Es tan difícil decir adiós.

Después del desastre.

Capítulo 1. 

Siento un fuerte impacto contra mi. Luego de eso todo se vuelve confuso. No veo con claridad. Estaba en el auto. El impacto viene de mi lado derecho. Es grande. Un camión. Cierro los ojos y todo se vuelve oscuro. Escucho voces, sirenas, gritos, bocinas. Pero sigue estando oscuro. 

De repente, todo se calla. Es un silencio total. No oigo nada más que mi respiración. Se siente agitada. Inhalo, exhalo, inhalo, exhalo. Es todo lo que puedo hacer. Mis párpados pesan. 

Siento que algo me levanta, pero sigue estando todo en oscuridad. Me suben a algo. Es frío. Lo siento a través de mi delgada remera. Se mueve. Se siente como la ambulancia. Es una ambulancia. No puedo abrir mis ojos. Me siento pesado. Necesito dormir. Tengo que dormir. Voy a dormir. Caigo inconsciente en ese mismo instante. 

Me despierto, pero sigo inconsciente. No siento nada. Siguen moviéndome pero no estoy en la ambulancia. Oigo voces. Se oyen lejanas, como un susurro. Pero se amplifican. Como si me hablaran al oído. Me aturden. De pronto, duele. Siento el dolor en todas las fibras de mi cuerpo. Las voces están pero el dolor se siente incluso más fuerte que las voces.

-¡Se nos va! Traigan 100 miligramos de morfina para el dolor. ¡Tendremos que entrar a cirugía!- Lo escucho a lo lejos. El dolor seguía superponiéndose sobre las voces. -¡Carguen en 100! ¡Despejen!- Mi cuerpo tiembla. Siento cada vez menos fuerza en mi cuerpo. Se me agotan las energías. Nuevamente esa sacudida en todo el cuerpo. Luego de unas 3 sacudidas más mi cuerpo se relaja repentinamente. Las voces se callan y siento quedarme dormido otra vez.