Cuando termine de vestirme otra vez la mujer apareció yo le pregunté su nombre al cual me respondió.
- Sólo llámame Ana. Ven conmigo por favor. No, le respondí. Sólo quería ver a mi madre.
Ana- ¿Quieres ver a tu madre? ¿Quieres respuestas? Ven conmigo por favor. Accedí ir con ella y ella me llevó hasta un comendor con una mesa llena de mucha comida allí estuve esperando como unos diez minutos hasta que apareció un hombre de mentón fuerte, ojos azules y cuerpo que parecía un modelo pero un tanto, tal vez demasiado blanco casi lúgubre su color de piel pero guapísimo.- Hola Cristal. Hola mi nombre es Kaleb. Te contaré el por qué tu estas aquí y la razón de por que te dieron por muerta en el hospital. El continuo disculpandose y explicandome por que no podía ver a mi madre que para ella yo estaba muerta y verme sería un susto incalculable y que el sabía que ella no estaba bien. Mientras más escuchaba su voz más familiar se me hacía, pasados unos 10 minutos de escucharlo hablar me di cuenta de que el era el supuesto médico que me atendía en el hospital. - Ya se quien eres, eres el desgraciado que le dijo a mi madre que estoy muerta ccuando no es cierto. Me enviaste a la morgue y me dejaste por tres días allí congelandome y para colmo me secuestras y me traes a tu casa muy hermosa y demasiado elegante como para ser un médico de hospital público. ¿Quién diablos eres realmente? El sólo escuchaba y no repondia nada y eso me daba más coraje lo único que dijo fue traigan la cena ¿Qué cena? Con toda la comida que había encima de la mesa ¿iba a traer más? Este hombre es un derrochador.