¿Por qué siempre tú?

Capitulo 2. Una amistad especial.

Narra Elena:

La semana pasó rapido, y la verdad, tenía curiosidad por volver allí e investigar el sitio, aunque a mi madre, María, no le hacía mucha gracia que de lo único que hablara fuera de aquel sitio, y de la curiosidad que tenía.

Mi tía me recogió de mi casa, y ayude con la mudanza, muchas cajas, muebles desmontados que había que montar, limpiar el suelo, ordenar los trastos... No me hacía especial ilusión, pero tenía que hacerlo, ya que si no lo hacía no me dejarían ir después con mis nuevos amigos.

Antonio me llamó nada más terminar, y bajé corriendo, casi atragantandome con la cena, con los cordones de las zapatillas a medio atar y con el pelo despeinado, yo tan natural y espontánea como siempre...

Estabamos en el parque con los demás, pero Antonio y yo nos alejamos para hablar.

-Antonio. ¿Y eso que vienes aquí tan a menudo siendo la casa de tu abu?

-Elena. Pues la verdad, por qué estoy aquí más comoda, mis padres están separados, y como con la novia de mi padre no es que me lleve muy bien, prefiero pasar más tiempo con mi abuela y mi tía, aunque sigo viendo a mi padre cada fin de semana.

-Antonio. ¿No me digas? Mis padres también están pasando por un divorcio, pero yo no tengo la misma suerte que tú de tener a alguien con quien poder escaparme un poco.

-Elena. -Me dió un poco de pena, sé lo mal que se pasa cuando tus padres se separan, aunque en mi caso lo sufrí de bien pequeña, así que no me lo pensé y le abracé-. Seguramente lo estarás pasando mal... pero todo es acostumbrarse y que se estabilice, todo tiene una parte positiva, ¿no crees?

Seguimos hablando varias horas más sobre varios cosas hasta tarde, ya era hora de irse a casa, aunque ese día dormía allí. 

Iba pasando el tiempo, los meses, y la verdad, es que Antonio y yo cada vez eramos más amigos, nos contabamos todo, podíamos hablar de cualquier cosa, no importaba lo personal o complicado que fuera, siempre nos escuchabamos e intentabamos ayudar, con el resto de la gente también me llevaba bien, con Blanca y Adriana sobre todo, pero no se podría comparar una cosa con otra, amistades totalmente diferentes.

Se podría decir que lo consideraba mi mejor amigo, aún conociendolo poco más de medio año, también con eso que se demuestra que no hace falta demasiado tiempo para demostrar que alguien te importa.