DOS CARAS UN DESTINO [sin editar]

Capitulo 19

Capitulo 19 - Armadura.

TN

Abrí mis ojos a la vez que soltaba un suspiro, me levanté de la cama y caminé hasta el pequeño baño. Hice mis necesidades y me duché.

Salí del baño y me vestí con una playera blanca de tirantes, un abrigo café, unas mayas y mis zapatos blancos.

Al momento de querer abrir la puerta, sentí un gran dolor en mi pecho, quemaba demasiado. Me hinqué del dolor con mis manos en mi pecho y evitando no gritar por el dolor mordí el interior de mi mejilla. El dolor se fue calmando pero aún seguía ahí.

Recargándome en la pared abrí la puerta. Tomé el elevador y bajé al piso del comedor.

Todos estaban ahí, Steve y Nick veían televisión. Bruce y Natasha estaban en la cocina conversando, Tony hablaba con Thor mientras competían para ver quién era más fuerte. Y Nate me esperaba con el desayuno en la mesa. Y aún sigo sin entender en donde se ha metido Pepper.

Nate, al verme me sonrió y al querer devolverle el gesto hice una mueca.

El dolor seguía ahí.

Me senté a su lado y me miró preocupado.

-¿Estás bien?-Colocó su mano en mi espalda y dio leves caricias a esta. Negué con la cabeza-. ¿Te duele algo?-Señalé mi pecho con sumo cuidado y el extendió su mano hacia mí con una pequeña llama azul en esta.

-No.-Alejé su mano.

-Vamos TN. Puedo ayudarte.-Negué.

-Sabes bien que al usar tus poderes de curación agotas tus energías. La última vez que los usaste casi mueres.-Suspiró pasando una mano por su cara.

-Esta bien.

Seguí desayunando y llevé mi mirada a Tony, este al verme susurró la palabra laboratorio y asentí.

-Nos vemos luego Nate.-Deposité un beso en su mejilla y él me sonrió.

-Adiós.

[.....]

-¿Tony?-Susurré al entrar al laboratorio.

-El señor Stark bajará en un momento Señorita.-La voz robótica de Jarvis soñó por todo el laboratorio.

-Gracias Jarvis.

-Denada Señorita.

Me senté en el pequeño sillón que ahí se encontraba y empecé a jugar con las costuras de mi blusa.

¿Qué querrá decirme?

Levanté la mirada al escuchar una serie de pasos venir. Al instante visualicé a Tony y le sonreí.

-Hola.-Susurré.

-Hola.-Dijo acercándose a mi. Mi corazón se aceleró al momento en que me besó, sin duda no me lo esperaba.

-¿Y eso?-Dije tratando de regular mi respiración.

-¿Que? Es mi beso de buenos días.-Sonreí negando la cabeza y me extendió su mano, la tomé gustosa-. Necesito mostrarte algo.-Asentí.

Tony me llevó al centro del laboratorio y presionó un botón que se encontraba en una mesa. Todo se desplazó hacia las paredes, los ventanales de cristal y las puertas se sellaron con láminas metálicas. Miré extrañada a Tony y este río, me señaló al frente y no creía lo que veía.

Era una especie de armadura pero a la vez era un traje.

Tony me abrazó por la cintura recargando su barbilla en mi hombro.

-¿Te gusta?-Preguntó.

-Me encanta.

-¿Por qué no te lo pruebas?-Lo miré asombrada.

-¿Hablas en cerio?

-Claro. Es un regalo.-Me giré hacia él y capturé sus labios entre los míos. Tony soltó unas risas para después colocar sus manos en mi cintura.

-Gracias.-Dije una vez que nos separamos.

-Y no has visto la mejor parte.-Caminó hacia una de las mesas y abrió un cajón de esta, sacando una pequeña caja plateada-. Creo que no te lo he dicho pero...-Abrió la cajita dejando ver una hermosa pulsera-. Con esto el traje se añadirá a ti cuando quieras, donde sea y como sea.-Tomó entre sus manos la pulsera y la colocó en mi muñeca. Yo todavía no me lo creía.

Al momento en que admiraba la pulsera una luz blanca me invadió por unos segundos y tuve que cerrar los ojos.

Tony me miraba admirado y contento, giré mi cabeza hacia el espejo de cuerpo completo que había en el laboratorio y me quedé sin palabras.

Me quedaba perfecta y me gustaba, era ligera y bonita. Podía desplegar mis alas sin problemas y no provoca algún peso extra al volar.

-Te queda perfecta. Tal como pensé.-Sonreí en su dirección y corrí ah abrazarlo.

-Gracias.

-No es nada, princesa.