Final

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Comencé a enloquecer, perdí la cordura. Sentí que si seguía donde estaba terminaría lastimadando a todos, incluso a aquellos que ya se encontraban lejos de mi.

Entonces me puse de pie, respiré profundo y corrí. ¿hacia donde? no lo se, simplemente corrí a más no poder, dejando todo atrás, ni siquiera me despedí de mis padres, Douglas, nadie. Me fuí porque quice , pero aunque no hubiese querido, ya no era mi decisión.

No se que pasó con mis amigas, aquellas hermanas mías que tanto amo. No lo se. Solo espero que aquel juego no las haya afectado, espero.

Sucede que luego de tanto correr volví a encontrarme con Nieves, pero ya no tenía miedo, estaba dispuesta a irme con ella y el reloj que ahora era otra parte de mi de la que nunca podría deshacerme. 

Esas reglas a seguir para poder mantener al reloj y mi tiempo solo terminaron siendo una trampa. El reloj jamás se rompería ni aunque rompiera cada una de las reglas. Aquel objeto no me regalaba tiempo, lo consumía. Lastima que tarde tiempo en darme cuenta.

¿Donde estoy ahora? donde siempre estuve. La diferencia es que mi alma se fue con el reloj y mi cuerpo se quedó. Nadie sabe que me fuí, mi cuerpo luce vivo, identico; solo que yo no estoy en él. 

Y mi alma, ahora encerrada en el tiempo de un reloj encantado, aguarda, para que aquel reloj sea usado por otra niña o niño ingenuo como yo lo fuí, para luego robar aquel cuerpo como hicieron conmigo. 

Me queda esperar. Solo es cuestión de tiempo.


FIN.


Cuestión de tiempoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora