Medicina

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Jamás fui fan de los medicamentos.

Ni de las inyecciones, o de las pastillas.

Las vitaminas y yo somos enemigas mortales.

Las jeringuillas me hirieron alguna vez, y odio ser herida.

El frío estetoscopio en mi pecho.

El asqueroso sabor de las paletillas de madera.

Y por último el horrible color de las paredes.

Pero claro, también hay cosas buenas.

Como el olor tan delicioso de esas cremas.

Las decoraciones anticuada que me causan tanta curiosidad.

La satisfacción personal es otro asunto.

Como saber que estas bien, que solo es un pequeño resfriado, o que no te receten ningún asqueroso fármaco, eso es lo que está bien.

Pero, ¿y los que están peor?

¿Con qué sienten esa satisfacción?

¿Como hacer feliz a alguien con algún tipo de enfermedad terminal?

¿Como haces para no sentirte mal por esas personas?

La medicina es su felicidad, los asquerosos fármacos, las dolorosas inyecciones, las detestables vitaminas.

Podrías tener un día gris y quejarte, pero hay gente que goza ver esa luminosidad, ese dia gris tan brillante.

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