Samantha

Primer encuentro

En este momento agradezco de corazon que vivamos  en una calle tan amplia. Me cuelgo de la barandilla y salto con todo mi cuidado con la intención de no acerme daño al caer, al pisar el suelo de la calle corro con todas mis fuerzas para intentar que no me alcancen. ¿Tan malo es lo que eh echo?. Yo solo quería justicia y ahora me encuentro aquí corriendo para salvarme el peyejo. La gente se interpone en mi camino como si hoy decidieran todos ponerse en mi contra, ¿porque hay tanta gente a estas horas de la noche? Se me olvidaba, es verano y lo que mas odio del verano es que se pongan a las tantas de la noche a chillar.
Me meto en el primer callejón que encuentro y no paro de correr, solo espero que no me encuentren, sigo corriendo e intento con todas mis fuerzas no pararme para recuperar él aliento.
¿Donde estas dios cuando te necesito?.
No se nisiquiera en que dirección voy, solo se que no puedo parar de correr y que no debo dejar de correr.
A un par de manzanas esta el metro, lo mejor sera meterme allí.
Giro la vista hacia atrás y veo al hombre detrás de mi, dios mio si no acelero me va a coger.
Y allí esta, ya la veo, bendita seas parada del metro, por favor que haya un tren a estas horas , por favor.
Bajo las escaleras de la entrada del metro y cuando estoy a punto de bajar él ultimo escalón él hombre se abalanza encima de mi, me da tiempo a reaccionar y con un movimiento muy bruto (normal, no se nada de lucha) le doy con el codo en la barbilla, lo que el responde soltandome, eso me da tiempo y me cuelo por la cajera y gracias a dios hay una serpiente gigante a punto de irse (el metro). Subo a toda prisa y juraría que en las puertas algun pelo mio se a quedado. Al darme la vuelta veo la cara del hombre frustrada detrás de las puertas ya cerradas y me permito hacerle un salidto con la mano a lo Beyonce mientras le sonrió con ironia y cuando el metro se pone ya en movimiento suspiro de alivio (por los pelos, y literalmente). Y en este momento y me importa una mierda la gente que me mirase, me tiro al suelo y decido que no me levantare hasta estar bien calmada.
Después de estar unos dos minutos tumbada en él suelo y escuchando los murmullos de la gente hablando de mi decido levantarme y coger un asiento. Me siento al lado de una señora mayor y en este momento no se que es lo que haré con mi vida. ¿Y ahora que? ¿A donde pienso ir? ¿Con quien? . No pienso ir a ninguna casa de ningún familiar ni amigo. Estoy sola. Y allí esta la maldita lágrima amenazándome por salir, y no se que hacer, estoy en él metro a las 00:45 de la noche con rumbo a ninguna parte.
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Jace Narra.

Te encontre, aquí estas por fin, bueno tampoco fue tan difícil, con tal de rastrear tu móvil.
Me siento delante suya y me fijo en ella. Vaya, es preciosa, normalmente las chicas de su edad y con esa carita estarían en una discoteca rodeadas de veinte chicos intentado conseguir su teléfono. ¿Porque habrá decidido tomar otro camino? Mientras la observo veo en sus ojos lágrimas y con la mirada perdida en él suelo. Supongo que no será fácil, aun no se como tuvo él suficiente valor para hacer lo que hizo. Esta chica no deja de sorprenderme. Me mira con los ojos cristalizados por las lágrimas y él ceño fruncido, sabe que ya me ha visto algún vez. Yo no me intimido y le sostengo la mirada y cuando le echo una medio sonrisa ella se sonroja y agacha la cabeza. Es adorable.
Cuando el metro se para después de tres paradas atrás ella se levanta y decide bajarse, con disimulo me levanto y la empiezo a seguir. Sale a la calle y toma una dirección ¿a donde va? En este sitio no vive ningún familiar, ¿que hace aquí?. Se mete en un callejón a toda prisa, me doy prisa e intento alcanzarla.
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Sam narra
¿Quien es? ¿Porque me sigue? ¿Como me a encontrado? Me meto en un callejón a toda prisa para ganar tiempo, sacó de la mochila la pistola de agua que le cogí prestada a mi hermana pequeña y rezo para que no se de cuenta de que es de mentira. Aparece por la esquina del callejón y le apunto con la pistola.
-Tranquila, no te voy a hacer daño.- dice con las manos levantadas. Bien se a creído lo de la pistola.
-¡¿Quien eres?!- pregunto yo apuntándole aun con la pistola.
-Mi nombre es Jace y estoy aquí para ayudarte.- dice como si yo fuera una loca demente que le esta apuntando con una pistola, bueno, por lo menos es una pistola de mentira.
-¿Porque quieres ayudarme?- pregunto confusa.
-Se porque te buscan y se lo que hiciste con esa cantidad de dinero, enrelidd no quiero ayudarte, quiero un trato.
-No te voy a dar dinero si es eso lo que buscas.
-No, no es eso lo que quiero. Si tu me ayudas con lo que quiero, are que esos hombres dejen de seguirte.
Y al escuchar esto bajo la pistola.
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