación de tomarte de la mano mientras te rodeo con mis brazo al caminar.
Eres mi única esperanza, eres la única persona que tengo para sentir, la única cosa que me hizo amar, podré recostarme diariamente en el pasto para recordarte pero aun no sería suficiente.
No me dejaras mentir, te amé desde que te vi, me amaste alguna vez , pero aun me pregunto si me amaste lo suficiente.
Te fuiste, me olvidaste y aun me lo recuerdas, tus besos de saludo tentándome a hacer una locura, escucharte hablar mientras caminamos volteando la mirada.
Tal vez sea suficiente para mi día verte una vez, saber que ríes y que sonríes por cualquier razón, es suficiente para mi corazón saber que me amaste y me cuidaste.
No te he olvidado, no será la única vez que ame a alguien y me mata saberlo, enamorado estoy pero no quisiera saber cuando terminare esto.
No se si estoy enamorado o soy enamorado, enamorado de tus ojos y de tu hermosa sonrisa, de tus párpados cerrándose al besarme y del perfume que se mece con el viento para llegar a mis pulmones.
En unos años no me conocerás porque ya no seré el mismo de antes, tus ojos no serán capaces de saber de mi, espero que así sea, ojalá no me conozcas en un futuro , ser extraños cambiantes con el tiempo.
Ser desconocidos para ser felices una vez mas, ver tus ojos por una primera vez a diario, empezar de nuevo, conocer tu piel mientras nos juntamos y tener el sabor de tus labios impregnado en los míos.
Así , solo así nuestros corazones latirán al mismo tiempo , siendo uno otra vez, siendo únicos y perfectos.

🍃🍃🍃🍃🍃🍃🍃🍃
🍂🍂🍂🍂🍂🍂🍂🍂🍂🍂🍂🍂

Una sensación horrible traspasando todo mi cuerpo me hacia doblar de dolor varias veces hasta hacerme abrir mis ojos, ¿qué está pasando? La luz brillante quemando mis pupilas haciéndome cubrirme con los brazos y manos mientras un grito de dolor ahogaba todo lo que quería decir.
Me dolía todo, no podía moverme y una mano atrayendo mi atención haciéndome voltear me había hecho sentir a salvo.

-¿Rafael?, ¿Qué haces aquí? ¿Y también yo que hago aquí?.

-Relájate un poco, mira esta situación es muy complicada e intensa, estas delicado pero ya mucho mejor gracias a mi. Hoy sales de este hospital pero iremos directo a mi casa, ahí te explicare todo ¿entiendes?.

-Si pero...

-Me alegra que entiendas, se que te duele el cuerpo pero venga, ponte la ropa que esta ahí en tu cama y en unos minutos salimos, te espero afuera.

-Pero..- la puerta cerrada había terminado la conversación y me había obligado a ceder.

No sabia que estaba pasando, bueno, estaba en un hospital pero solo el y yo aunque no dudaba sobre el ya que el me habia apoyado desde la primera vez pero había una respuesta a todo esto y así calmaría mis ansias.
Cuidadosamente me levanté de mi cama y empecé a vestirme con ligeros momentos de dolor cada vez que me ponía una prenda hasta que ya no sentía más. Mi boca empezaba a sentir un sabor horrible, algo que casi me hacia vomitar empezaba a estar presente en mi boca.
Termine de cambiarme con un mal sabor de boca pero sin dolor, ¿acaso Rafael me habría ayudado?. Abrí la manija de la puerta lentamente cuanto cuatro sujetos se pusieron frente a mi cubriéndome y Rafael pegándose a la pequeña reunión afuera de mi habitación.

-Es por tu seguridad, no te preocupes lo entenderás en unos momentos, ponte estos lentes.-dijo mientras los acomodaba con una ligera risa.

Caminando rápidamente atravesamos los pasillos y habitaciones hasta llegar a la entrada del hospital sin ser vistos ya que nadie se atrevía a mirar con los cuatro grandulones que nos acompañaban.
Un silbido de impresión salía de mis labios al ver un gran auto mientras volteaba a ver a Rafael y recibiendo una expresión de risa mezclada con orgullo.
Nos subimos mientras el chofer saludaba al Rafael y ponía en marcha el auto.

•Amor en caída libre•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora