La discusión continuo hasta que Kaleb se dejó de escuchar yo pensé que iba a morir y que ya venían por mi.
Kaleb- Aquí tiene a su chismoso, senador.
-No, no me maten por favor
Senador- No se de que hablas
- ¡Ya! No seas imbécil Diego. No debes tenerle miedo a este niñito de mamá que tiene medio siglo menos que tú.
Senador- ¡Basta Zac!
En ese momento mi curiosidad pudo más y salí a escuchar un poco más de cerca- ¡Por favor! No me maten. Esas fueron las ultimas palabras pronunciadas por ese hombre por que Jenna le arrancó el corazón. Yo me fui para mi habitación y en ella estaban los dos de los 5 hombres que vinieron con el trío senatorial.
Jenna- Qué les quede claro a todos los que están en esta habitación aquí no se tolera las faltas a nadie y mucho menos a simples humanos y tu niña tu morirás. En ese momento los ojos de Malena se transformaron e hizo un movimiento con su mano y dijo en mi casa entra quien yo quiera que entra y muere quien yo quiero que muera. Le arrancó el corazón a Jenna y la dejó hecha un bache de sangre.
Kaleb- ¡Todos fuera! Suelten a la chica o no querrán un poco de acción por parte de mi madre.
Senador- Esta es la guerra
Malena - ¿Guerra? No me hagas reír. Te maté a tu perra y ahora falta el perro y si no te vas te juro que..
Kaleb- ¡Madre!
Yo lo único que dije fue, quiero irme para mi casa por favor. Malena se me paró adelante y me dijo. - Descansa mi niña luego te explico todo con detalles- Me tocó la frente y allí quedé