Capitulo 2: La renta me la pela.

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Quemo marihuana en el parque Lira y me recuesto. Es gracioso como pasa la gente. Uno puede pensar que: "los demás son solo gente y ya..." que en un país como este no piensan mucho, no tienen grandes aspiraciones, son solo mexicanos. Pero, ¿si todos (o casi todos) pensaran lo mismo?, entonces nadie es tan simple y hasta el más simple tiene su historia. El hecho es que no puedes simplemente no hacer nada y por eso siempre tendrás (por aburrido que sea) algo que contar. En mi cabeza aquí y ahora yo no tengo nada que contar, o mejor dicho no tengo nada para contarte. Tengo deudas, tengo hierba, tengo "vida". Tengo esa botella que quiero beber pero si bebo entonces ya no tendre nada para despues. Tengo mi colchon y mi parrilla, y aqui, justo aqui tengo este pasto.

Decidi tomar rumbo a ningun lado, me gustaba caminar. Note que hasta puedes pensar diferente solo por hacerlo caminando, de algún modo (al menos para mi) me era entretenido. Sentia que habria algo masomenos bueno que ver y eso me impulsaba. Lo unico malo tal vez era el cansancio pero pacheco ni se sentia.

De un momento a otro me allé en chapultepec, cerca del zoologico y recorde que cerca de ahi hay un lugar pacifico, es un totem que creo fue donado por los canadienses.
Estaba como lo recordaba, tranquilo. Pero... ¿Que es la tranquilidad?, ¿Que es la maldita tranquilidad?; ¿Un descanso del caos cotidiano?, ¿Una anormalidad de la vida? De algo estoy seguro, eso no es natural. Todo bien o mal es producto del perfecto orden del caos. Solo hay paz cuando ya hubo guerra, porque incluso antes de ella hubo tensión. Solo aprendemos la lección despues del golpe. Solo nos arrepentimos despues de hacerlo, y eso, solo si es que te arrepientes.

Debí pensar en todo esto en tan solo unos minutos antes de dormirme. Lo siguiente que paso fue un baston golpeteandome la frente y una voz: -Levantate, hijo. Ya van a cerrar-. Era un anciano entre 60 y 70 años, pequeño y fragil, pero debo de admitir que era el gesto mas amable que alguien habia tenido conmigo en un largo rato. Salvarme de que me sacaran a patadas o tiempo en el M.P. (Ministerio Publico) por darle una verguiza a los judiciales si lo intentan. Debio ser definitivamente el mejor gesto que me habian dado en años. Me puse en pie como pude y le di las gracias
Rasque un poco mi cabeza por lo apenado. En verdad no sabia como reaccionar ante la amabilidad. Tenia una sonrisa tan calida que queria adoptarlo como abuelo. Solo le di las gracias y me fui.

No solo estaban por cerrar, tambien estaba por empezar a llover. Ya sabes como es, unas cuantas gotas que molestan conforme aumenta su caida hasta que empieza eso que creo que todos odiamos, ese cambio tan drastico de unas gotas leves a lluvia estrepitosa. Maldición, no llevaba mi chaqueta, solo me quedo correr hasta el portico de alguna casa de por ahi. Entre el frio y demas me di cuenta de otra cosa, no llevaba ni un maldito cigarrillo. Mierda si que odiaba eso. Creo que no soy de esos tipos que suelen estar prevenidos para todo, no siempre llevo chaqueta o mochila, o cualquier cosa de utilidad (un paraguas, por ejemplo). Pero creo que siempre procuraba tener al menos uno, un cigarrillo porque no hay comida, uno porque no hay jale, uno porque no hay nada mas que hacer, pero esta vez no traia ninguno. Carajo, ni siquiera pude tener ese techo un rato, salio el maldito dueño y me corrio de ahi.

Camine hasta mi casa y llegue como si me hubiera duchado con la ropa, pude haberme detenido en cualquier otro lugar pero cuando estas molesto mandas todo al diablo y sigues caminando. Ahi estaba el portero, de unos 60 años tal vez, no tiene familia; ni esposa ni hijos, ni hermanos o hermanas, ni perro ni nadie que se apiade de en la navidad. Quizas por ahi la administradora le llevaba algo de la cena, como un gesto de lastima porque la perra era muy elitista. Si lo quisiera ayudar en verdad lo hubiera invitado a su casa, pero no fue asi, nunca fue asi. ¿Por que no lo invito yo? Porque no puedo ofrecerle nada, ni compañia, no soy lo que suele decirse "un sujeto amistoso". Quizas le invitaria una cerveza (si es que hay) o cualquier trago que encuentre, y en un microondas hariamos algo de comida instantanea, lo dejo a su imaginacion. No me malentiendan, no es un mal tipo, pero a diferencia de lo que piensas la intencion no es lo que cuenta. Si algo se es que eso no es lo que cuenta, sino el resultado. No queria sacarlo de su depresion para llevarlo a un lugar aun mas deprimente. Pero en fin, eso es otra historia. Solo hize un gesto con la cabeza de saludo y segui caminando. Apenas meti la maldita llave a la cerradura y escuche los pasos torpes pero rapidos bajando por las escaleras. -¡Ey tu, mi madre esta muy molesta y quiere que le pagues!- Mierda... ¡Mierda! ¡me vio, me vio mojado y no pudo esperar a que entrara a secarme y cambiarme la ropa!

-¡Pagame ahora!
-¿Podrias esperar un segundo?, maldicion.
-¡No, ahora!
-Primero me pondre algo seco...
-¡Pagame!

Intente ser paciente, juro que intente ser paciente. Pero no puedo soportar que me griten, menos si esa persona me producia algo de asco a la vista. Quizas no mucho, pero era algo gorda, que quizas no es tan malo pero con un cabello descuidado, mal maquillada y queriendo vestir semi-elegante siempre. Se veia como esa clasica secretaria que siempre lleva su torta desparramándose y a cada mordida que le da se le caen pedazos de comida del otro extremo.

La puerta siempre se atora al abrir desde afuera, quizas por eso me alcanzo y logró gritarme. Pude abrir y al entrar, llamalo inercia, costumbre o lo que sea. Solo me quite la playera y a la desgraciada le brillaron los ojos. No soy un gorila de gimnasio ni ningun tipo de adonis, pero me gusta cuidarme, estaba masomenos en forma y algo marcado. La vi apretarse un poco de los costados la falda que traia y morderse ligeramente el labio inferior. Solo mantuve la vista fija y su cara se iba haciendo mas apacible hasta volverse algo entre sorprendida y dudosa, como comenzando la excitación. Me acerque lentamente a la entrada y me recargue en la puerta, casi posando. ¿Me la tiraria con tal de librarme un rato de la renta? Por supuesto que si, pero no hoy. Solo cerre lentamente y no pronuncio una sola palabra. Pegue la oreja a la puerta y escuche su caminar, fue algo rapido pero silencioso. Lo habia logrado jaja, me salve una maldita vez mas, aunque tendre que pensar en algo por si baja la anciana. Definitivamente empezaba a necesitar dinero.

GUNS N' LIFEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora