☔️Despues de la tormenta sale el sol☀️

8 2 0
                                    

Poema:

Déjame dormir en tus brazos mientras mi respiración se desvanece lentamente, déjame cerrar los ojos sin saber que no te volveré a ver otra vez porque ya no puedo vivir.
Estoy muriendo, no de amor, muero de verdad, no gane la batalla.
A este ritmo solo me queda esperar mientras cada recuerdo se desvanece de mi mente, nuestro pasado siendo quemado poco a poco.
Cada día esperando verte para poder tenerte otro día más en mi cabeza, otra risa más resonante y otro abrazo cálido que recupere mi temperatura.
Noches largas viendo al infinito, muriendo de frío pronuncio tu nombre, las palabras cruzadas y ahogadas por el viento, no puedo caminar si no es a tu lado, no puedo sentir nada mas que tu mano en mi pecho.
Tal vez este es mi fin, la tinta de mis poemas se acabo, mi sangre no circula y mi corazón se detiene ya. No puedo recordar nada y mi vista se nubla.
Gracias a ti vivi, gracias a tus besos, gracias a los momentos en donde nos abrazábamos hasta dormir, gracias a todo eso pude recordar la vida perfecta.
Y aquí estas conmigo, una primera y ultima vez en varios años, sosteniendo mi mano y la otra posándola en tu corazón, latiendo al mismo tiempo como antes.
Déjame dormir en tus brazos otra vez, déjame ir sin llorar, sin dolor, sabiendo que alguna vez fuiste mía y que alguna vez nos amamos, solo déjame morir.
🍃❤️🍃❤️🍃❤️🍃❤️🍃❤️🍃❤️🍃

Narra Lya:

Habían pasado un par de horas desde el incidente en la escuela, me sentía terrible y muy perdida, estaba sentada en una banca mientras veía a los demás alumnos seguir con su día normalmente sin saber lo que había pasado y por lo que yo estaba pasando. Era el turno vespertino y yo debajo de un árbol con el panorama de la oficina de mi padre y la salida de la escuela donde había partido la ambulancia con Danny.
Mi papá no me había dejado ir, se negaba rotundamente a dejarme salir sola después de lo sucedido, el se preocupaba por mi pero yo estaba aún más por Danny. ¿Estará muerto?, no podía sacarme su imagen de mi cabeza, ¿como alguien lo lastimaría? Era su primer día y ya lo habían intentado matarme si no es que ya, solo de pensar eso me hacia llorar.
Eso había hecho desde hacía horas, llorar sin parar mientras el día de los demás era de los mas normales.
Me levante de la banca para buscar algo de comer, tenía hambre y era razonable, sequé mis lagrimas con las mangas de mi ropa y di la vuelta para llegar a la cafetería. Se encontraba detrás mía y al haber clases no había mucha gente.
Al ser la hija del director solo pase directamente aunque no hubiera fila, y la demás gente se hacia a un lado al ver mis ojos rojos por tanto llorar.

-¿Me puede dar un par de pastelillos porfavor? Muero de hambre.- dije mientras llevaba mis manos a mi estómago.

-No estés triste pequeña- me dijo el encargado de la cafetería, un buen amigo de la familia.- todo saldrá bien, toma, come y piensa en otra cosa.

-Gracias, muchas gracias, espero que todo se arregle, es algo bastante raro y triste - dije mientras tomaba la comida- voy a ir a sentarme, vuelvo mas tarde.

Parto de allí y mientras iba de regreso a la banca donde estaba sentado iba comiendo, me sentía un poco mas relajada mientras comía, tenía un hoyo en el corazón y el del estomago se estaba llenando poco a poco.
Cuando iba cerca de la banca tropecé con un chico, me hizo tambalear y en seguida me pidió disculpas, en ese momento algo había atraído mi atención.
Era Ethan, estaba en la escuela, no me había dado cuenta ya que no lo había visto en todo el día, el no iba en esta escuela ¿o si?.

-¿Qué hace aquí y no con Danny?- me pregunté.

Se veía bastante decidido sobre algo, miraba a varios lados buscando no ser visto y se dirigía a la puerta de salida, pero me llamo la atención saber que no salió , giro hacia el pasillo justo donde iba yo para ir a mi lugar favorito en la escuela. ¿Conocería mi escondite? , nunca había estado aquí como es que..
Dejando las teorías para otra ocasión deje mi comida en el asiento donde estaba y me dirigí a donde iba Ethan.
La curiosidad me estaba comiendo la cabeza y cada vez más ideas se presentaban en mi mente. Llegando a la entrada di la vuelta y ahí estaba el esperándome.
Ver su repentina sorpresa me asustó y antes de que gritara su mano tapó mi boca por completo haciéndome asustar más.

•Amor en caída libre•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora