"Sábado". Estando de vacaciones ese parece un día normal, inclusive podía decir que me deprimía. Giré hacia el otro lado de la cama con la intención de no levantarme y encontrarle un sitio más cómodo a ésta, cuando escuché la puerta principal abrirse. Aunque ni siquiera eso me hizo salir de mi agrado. Lo único extraño, es que sin razón, a mi cabeza vinieron las dos veces del día anterior que William y yo casi nos besamos, solté un suspiro cansado y me paré de la cama. Me di una ducha rápida, salí, me puse un short de mezclilla y una blusa sencilla, ya que el día estaba muy caluroso.
Así era mi vida, yo no escatimaba gastos y esfuerzos en cosas vanas como mi apariencia porque a) no tenía novio y b), me gustaba mi aspecto sencillo. Y seguro pensarán ¿y qué pasa con el maquillaje? No sabía maquillarme y además, mi tema de exposición en el sexto año había sido sobre los cosméticos y los daños que traían y déjenme decirles, que el maquillaje es el más dañino de todos. Además, siendo "la chica de hielo" como que no necesitaba mucho de esas cosas.
Bajé lista para notificarle a mi madre que iba a la tienda de vídeos por alguna película para rentar y observar juntas, pero mayor fue mi sorpresa cuando no la vi. ¿Adónde iría mi madre un sábado que no tiene que trabajar? Pero mayor era la siguiente pregunta, pues ¿Habría salido con alguien? Negué con la cabeza, lo de mi padre estaba muy resiente en nuestras vidas para que ella decidiera rehacer la suya. Le dejé una nota escrita avisándole a dónde iría y salí de casa.
Llegué a la tienda de vídeos más frustrada de lo que hubiera querido. Pensar en mi madre con alguien más, provocaba en mí una sensación desagradable, mis pensamientos negativos me llevaron a chocar con el chico más guapo que hubiera encontrado en la faz de la tierra, pero... lo malo de ese chico, era su nombre y es que se trataba del mismísimo Charles, la competencia de Will, por decirlo de algún modo.
"¿Lo llamaste Will?" Preguntó una vocecita en mi cabeza, por lo que fruncí el ceño molesta.
—Oh ¿pero qué tenemos aquí?—. Preguntó con una sonrisa detestable y arrogante. —La chica de hielo ¿no crees que es un poco deprimente ver películas, sola?
—Es más deprimente ver tu cara—. Contesté con una sonrisa. Me di la vuelta y agité la mano con la película que me llevaba. Era algo que hacía muy pocas veces pero no me apetecía estar más tiempo con Charles, además, al dueño de la tienda no le molesta, era muy amigo de mi padre y me tiene mucho aprecio por ello. Por otro lado, he de admitir que dejar idiotas arrogantes como Charles y William mudos, en un lugar público sube mi egocentrismo y es uno de mis pasatiempos favoritos. Mi madre dice que de seguir así ningún chico guapo va a aceptarme como su novia y que me quedaré solterona. Mi mamá, no sé si es porque está resiente la ausencia de mi padre o porque no quería todavía que mi madre tuviera a alguien en su vida, pero de verdad seguía un tanto intrigada por el motivo de su desaparición. Pensando en eso llegué muy pronto a mi casa encontrándome con un William ¿nervioso? Sí claro, esto debe ser un chiste. Ahora, en lugar de un ramo de rosas rojas traía un ramo de mis flores favoritas, orquídeas azules con rosas blancas. "Gracias mamá" Pensé con sarcasmo, rodando los ojos pasé a su lado ignorando su presencia y abriendo la puerta de mi casa. En efecto él me había visto y había abierto la boca para decirme algo pero, le cerré la puerta en la cara. Apuesto a que estaba atónito por mi comportamiento pero al final de cuentas, yo no hacía más que rendir honor a mi preciado apodo. Escuché el timbre de la casa sonar pero ni siquiera eso me haría ceder. Subí las escaleras cuando escuché la voz de mi madre proviniendo de su dormitorio.
—No... aún no se lo diré...—. ¿Decir qué? Y ¿A quién? Fueron las preguntas que rápidamente surcaron mi mente. — ¿Te das cuenta que lo que me estás diciendo es delicado?... Estoy de acuerdo en que necesitamos vernos para tratar el asunto pero... ahora soy madre y padre, ¿qué le diré a Angie, si llego tarde a casa?—. Mamá se calló esperando una respuesta del otro lado de la línea. — Fred, nos veremos el lunes, lo prometo. Mientras tanto necesito pensar las cosas. Bien, adiós—. El pánico subió hasta mi cabeza al escuchar esa palabra. Así que tratando de calmarme, antes de que ella saliera yo entré.
—Mamá...—. Al escuchar mi voz, ella pegó un brinco haciendo que yo también saltase de susto.
— ¿Sí cariño? —. Afortunadamente la película que renté seguía en mi mano así que la agité y me senté a su lado
—Renté una película para hoy—. Sonreí forzadamente. Mi mano temblaba un poco debido a la adrenalina corriendo por mis venas, temiendo ser descubierta de haber escuchado su conversación. Ella se percató pues no era tonta y justo cuando abrí la boca dispuesta a balbucear lo primero que se me ocurriera, sonó el timbre de la casa y recordé a William abajo. ¡Bendito sea ese tarado en este momento! Gritó la voz en mi cabeza. Entonces balbuceé lo primero. —Es que yo... ignoré a Will y subí a mostrarte la película pero él trajo un ramo de mis flores favoritas—. Me mordí el labio con nerviosismo esperando a que ella dijera algo y se creyera lo que dije, pero se limitó a alzar las cejas y a darme un empujón para que fuera a atenderlo. Rodando los ojos obedecí la orden y bajé pensando un montón de maldiciones y bendiciones a la vez. Compréndame, tenía sentimientos encontrados en el sentido ventajoso.
Al momento justo en el que abrí la puerta esquivé un golpe que pudo darme en la cara. — ¡Angie! —.Lo vi acercarse a mí. Dejó rápidamente a un lado las flores y extendió los brazos para examinarme la cara. Permití que estuviera lo suficientemente cerca y cuando lo hizo, le di un golpe en el estómago con mi rodilla. —Lo siento—. Dijo en un susurro cayendo al suelo y haciéndome sentir apenada. Demonios. Ahora sí me había metido en un gran problema.
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Chicas hola nuevamente... aquí está el capítulo como se los prometí :D no sean tan crueles conmigo también tengo una vida :$ a las que me leen de verdad muchísimas gracias por tomarse el tiempo y esperar taaaaanto. Espero no tardar para el siguiente. Los quiere
Naht
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Antes del Jueves
Teen Fiction― De acuerdo ―. Le respondí de una vez por todas, era mejor no seguir discutiendo con él. ― La enamoraré antes del jueves. ~~~*~~~ William Boster, es el chico más popular en su instituto. A pesar de encontrarse de vacaciones en este instante, su am...