•Amor en caída libre•

Rayos de esperanza

Rafael:

Tan pronto llegamos a Francia el teléfono de Nicole empezaba a sonar, había llamadas y mensajes para arreglar cosas sobre su familia.

—No te preocupes, yo entiendo que debas irte.- le mencioné antes de que me pidiera disculpas por la pronta huida que daria- disfrute tanto estar contigo hoy.

—Gracias por hacerme sentir aquella chica tan especial que me hiciste ser hace tiempo, te amo.- me abrazó y en un momento dió vuelta y se fué.

Después de ese momento me dispuse a volver al tema de Danny, me había dejado la duda aquel sujeto en Italia y no podía dejar las cosas en el aire.

Tomé un taxi saliendo del aeropuerto que me llevará a su casa, debía hablar con el urgentemente. Saqué mi teléfono para contactarlo pero mi mensaje se quedó ahí, no respondía al momento como siempre.

Cuando iba en la esquina de su cuadra bajé del auto y mientras me acercaba a su casa que quedaba a unos pasos ví a Ethan voltear a verme y echar a correr hacia mi.

— ¿Donde estabas? Te he buscado por todos lados. Danny ya no está.

Me había enmudecido, estuve un día fuera por salir con Nicole y esto era algo que no me esperaba.

— ¿Qué ocurrió? Si tú estás aquí el debería estarlo, no se separan por nada. ¿Donde está Lya?.

—Fue culpa de su padre, se lo llevaron , se sacrifico para que te dejarán a ti y a Lya en paz.- dijo mientras se limpiaba sus ojos llorosos.

¿Sacrificarse? Era una decisión muy repentina , apenas estábamos averiguando cosas importantes y podíamos poner el juego a nuestro favor.

— No te preocupes, yo iré a arreglar esto. Tengo una carta bajo la manga y el señor Plate me va a escuchar, nadie toca a mi familia.

Ethan estaba cabizbajo pero me veía con esperanza , me di la vuelta y me siguió con seguridad. Esto no iba a quedarse así y no se saldrían con la suya, no dejaría que abandonara a Lya, estúpido chico.

Estábamos en la esquina y me dirigía directamente a la casa de Lya , la ira me había consumido y no medía las consecuencias de mis actos , meterme ahí sería entrar a la casa de mi enemigo.

Era un edifico donde se entraba por puerta que se abría desde adentro, afortunadamente una señora estaba ahí, dispuesta a salir la interrumpi inventando una plática amablente.
Cuando se alejó detuve la puerta con una mano y tranquilamente entré.

— Quédate en la entrada de escaleras de emergencia, si sucede algo sales de aquí sin mirar atrás ¿de acuerdo?- me dirigí a Ethan.

Este asintió con la cabeza y corrió directamente a una posición segura.

Tomé el elevador y cuando llegue al piso correcto tomé algo de calma , mientras caminaba hacia la puerta donde se encontraban me acomode el peinado y la chaqueta, estaba dispuesto a entrar.

Levante el puño y con tres toques hice notar mi presencia, había cosas que arreglar.

— ¿Quien es?- sonaba una voz desde adentro.

Manteniendo silencio absoluto espere y la puerta lentamente se abrió, una mujer había asomado su rostro y con intriga se dirigió a mí.

— Hola, ¿Que se le ofrece?

— Hola que tal, ¿Se encuentra Lya?- respondí con una sonrisa que disfrazaba mis intenciones.

— Si, claro, ¿Eres de su colegio?- respondía abriendo su confianza muy fugazmente.

—Si, somos grandes amigos,  ¿puedo pasar?.

— Claro, adelante, en seguida le hablo , espera en la sala.- dijo mientras se alejaba.

Y así fue, me senté tranquilamente a esperar , esto iba a salir bien y no tardaría en arreglar las cosas.

No había pasado más de medio minuto cuando el sonido de pasos en las escaleras retumbaba intensamente por el eco del lugar, gire la cabeza y mi mirada se posó en aquellos pues que hacían tanto ruido.

— ¿Raf... Rafael?- su voz estaba cortada con un nudo en la garganta.- ¿Que haces aquí?

— Vengo por mi amigo y supongo que quieres ver a Danny de nuevo, necesito que...

— ¡Lya alejate de ese sujeto!- una voz interrumpió nuestra plática y había cometido el error de encontrarme.

Era su padre, había salido del corredor detrás de ella mientras me miraba fijamente. No estaba de buenas e interrumpirme había sido una mala decisión.

— ¡¡Devuelveme a mi amigo!!- grite con todas mis fuerzas levantándome y corriendo bruscamente hacia el.

Todo iba tan lento y había detonado todo en mi interior, me dirigía hacia el con toda mi fuerza y no pensaba detenerme, un momento después me encontraba embistiendolo sin piedad alguna cayendo ambos al suelo.

Rodando para levantarme recibí un golpe en mi costado y en el calor del momento empecé a propinar golpes para sacar mi enojo, era intenso y recibia tanto como daba.

—¡Detenganse!

Ambos con el puño cerrado volteamos y estaba Lya parada enfrente de nosotros , me levanté con el rostro lastimado y limpiando me con mi antebrazo me aparte de su padre que estaba un poco aturdido por la situación.

Lya comenzó a llorar mientras la habitación se encontraba en silencio y yo perplejo no hice nada para no empeorar las cosas.

—Rafael, no vengas a buscar a Danny , no está aquí y temo que no esté aquí nunca más.- dijo entre sollozos sufriendo por cada palabra que decía.

—No vine a escuchar tonterias, se que tú padre está envuelto en esto y no me voy a ir hasta poder resolver esto.

—¿Es tan importante para ti? Tú eres alguien muy problemático desde siempre, como pretendes arreglar cosas actuando así.-interrumpio su padre.

—Tu estuviste de acuerdo en lastimar a tu hija alejándolo de la persona que quiere y de la persona que le salvó la vida. ¿No tienes ningún sentimiento por tu propia sangre?.- añadí.

—No soporto ver a mi hija tan lastimada pero esto va a pasar, no podría aguantar verlo muerto, ese chico no me desagrada sino lo contrario pero el se metió en cosas que no debía y se fué por si solo.

—Dime donde está o te juro que tú y tus planes se verán acabados, tengo el poder de hacerlo y me conoces tan bien que sabes que no estoy jugando, si no lo haces por mí hazlo por tu hija.

—Amor, dile donde está, no quiero esta familia destruida.-era la madre de Lya, posada en la pared escuchando la conversación se había incluído.

Sin poder oponerse sabía que era lo correcto , se limpio la sangre del rostro y se dirigió a mí.

—¿Vas a cuidar de ambos? Debes jugar mantenerla a salvo, es mi única condición.

—Protegere su existencia aunque cueste la mia.- respondí con firmeza y seguridad.

—No sabía que eras alguien con corazón, después de tantos problemas que causaste me parecían frívolo, ya estoy harto de las cosas en las que estoy entrometido. ¿Quieres trabajar junto a mi?

—¿Vas a darle la espalda a tu organización?, Si tus intenciones son buenas cuenta conmigo, tienes un compañero más y tu familia estará bien.

—Siento haber causado mucho aquí, antes que nada te debo una disculpa-dijo mientras alzaba la mano para estrecharla.- ahora vamos por tu amigo.

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Hola, tal vez no lean esto pero gracias a los que dieron apoyo y lo han dado, lo agradezco, siento no ser activo pero la vida ha cambiado y estoy más ocupado.
Gracias por leer y prometo subir pronto💯 ☺