HELLGIRL | LH & TÚ

Capitulo 51

Contenido Sexual: La siguiente lectura queda a discreción del lector, contenido sensible a  continuación. 

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Luke's POV

La tomé de los muslos, haciendo que sus piernas se enredaran en mi cintura, retrocedí a ciegas para cerrar la puerta con pestillo, una vez hecha esta acción, proseguí a acostar a __________ en la cama. La chica tomó el libro sin dejar de besarme y lo dejó caer al suelo. Con desesperación, ella retiró mi camisa para luego comenzar a besar mi cuello con rudeza. 

-No sabes cuanto te odio en este momento.- Murmuró al tiempo que me hacía girar para quedar bajo su poder.- 

-Demuéstramelo entonces.- Dije para luego volver a besarla.- 

-No juegues conmigo.- Murmuró alejándose de mis labios por unos segundos, cuando estaba completamente desprevenida, hice que girara, para esta vez, yo tomar el control de la situación.- 

-No juegues tú conmigo.- Quité su vestido de dormir y me dediqué a contemplarla por unos instantes.- Eres tan hermosa.- dije sin aliento, mientras besaba su cuello con delicadeza.- 

La chica soltó un suspiro tembloroso mientras me daba más acceso a este, comencé a bajar hasta su pecho, solté su sostén y lo dejé caer al suelo. ________ soltó un gemido de satisfacción sobre mi boca cuando comencé a dejar besos mojados sobre su pecho, arqueó su espalda, haciendo que nuestros cuerpos quedaran completamente juntos. Mis pantalones fue lo próximo en caer al suelo, succione una parte de su cuello mientras retiraba la única pieza restante de tela en su cuerpo. Cuando por fin yo retiré mi ropa interior, la observé por unos segundos a los ojos, ella estaba levemente sonrojada, su coleta se había deshecho, así que solo le tomó un segundo en soltar su cabello para quedar como yo muchas veces la imaginé. Me acomodé entre sus piernas, para por fin cumplir mis deseos, uno de mis sueños frustrados, me encontraba nervioso, por primera vez en mi vida, me encontraba nervioso. Ella notó cuando me tensé por unos segundos, mirando la almohada, ella tomó mi rostro entre sus manos, obligándome a observarla, la miré a los ojos por unos segundos, se acercó lentamente a mi rostro para luego besarme con sutileza. Entré en ella de una vez por todas, haciendo que ________ soltara un gemido alto y yo un gruñido de satisfacción. Comencé a moverme lentamente dentro de ella, sin dejar de hacer marcas por todo su cuello, me acerqué a sus labios para morderlo suavemente, pero con firmeza. 

-Luke.- soltó en medio de un gemido, fue como música para mis oídos, sonreí en medio de un beso fogoso.- 

-No sabes cuantas noches deseé que esto sucediera.- mi voz se encontraba más pesada de lo normal, un gemido se escapó de mi boca, mientras hacía los movimientos más rápidos y más fuertes, sus uñas se enterraron en mi espalda, dejándome saber que estaba disfrutando tanto como yo de este momento.- Dime que eres mía, te lo suplico ________, dime que soy quien único puede hacerte sentir esto.- 

-Eres quien único me puede hacer tocar el cielo Luke.- murmuró mientras llegaba al punto más alto.- Soy completamente tuya, solo tuya.- gimió mientras se arqueaba, yo solo la sostuve en mis brazos mientras llegaba al tan esperado orgasmo.- No sabes cuanto te amo...- murmuró sin aliento, extasiada de pasión, me retiré lentamente de su cuerpo, y me acosté a su lado, ¿y ahora? ¿Qué le digo?- 

-Creo que lo mejor será dormir.- murmuré por lo bajo mirando el techo.- 

-Sí, claro, buenas noches.- escuché como decía por lo bajo, mientras se giraba, dándome la espalda.- 

-Buenas noches.- solté en un suspiro, cerré los ojos, tratando de conciliar el sueño, ella al creer que me había quedado dormido, sentí cuando se levantó de la cama, tomó su ropa, y se vistió.- ¿A dónde vas?- le pregunté cuando sentí la puerta abrirse.- 

-Iré a la cocina, vuelvo en un rato.- su voz sonaba apagada, un dolor se alojó en mi pecho, haciéndome sentir horrible.- 

-¿Estás bien?- pregunté antes de que saliera por la puerta.-

-Sí.- fue lo último que escuché de su parte, ya que había cerrado la puerta, pero su contestación había sonado sin ánimos.- 

-Mierda...- murmuré por lo bajo para comenzar a vestirme, una vez vestido, salí de la habitación, y bajé las escaleras rápidamente, entré a la cocina y la chica no se encontraba allí.- ¿________?- la llamé mientras comenzaba a buscarla por toda la casa.- ________ ¿Dónde te metiste?- la volví a llamar un par de veces, no había notado que la puerta que daba al patio trasero estaba entre abierta, me acerqué un poco, y la vi a lo lejos, estaba sentada en una de los sillones que adornaban el patio.- ¿Qué haces aquí afuera?-  pregunté acercándome a ella, al escuchar mi voz solo giró su cabeza en la dirección contraria, estaba secando sus lagrimas, se notaba a kilómetros.- 

-Solo quería estar afuera un rato, tomar aire fresco.- murmuró mirando el bosque que se encontraba al final del patio, me senté a su lado en el gran sillón, la observé por unos segundos, se encontraba de brazos cruzados, su labio inferior temblaba un poco, y no dejaba de golpear el talón de su pié contra el suelo.- 

-¿Te molesta si me quedo un rato contigo?- pregunté tontamente sin dejar de observarla.- 

-No te lo tomes a mal, pero quisiera estar sola ¿Esta bien?- su voz estaba temblando, me miró por una milésima de segundo, para luego bajar la mirada a sus piernas.- 

-Bueno, estaré en la habitación ¿Necesitas algo?- pregunté mientras me levantaba, ella mordía su labio con fuerza, negó con la cabeza rápidamente y suspiró de manera entre cortada, suspiré, besé su coronilla lentamente y me dispuse a irme. Cerré la puerta de cristal tras de mí y me quedé sentado a un lado de esta y me quedé observando a ________ desde mi lugar, la chica solo miraba hacia el bosque, hasta que minutos después, rompió en un llanto silencioso, se abrazó a si misma mientras lentamente ella caía en pedazos, rompiéndose poco a poco, frente a mis ojos.-

Comencé a maldecir mentalmente, quería ir y consolarla, yo era el responsable de esas lágrimas ¿Pero qué le diría? Observé como comenzaba a halar su cabello mientras miraba el suelo, en la posición que estaba, me dejaba ver que se encontraba sollozando. Me acerqué a la puerta, dispuesto a salir, pero mi mente solo me repetía que era una mala idea. Así que solo alejé mi mano de esta, y me giré, preguntándome que clase de imbécil soy, haciéndola sufrir de tal manera...