Narra Elena:
Los días pasaban y yo cada día estaba más comoda con Antonio, nos reíamos muchisimo, me trataba como a una reina... la verdad es que no tenía queja de él. Alejandra y Adriana me solían decir que se notaba a legua que Antonio me quería, pero yo lo negaba, era como mi hermano, ¿Tan difícil era de comprender en ese grupo que un chico y una chica pueden ser mejores amigos?
Pasaba el tiempo y las cosas seguían sin alteración alguna con Antonio. Yo estaba pasando por un momento difícil de mi vida, a mi padre le habían detectado cáncer y estaba ingresado en el hospital, yo no podía creerlo, era tan... tan... no tenía ni palabras para poder describir esa situación, mi padre, mi hombretón, el que siempre estaba ahí firma cuando las cosas se torcían, el que siempre buscaba la cara positiva de las peores situaciones... ¿Por qué todo lo malo le pasa a la gente buena? Si Dios existiera no dejaría que estas cosas pasaran me decía a mi misma... Fué una de las peores épocas de mi vida, por no decir la peor, mi cumpleaños de los 13 años me lo pasé visitando a mi padre al hospital, la verdad que era el mejor regalo que nadie me podía hacer, la operación habia salido bien a pesar de ser una operación muy complicada y él estaba estable, me dio un abrazó y lloré, lloré de felicidad, de ver que uno de los pilares más importantes de mi vida podría seguir allí viendome crecer y disfrutando de la vida conmigo, nos dejaron solos en la habitación y me dijo unas cosas que nunca se me olvidarán:
-Papá. ¿Sabes? Pocas veces en esta vida había pasado tanto miedo Elenita, muy pocas, someterte a una operación y entrar sabiendo que hay pocas probabilidades de sobrevivir a ella... es bastante... Impactante. Pero pensé en ti, en la abuela, en mis hermanas, y en lo que nos queda por vivir, el peligro es una cosa que no podemos evitar, pero el miedo... el miedo es opcional, entré al quirofano convencido de que iba a salir de allí porque si, porque estaba seguro que mi vida no se acababa ahí porque aún me quedan muchas anécdotas por vivir y tonterías por hacer, y quiero que pase lo que pase, si es que un día pasa algo, que tengas siempre presente que eres lo más importante de mi vida, mi sol y mi cielo, y si algún día me voy, aunque espero que sea dentro de mucho tiempo, que te quiero.
-Yo. -le contesté entre lagrimas- Cuando me enteré que estabas aquí, no sabía como reaccionar, me faltaba el aire, no me dejaban venir a verte porque decían que iba a ponerme peor, que no iba a saber controlarme y llevar la situación, y ahora, que ya sé que estás bien, no voy a dejar que me faltes nunca, siempre tengo presente que me quieres, y que soy tu niña, estemos enfadados, estés aquí o allá, y que sepas, que yo también te quiero, más que a nada en el mundo, vale?
Era hora de irse ya que había terminado el horario de visitas, y a pesar de que ya habían dicho que mi padre estaba estable, necesitaba oír que ya estaba del todo bien.
Ese día dormí en casa de mi abuela, y estaban esperandome en la urbanización un par de amigos, Juan y Rafael, y celebré el resto del día de mi cumpleaños con ellos, que intentaron animarme y hacer que las últimas horas fueran bastante divertidas, cuando ya llegó la hora de irse a casa, me fuí a dormir pronto y con un poco de ilusión ya que al día siguiente hacia la fiesta de mi cumpleaños, como todas las niñas de mi edad.
Me levanté, me vestí, desayuné, limpié, comí... Todo deprisa y corriendo, preparando todo para esa misma tarde. El cumpleaños era un local cerca de mi casa, y lo adornamos de una manera especial para la ocasión, todo muy bonito, con globos rosas, guirnaldas y una tarta de chocolte inmensa que me la comía con la mirada, qué rica!. Empezaba a llegar la gente, solo fataron un par de amigos, no pasaba nada, todo lo demás era perfecto, estaba tirste porque mi padre no pudo venir, pero aún así intente disfrutarlo. Cuando terminó, me fui contenta, todo fue muy bien y con muchas sorpresas, pero la verdad que cuando terminó el día en lo único que pensaba era en irme a dormir ya que estaba cansadísima después de ese día tan ajetreado.
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¿Por qué siempre tú?
Teen FictionEsta historia trata de un amor adolescente, complicado, pasional e intermitente, pero a la vez duradero, a veces más serio, a veces en juego, pero siempre lo primero.