Capitulo 8

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-Kyoko....puedo preguntarte algo que me lleva molestando -dijo un poco molesto 

-Hmm....¿qué pasa?-preguntó entre sus brazos, Ren la alejó un poco para que lo mirara fijamente 

-¿Ese tio con el que vives es el padre de tus hijos?-dijo muy serio, Kyoko no pudo más al ver su expresión tan seria se empezó a reír a carcajadas, Ren estaba un poco enfadado él hablaba muy enserio al preguntárselo y ella se reía en su cara 

-jajaja -lo miró y vio que se había enfadado un poco, lo que hizo que se riera aun más-lo jajajaja siento jajajaaja...-después de tranquilizarse un poco empezó nuevamente a hablar-es imposible que tenga un hijo con él- suspiró y lo miró fijamente-escúchame atentamente no quiero desmayos o malas caras ok?- dijo muy seria, a lo cual él asintió-el padre de Ren y Yukii eres tú... 

A Ren se le formó una sonrisa angelical, cogió la mejilla de Kyoko y la atrajo hacia él, la besó apasionadamente, después del beso la abrazó fuertemente. 

-Me acabas de quitar un peso de encima- dijo suspirando-ese...ee.....Haru dijo que vuestra relación va más allá del amor, y yo pues pensé que te habías olvidado de mi ...y ...no quería perderte... 

-Hmm.....bueno en verdad es que nuestra relación va más allá del amor ...-vio como el rostro de él cambio, estaba un poco irritado por lo que había escuchado-pero aun así yo nunca podré olvidarme de ti...eres demasiado importante como para olvidarte....-él la besó apasionadamente. 

Después de varios besos más recogieron la sala donde habían comido, él terminó antes que ella ya que se había puesto la limpiar la cocina, al ver que estaba a punto de terminar se acercó a ella la abrazó por la cintura y la empezó a besar su cuello, ella había apagado el grifo ya que sabía que como el siguiera lo que estaba haciendo no iba a terminar, se empezó a dar la vuelta lentamente hasta quedar cara a cara con él. Lo atrajo más hacia ella, necesitaba recibir su calor...y volver a compartir lo mismo que aquella noche. 

Ren la besó apasionadamente, sus manos estaban bajo la camiseta de ella, necesitaba tenerla a su misma altura así que la cogió de los muslos y la subió a la encimera, ella había entrelazado sus manos alrededor de su cuello mientras compartían uno de los besos más pasionales del día, después de un rato ella empezó a desabotonar la camisa que él llevaba puesta bajó y subió sus manos desde el cuello hasta sus abdominales varias veces, la cogió por los glúteos y se empezó a encaminar hacia su habitación haciendo varias paradas para deleitarse con sus besos, después de varios minutos llegaron a la habitación, la recostó sobre la cama, después se quitó la camisa que llevaba desabrochada y vio como ella se quitó su camisa dejando ver un sujetador negro de encaje con un pequeño lacito blanco entre sus senos, se acercó a ella y la volvió a besar, esta vez fue un beso muy tierno y lento, mientras tanto se acostó encima suyo y la empezó a dar varios besos por el cuello hasta bajar hasta el sujetador, a ella le daba espasmos cada beso que recibía, bajó una de sus manos hacia los pantalones de Ren y los desabrochó rápidamente sabiendo que él también la necesitaba, tanto o más que ella a él. Las manos de él desabrocharon fácilmente los pantalones de ella, los bajó lentamente hasta quitárselos, viendo que sus pantalones estaban de camino a ser quitados la ayudó a deshacerse de la prenda, la miró de cabeza a los pies y le dedicó la sonrisa más seductora alguna vez inventada. 

-Eres preciosa- le susurró al oído mientras mordía el lóbulo 

Ella lo estaba besando por el cuello cuando sintió una mano de él sobre uno de sus senos y la otra mano intentando desabrochar el dichoso sujetador, ella empezó a reir porque él estaba intentando abrirlo por atrás, no se había dado cuenta que ese sujetador era de los que se abrochaban por delante. 

Nunca te olvidéDonde viven las historias. Descúbrelo ahora