Capítulo 3/ Último capítulo
Oí la puerta abrirse. Un doctor entra hablando junto con una enfermera. Dan vueltas por la habitación revisando todo y se vuelven a ir. Ese día toda la familia vino a visitarme. Mis padres entraron primero. Ellos lloraron un rato agarrándome de la mano, luego, mi padre me puso al tanto de los partidos de fútbol que me había perdido y se fueron. Vino mi hermano con su esposa a saludar y salieron. Así entraron mis tíos, primos, sobrinos, cuñados y suegros. Una vez salen los padres de Steph, ella entra.
Siento el olor del café entrar por mis fosas nasales. Ella se sienta en la silla a mi lado. Siento una presión en mi mano cuando ella la sujeto. Puedo notar que le tiemblan las manos y eso es signo de que se encuentra nerviosa.
-Freddie, hay algo que tengo que decirte.- Yo también tengo algo para decirte, pienso, me encantaría arrodillarme para pedirte para casarnos pero estoy en esta cama sin poder moverme.- Esperaba que estuvieras despierto para decirte esto pero dadas las circunstancias debo decírtelo ahora. Estoy embarazada.
Estoy acostado en una cama cuando me entero que voy a ser padre. Siento la emoción correr por mi. El corazón se me acelera. Siento que mi cuerpo despierta. Abro los ojos repentinamente. Steph se ve feliz. Quiero abrazarla pero no puedo mover el resto del cuerpo. La maquina comienza a pitar demasiado rápido. Un doctor entra corriendo con varias enfermeras y sacan a Steph del cuarto. Ella grita para que la dejen conmigo pero las enfermeras se la llevan.
-Tiene un ataque al corazón.- dice uno de los doctores en el cuarto. El resto empieza a moverse por el resto del cuarto buscando cosas y aparatos. Un doctor entra con un carro cargado de aparatos.- ¡Carguen al 150! ¡Despejen!
Mi cuerpo se sacude. El doctor vuelve a gritar y siento el choque en mi cuerpo. Mantengo los ojos abiertos mientras otro choque vuelve a sacudir mi cuerpo. Veo momentos pasar frente a mis ojos por una milésima de segundo. Veo a mi familia y veo los mejores momentos pasando frente a mis ojos. Luego veo una luz. Siento la sacudida en el cuerpo pero ya no es tan fuerte como antes. Cada vez es menos intenso. Sigo caminando hasta la luz aunque no quiera. Yo quiero quedarme con Steph pero no puedo evitar caminar hacia allá. Al tocar la luz con mi mano escucho una voz lejana, como un susurro. La voz dice "Hora de muerte 11:11" y la luz me absorbe completamente.
ESTÁS LEYENDO
Es tan difícil decir adiós.
Short StorySi no estás preparado para pelear, el silencio te matará.