El tiempo fue pasando, lento, pero pasaba, las cosas mejoraban poco a poco, mi padre iba a quimioterapia, y aunque no estuviera todo lo mejor que una persona puede estar... estaba, que ya era bastante, y sólo por eso, ya era motivo de celebración.
La Navidad llegó, ese año me tocaba celebrarla con la familia de mi madre, -que por si no lo he dicho, mis padres se separaron cuando yo tenía tres añitos- y todo fue muy alegre, con las cenas en casa de la abuela, sonrisas y lágrimas de felicidad, toda mi familia, por muy lejos que estuviese, se juntaba allí, y pasabamos una de las mejores semanas de todo el año. Lo que más me gustaba era sentarme en el silón con mi abuela y ver hacerse las castañas, era tan especial... La semana terminó y me tocaba irme con la familia de mi padre a pasar nochevieja, añonuevo y reyes, era muy especial también, pero más divertido, los momentos con mi padre, con mi tía y mi abuela no los cambiaría por nada en el mundo, contando chistes, haciendo apuestas a ver quien se atragantaría antes con alguna uva, los típicos chistes verdes que se suelen mandar por mensaje a tus amigos, era un no parar de reír.
Las vacaciones terminaron y ya llegó la rutina, el colegio, la clase, esas caras que llevaba un buen tiempo sin ver...
En clase tenía un grupo de amigas, eramos cuatro, pero dicen que mejor calidad que cantidad ¿No? Eramos las "MALAS" jaja, Marina, Ana, Lucía, Andrea y Silvia, mis mejores amigas desde preescolar, con las que podía contar para cualquier cosa, o por lo menos eso creía yo, hasta que terminó el curso, y... como no me había esforzado lo suficiente por todo lo que estaba sucediendo a mi alrededor y que yo ya era vaga de por si, repetí curso, y mis supuestas amigas me dieron de lado, pero la verdad... me daba igual, tenía mas amigas y nadie es imprescindible ¿o me lo vais a negar?
A mi lo que me importaba es que era verano, el año siguiente sería un año duro, pero el verano aún podía disfrutarlo, pasé la mayoría del tiempo en la urbanización de mi tía con Antonio y Adriana, hacía muchisimo tiempo que no los veía y les puse al corriente de todo.
-Elena-. Hola chicos, ¡Cuanto tiempo! ¿Cómo estáis? ¡Os he echado muchisimo de menos!
-Antonio-. ¡Hola guapa! Pues estoy igual que siempre, vago y feliz, yo también te he echado de menos, no te imaginas cuanto...
-Adriana-. Hola Ele, pues estoy muy bien, ya veo que tú tambien, me gustaría hablar contigo pero ahora tengo muchísima prisa, os veo mañana ¿vale?
-Elena y Antonio-. Bueno vale, adiós!
-Elena-. Anto, ¿Tú entiendes que haya venido para irse?
-Antonio-. Pues no mucho, ¿y tú? ¿Crees que le pasa algo?
-Elena-. No estoy segura, pero la noto rara, hace mucho que no me llama por teléfono... Ella sabrá. Tengo una mala noticia que darte...
-Antonio-. Dispara ya.
-Elena-. He repetido curso... No se que voy a hacer la verdad... Encima de que mis padres me haan castigado sin paga, mis amigas, Marina, Andrea, Lucía y Silvia, las noto muy raras conmigo, quedan sin mi, no me llaman y cuando quedamos hablan de temas que yo no entiendo y me siento desplazada, me siento excluida...
-Antonio-. ¿¡¿¡QUE?!?!? ¿Has repetido curso? -Coge aire y da varias vueltas hasta calmarse- Elena, no serás la primera ni la última que repita un curso, pero por favor, este año esfuérzate al maximo coj...córcholis. Y lo de tus amigas, ya te dije yo que eran demasiado superficiales, a mi me da la impresión de que te consideran menos que ellas por no haber estudiado... Son imbéciles.
-Elena-. Me esforzaré y lo sabes, no quiero repetir más, y mis "amigas", el año que viene se verá con claridad, de momento prefiero dejar el tema.
-De repente vimos llegar a un chico nuevo a la urbanización, iba con un bañador azúl, conjuntado con sus ojos, una camiseta blanca, y unas chanclas también blancas, vino hacía nosotros y se presentó-
-Dani-. Hola chicos, me llamo Dani... Soy nuevo en la urba, me acabo de mudar hace dos días y no conozco a nadie, ¿Cómo os llamáis?
-Me quedé embobada, era guapísimo y mientras que Antonio se presentaba y se daban la mano y se reían yo estaba quieta, mirándole sin pestañear siquiera, hasta que Antonio me pegó un codazo y me hizo volver a tierra-
-Elena-. H-Hola... Me llamo Elena, pero puedes llamarme Ele, encantada de conocerte Dani, nos ibamos a ir a dar un paseo, ¿Vienes?
-Dani-. Claro, ¡Subo a por las llaves y nos vamos!
Nos fuimos a pasear, y tenía un acento que... qué se yo, me volvía loca, Antonio notaba que Dani me gustaba e intentaba llamar mi atención a todas horas, y resultaba un poco pesado, ya que yo sólo quería centrar mi atención en una única cosa: Dani. Se hizo tarde y fuimos corriendo a la urba, pero sin mérito ninguno porque llegué a casa media hora tarde de la hora que había prometido... Mi tía y mi abuelas me esperaban un poco enfadadas en el salón, y como no me apetecía discutir, me fuí a dormir evitando cualquier posible discusión y me quedaba con la felicidad de haber conocido a Dani, me fuí a dormir muy pero que muy contenta, ya mañana sería otro día para hablar con mi tía y con mi abu.
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¿Por qué siempre tú?
Teen FictionEsta historia trata de un amor adolescente, complicado, pasional e intermitente, pero a la vez duradero, a veces más serio, a veces en juego, pero siempre lo primero.