La estupidez es una enfermedad...

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La primera vez que lo vio fue a los 10 años, había encontrado un parque que estaba no muy lejos de la casa de Luhan, mientras jugaba con él y Yixing al escondite. Recién había entrado al parque y se había sentado en un banco, cuando un niño llegó con una bici más grande que él. Vio como iba a intentar montarla pero esta se le cayó encima después de haberse tambaleado, haciendo que el chico cayera al suelo. Se levantó corriendo para ir a ayudarle y observó unas lágrimas que se le habían escapado a la vez que hacía un puchero que al más mayor le pareció tierno. Levantó la bici y le puso el apoyo para que no se cayese de nuevo, viendo como el chico parpadeaba y se restregaba la mano por los ojos para quitarse el llanto, mientras, él había sacado un pañuelo y se lo había puesto en la mejilla izquierda que era la que tenía la raspadura, la cual sangraba pobremente. El chico se le había quedado mirando y como no sabía si le iba a doler la mejilla, decidió acercarse y darle un beso pequeño en los labios para que no llorase más, sonriéndole después para intentar contagiarle alegría y que sonriese también, cosa que consiguió, porque segundos después lo hacía, logrando verse como un ángel caído del cielo, puro y hermoso, enviado para hacer sonreír a la gente terrenal.

Le ayudó a montar en bici hasta la mitad del camino, el resto se lo hizo solo, así que cuando el chico se dio cuenta, le saludó y se marchó a casa de Luhan, se había aburrido de esperar a que le encontrasen.

Cuando llegó, Luhan le puso morritos y le dijo que se tenía que esconder en sitios fáciles de encontrar, que aprendiera de Yixing, el cual miraba hacia él con su calma habitual.

Ese mismo año se tuvo que marchar por el trabajo de su padre, aunque era más correcto decir que se la pasaba entre China y Canadá, lo que causó una separación temporal entre sus padres y que él y su madre volviesen a China, donde Yixing seguía como antes pero con la diferencia de que Luhan se había mudado a Corea definitivamente.

***

La segunda vez que lo vio fue a los 15 años, había ido de visita sorpresa para ver a Luhan después de tanto tiempo y éste lo recibió con una fiesta, en la que vaya uno a saber se había colado alcohol. Hacía un rato que habían comenzado un juego que a Kris le había parecido absurdo, hasta que en un fogonazo de luz vio a un chico pegado a la pared, abrazándola, al principio decidió ignorarlo porque seguramente se trataba de otro adolescente borracho, pero cuando el chico se giró sonriendo tontamente a causa del alcohol, algo hizo "clic" en el cerebro de Kris provocando que se dirigirse hasta él como si de un imán se tratara. A medida que se acercaba, todo cuanto podía porque habían dado la siguiente señal para besar y había podido evitar eficazmente a una chica que se le había acercado, pudo ver mejor al chico y recordó que era el chico que en su momento ayudó a montar en bici, lo sabía porque él jamás llegaría a olvidar una sonrisa tan bonita.

- ¡Izquierda! -chilló la orden el chico que presentaba el dichoso juego, y Kris vio como un chico que estaba al lado de su ángel personal se giraba con la intención de besarlo, pero no, eso era algo que jamás permitiría, esa sonrisa solo podía ser suya, así que en menos de dos zancadas ya estaba al lado suyo y lo agarraba de un brazo para llevarlo a una zona oscura y que nadie más intentase besarlo, excepto él mismo, que había juntado sus bocas, y ¡Oh por Dios! Esa sonrisa sabía bien a pesar del alcohol y esa lengua sin experiencia era una delicia, mientras que el suspiro le supo a triunfo junto con sus manos apoyadas en su pecho, haciendo que agarrase al chico por el cuello para que no se separase de sus labios tan rápidamente. Cuando se acabó el aire, se separó de él con pesar, entre tanto, el juego a su alrededor seguía, mientras daba pequeños besos en la boca del chico, que se dejaba llevar. Le dio un último beso pequeño en los labios y dirigió la boca a la oreja del más bajo, susurrándole:

- Es hora de dormir -él chico suspiró, asintió y vio como iba cerrando los ojos lentamente, se acercó y le dio un beso en la mejilla que se raspara cuando le vio por primera vez.

LA PRIMERA VEZ QUE LA ESTUPIDEZ ES UNA ENFERMEDAD Y LA  AMISTAD LA ÚNICA CURA.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora