La javiera dudó y se negó al principio, pero después le expliqué que sería solo por un tiempo, que al Español era un webeo pasajero y que no era nada importante. Accedió y nos pusimos de acuerdo para llevar a cabo ese horrible plan del que después me arrepentiría para siempre.
Fue una tarde después del colegio y en su casa. Sus papás eran cool y tenían banda ancha y PC con webcam. Me conecté entonces a MSN, la senté frente a la cámara , moví el monitor hacia el otro lado y , mientras yo escribía en el chat, ella solo sonreía a la cámara.
Era de esperar que el Español la encontrara linda. Estuvimos como media hora así y luego desconectamos la cámara y me fui a mi casa . Desde ese día seguimos chateando a diario sin falta. El me enviaba fotos y yo cada vez lo encontraba más y más rico. El no tenía webcam, pero sus fotos me bastaban . De vez en cuando iba a la casa de la Javiera para que ella pusiera la webcam, mientras yo al ladito escribiendo, con el corazón apretado de la angustia de no ser yo quien le sonreía a la cámara. Porque con el correr del tiempo me di cuenta de que me había enamorado del Español de Latinchat. Así de weona , me habia enamorado de el por el internets.
Pasaron dos años en que la mentira se estiró como chicle. La Javiera estaba más metida de lo que yo hubiera querido: dependía de ella y de su pelo rucio y su sonrisa de conejo. De una y otra forma , tenía la obligación de ser su amiga.
Yo sufría día a día por no haber sido sincera respecto a mi imagen desde el principio , pero el sufrimiento se me pasaba (o más bien volvía con más intensidá) cuando me miraba al espejo y veía mi cara de tortuga ninja. Hacía el ejercicio de sonreír para ver si ahí salvaba algo , ero no . Tenía los dientes irremediablemente chuecos , chuecos como peo de culebra. Ni con toda la línea uno del metro hecha frenillos me podían arreglar la cagá que tenía. Mi abuela siempre me decía que era igual a Denver el dinosaurio y tenía toda la razón.
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Pepi La Fea
Teen FictionPepi cree que sus lentes gigantescos, su excesiva cantidad de pelos, sus dientes chuecos y su abultada cintura no le favorecen. Y por ese motivo prefiere el mundo anónimo del internet que el peligroso y expuesto mundo real. Sin embargo, de un moment...