MIGUEL
«Hoy es el día de la prueba de acceso al North West School. Hacía tiempo que no estaba tan nervioso... me estoy jugando todo», piensa Miguel mientras sigue revisando papeles. Si no entra en ese instituto, la venganza que lleva tanto tiempo planeando no se podrá llevar a cabo, la venganza contra el hombre que destruyó a su padre. «No puedo suspender el examen, no puedo haberme mudado para nada. Y encima estoy solo. Tengo que apañármelas, ya sabía en lo que me metía cuando me fui».
- ¡Anto, tranquilízate! Seguro que te va bien la prueba, lo sabes todo muy bien -dice una mujer a una adolescente que parece tener dos años menos que Miguel.
- No sé, tía... -contesta la chica.
- Perdonen, ¿ustedes están esperando también el autobús para las pruebas de acceso al North West? -pregunta Miguel acercándose a las desconocidas.
- ¡Sí! Yo soy Antonella, pero me puedes llamar Anto -dice la chica de pelo largo mientras se dan un rápido abrazo como saludo.
- Encantado, yo soy Miguel.
- Yo soy la tía, me puedes llamar tía tú también -ríe la mujer antes de saludar a Miguel también-. Pero... ¿en el Elite hay también universidad? Porque tú debes de tener ya 19 años...
- No, no, entraría en primero de bachiller. Estoy repitiendo curso porque vengo de afuera. Es más, acabo de llegar.
- ¿En serio? -pregunta la tía- ¡Debes de estar muy cansado! ¿Comiste?
- No, no comí todavía... con todo lo del viaje se me olvidó comprar comida para el camino...
- Entonces ven aquí y come con nosotras, que yo tengo preparado de sobra -contesta la tía dirigiéndose a un banco y sacando de su bolso un picnic.
- Verás que te va a encantar, es muy buena cocinera -dice Anto sonriendo.
***
MADDY
- ¡Maddy! Ya tenemos que salir a escena, ¿por qué no estás vestida?
- Mi papi todavía no ha llegado... -dice Maddy mientras mira por detrás del telón al público que ya está acomodado en el salón de actos.
- Tú "papi" nunca viene, súperalo, seguro que vendrá tu chófer, como todos los años -le contesta otra chica.
- ¡Cállate, estúpida! No voy a salir si no está, él dijo que vendría...
- Maddy... tal vez se le complicó mucho el día y llegará un poco tarde, no te preocupes, ¿vale? -dice Ana, la mejor amiga de Maddy abrazándola-. Esperaremos hasta que esté, pero ves a cambiarte para estar lista. No querrás hacerle esperar, ¿verdad?
- Tienes razón, Ana... ay, no sé qué haría sin ti -dice Maddy dándole un achuchón. Sólo tú comprendes lo difícil que es ser yo...
***
FER
*suena This is how you remind me de Nickelback*
- It's not like you say sorry, I was waiting on a different story -canta a pleno pulmón Fernanda mientras aplica el tinte a las puntas de su pelo cuando alguien toca la puerta-. ¡Adelante!
- Fernandita, ¿pero qué haces? ¿Cuántas veces te he dicho que no toques mis tintes?
- And I've been wrong, I've been right...
- ¡Deja ya de hacerte la loca! ¿Qué te has hecho ahora en el pelo?
- María, no molestes, ¿no ves que estoy genial y super animada cuando no estás?
- No me llames María -dice ella cogiéndole de la oreja a Fer-, que soy tu mamá. ¿Qué es esto? ¿Las puntas de color violeta? ¡Pero si eres rubia, no te dejarán entrar así al instituto!
- Lo sé, eso quería -contesta Fer cogiendo una lima de uñas y concentrándose en ellas.
- ¿¡Pero qué te he hecho yo!? -pregunta la madre- ¿Tú me quieres sacar canas, verdad?
- Ya tienes tranquila -dice Fer tumbándose en el sofá-. Y arrugas, muchas arrugas. Dentro de poco el productor ya no te querrá en sus obras.
- Inspira, expira -se dice a sí misma María.
- ¿Qué hice mal para que me salieras tan rebelde, eh? Si yo te lo doy todo...
- Entonces no me envíes a ese instituto de pijitos descerebrados. No quiero ir allí, será una pérdida de tiempo total.
- Vas a ir. ¿Qué es lo que no entiendes de que tu padre lo ha exigido?
- ¿Mi padre? Dirás el donante de esperma, porque yo ni lo conozco -contesta Fer alzando una ceja y cruzándose de brazos.
- Pues sí, es tu padre, aunque no nos guste. Y por eso, irás. Y punto.
***
LUCAS
- Mañana desocúpate, Lucas, que tengo una reunión con la prensa y quiero que vengas conmigo.
- ¿Por qué, papá? Esas reuniones son un verdadero rollazo y ni siquiera les importa si estoy o no... -contesta Lucas.
- He dicho que vienes y punto. Soy el ministro, es muy importante dar una impresión familiar a la prensa, así gano estas elecciones. Así que a las diez de la mañana te pasaré a recoger.
- Sí, papá -dice Lucas.
Una vez su padre se va de la habitación, comienza a tirar libros a la puerta que lleva ya un rato cerrada.
«¡Qué rabia, joder! Siempre tengo que hacer lo que a él le dé la gana... ya se enterará»
Lucas coge su móvil y comienza a marcar.
- Ey, Hugo. ¿Sigue disponible el apartamento ese que me dijiste para hacer fiestas? Vale, vale, pues hoy mismo vamos. Ya sé que empezamos esta tarde, pero ahora son las doce, si planeamos todo para dentro de una hora hasta se nos irá el efecto. Okay, yo me encargo del alcohol. Hasta luego.
Cortó y se tumbó en la cama mirando al techo.
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