Gradas

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Me quede ahí.

Sola.

Sin nada.

Ni nadie.

Solo mi cuaderno y yo.

Me dejó ahí, en esa grada. Y se fue sin decir nada. Ni siquiera adiós.

Pero esta bien.

Fue rápido, como la muerte.

Y no dolió.

Miento.

Claro que me dolio, dolio mucho.

Dolió tanto que me mataba por dentro.

Me quemaba aún peor que el fuego.

Me cortaba más que una cuchilla.

Y aun asi jamas llore. Miento otra vez...

Siempre supe que se iba a ir.

Siempre lo supe.

Solo que no sabía el motivo.

Sentía que ocultaba algo.

El.

Tan inesperado como una caja de sorpresas.

Tan inquieto como un huracán.

Y tan intenso como las tormentas.

NotebookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora