—¿Y?—dijo la mujer que me dio la vida, una mujer alta, delgada, tez blanca, castaña y de ojos verdes.
—¿y qué?—Pregunté.
—¿Cómo te fue con la rectora?—y ahí vamos de nuevo.
—Em...pues...—
—¿Pues qué?—contraatacó ella.
—Pues...—alcancé a decir para mí, pero al parecer me escuchó.
—¿Pues que hija? ¿pues qué?—se veía enojada.
—Pues que no me aceptaron. Dicen que tengo muchas anotaciones para su escuela y que les haría mal a sus alumnos...—solté rápidamente.
—¿Qué?—me interrumpió mientras se ponía pálida, estaba preocupada.
—Eso, me negaron la solicitud para ir a la última escuela que tenía en mi lista...ya no hay ninguna escuela en Nueva York que no me haya negado la entrada.—dije fuertemente y un tanto enojada.
—¿Qué? ¿Te negaron nuevamente?...esto está mal, la rectora es muy buena, me dijo que te ayudaría, tú debiste hacer algo también...¿qué le dijiste a la rectora?—se le veía muy nerviosa y hablaba con un tono muy irritante
—¿Qué le dije? La verdad...le dije que me han hechado de 15 escuelas y que probablemente no sería la señorita perfecta que quieren moldear en esa estúpida secundaria...—dije la verdad después de todo, aunque doliera era la verdad.
—¿Que hiciste qué? ¿estás loca? Era nuestra última opción Emma y la has desaprovechado—sabía que mamá no me entendería y le dolería más a ella que a mí.
—Mira mamá, yo creo que deberíamos ver si me admiten en la escuela en la que iba el año antepasado...era linda y sólo me hecharon por la broma a la directora, no creo que estén tan enojados—dije con una mueca chistosa y simpática.
—Tú realmente estás loca si piensas que te dejaré ir a la escuela que tú quieras y no buena para tú futuro—no estoy entendiendo nada.
—¿Qué quieres decir con eso?—dije algo asustada.
—Que te irás a vivir con tu padre y tus hermanos a Oregon, Portland—dijo muy seria.
—¿Qué? disculpa no te entendí— ¿Que quieres qué? Es una broma, díganme que es una broma.
—Tus hermanos estan en las mismas situaciones que tú, nesesitan una escuela y tu padre llamó el otro día diciendo que había una escuela muy buena en la que él era amigo del rector, te aceptarían rápido...además podrás pasar más tiempo con Oliver, asi que ya no se habla más, les comprare a ti y a tus hermanos los boletos para el avión, has tus maletas Emma—dijo muy decidida, no entendía nada.
Luego de la "gran noticia" que para mí era un "gran infierno" nos dirigimos a la casa para contarle a mis hermanos todo lo que había pasado y hacer las maletas. También pasamos a comprar los boletos y eso fué todo. Cuando llegamos a casa yo no estaba de ánimos como era de esperar asi que me dirigí a mi cuarto y no supe más de la vida.
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Desperté cuando escuche el "Toc Toc" de la puerta que me protegía de la gente de afuera y me levante algo asustada.
—¿Quién es?—dije en un tono algo adormilada.
—¿Quien crees tú, mi pequeña bastarda?—el tono era sarcástico así que le voy a apostar que era Harry. Harry es mi hermano, él y Henry son mellizos y son los hermanos del medio ya que yo soy la menor y Oliver el mayor, los gemelos son muy parecidos a mi mamá ya que heredaron sus ojos, además de la tez blanca que todos en la familia la tenemos y el cabello castaño, los melles son los chicos más mujeriegos e idiotas que pueden existir en todo el mundo, al igual que Oliver, han estado con más de la mitad de las chicas de las escuelas a las que han ido y como es de costumbre al igual que toda la familia son bastante egocéntricos.
—¡Harry! pasa, pasa—dije feliz de saber que era él.
—¡Por fin! No sabes cuanto tiempo he estado parado afuera gritando.—Dijo abriendo la puerta.
—Ems...supongo que ya hablaste con mamá—dije de mala gana
—Si, bueno lo siento por tu admisión pero lo que ahora venía a pedirte es que hagas tus maletas por que mañana nos vamos a primera hora.—dijo muy aburridamente.
—¿Qué? ¿Tu estás feliz con la noticia o que? ¿No recuerdas a tus amigos? ¿no estás apenado?—eso salió de mi corazón.Tenía la voz quebrada.
—¿De que hablas? Claro que estoy apenado, pero siento que esto será una nueva etapa para mi vida y tambien deverías pensar en eso tú, si hablamos de mis amigos obviamente estoy muy triste ya que los quiero como mis hermanos pero aun que nos vallamos, nosotros los llevaremos en nuestro corazón, ademas de que Portland tampoco está tan lejos y hay señal para comunicarte con ellos, Asi que no llores—Terminó de decir eso y yo extrañamente me puse a reír. Nunca en mi vida habia escuchado hablar de esa manera a Harry, bueno, a cualquier Dauckins.— ¿De qué te ríes?—dijo en un tono sentimental. Tocándose su pecho.
—¿De qué me río? De tí, por supuesto— dije entre risa y risa— Dios, nunca en mi vida te habia escuchado hablar así, tan sentimental.—seguí riendome hasta que alguien me interrumpió tocando la puerta.
—¿Quien es?—pregunté.
—Soy tu madre, Emm, abreme— Oh era mi mamá, la que me mandó a Oregon.—Sé que estás enojada conmigo pero tienes que madurar, entiendeme, quiero lo mejor para tí.—lo dijo como si hubiera sido su último aliento.
—Bien, pasa—dije.
¡Hola chicos! ¿Cómo están? Bueno, esta es mi primera obra-novela y de verdad nose explicarme bien al hacer esto, pero bueno espero que les guste esta historia tan linda y que acepten mis faltas de ortografía (que son bastantes) y que apoyen esta novela!! Un saludo a todos y adiós!💗✌
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Mi Única Regla
Teen FictionEmma Dauckins; aspirante a 15 años de felicidad, decidida a recorrer la adolescencia de la mejor forma posible, sin hallar esa extraña sensación de cosquilleo por sus adentros, o como la gente lo hace llamar, el amor. Pero ¿qué sucedería si de un m...