La primera vez que montó en bicicleta fue a los 9 años, con la bici de su hermano mayor, el cual le había prohibido tomarla. Pensó que sería divertido aprender y como su hermano estaba en casa de sus amigos, nadie trendia que enterarse, iría, montaría, volvería y la pondría de nuevo en su sitio.
Cuando estuvo en el parque que había al lado de su casa vio que no había prácticamente nadie, así que no molestaría a la hora de montar, pero cuando iba a subirse el peso de la bici se tambaleó y se le cayó encima, haciendo que su mejilla se raspase con la tierra del suelo. Sabía que no debía llorar, ya era bastante grande para eso, pero no pudo evitar que unas lágrimas saliesen de sus ojos rozando la raspadura y unos pucheros se formaran en sus labios.
Su hermano le había avisado de que la bicicleta era demasiado grande para él y le había prohibido expresamente el usarla porque no quería que se hiciese daño y eso era justo lo primero que había hecho.
Mientras se pasaba la mano por la cara para quitarse las lágrimas, vio en su mano un poco, como un punto, de sangre proveniente de la raspadura. Pensó en volver a casa, pero antes de que pudiese si quiera intentar moverse, dejó de sentir el peso de la bici, parpadeó rápidamente, pero algunas gotas se le habían quedado pegadas a sus párpados y veía borroso, pero sintió la suave presión de un pañuelo de papel contra su mejilla, se volvió a restregar los ojos y pudo ver claramente está vez a un niño de más o menos su misma edad, de pelo rubio oscuro, como un dorado apagado, y unos ojos de color marrón con pintitas azules de mirada penetrante. Volvió a parpadear, ésta vez confuso, cuando la cara del chico se acercó y él cerró los ojos por miedo a que le fuese a pegar, pero no fue nada de eso, sintió una presión en sus labios, abrió los ojos sorprendido, pero el chico ya se había apartado y le dedicaba una pequeña sonrisa imperceptible, si no te fijabas bien no podías apreciarla. Parpadeó de nuevo, por la cara, el pelo y el color de ojos, el chico tenía que ser extranjero, porque cuando se hacía daño su madre le hacía el "cura sana" y luego le daba un beso dónde se había herido para que curase más rápido. Él supuso que en otros países el "cura sana" se hacía de otra manera, así que no dijo nada de cómo se hacía en Corea y en cambio, le sonrio.
El niño le ayudó a montar en bici hasta su casa, cuando se dio la vuelta para agradecerle vio que éste a lo lejos le saludaba con la mano y se giraba para marcharse. Había conseguido montar él solo un tramo bastante largo de camino a su casa, sonrió de nuevo y se metió en casa, dejando la bici donde la había encontrado y mintiéndole a su madre, diciéndole que la raspadura se la había hecho al correr y tropezarse con el suelo.
Ese día también había recibido su primer beso superficial de alguien que no era su madre.
***
La primera vez que montó en bicicleta fue a los 11 años, le habían regalado una por Navidad y su hermano le había llevado al parque que había al lado de su casa, poniendo ambas manos detrás del sillín para que no se cayera, pero a las primeras vueltas de los pedales Joonmyun había cogido carrerilla y había dejado a su hermano atrás, boquiabierto, mientras daba vueltas alrededor del parque riendo feliz, recordando vagamente un agarre firme de un chico de pelo dorado al que ya no recordaba porque no lo había vuelto a ver.
Su primer beso superficial también fue ese mismo año, en el cumpleaños de su hermano, su compañera de clase, Luna, tenía una hermana que hiba a la misma clase que su hermanano y había traído a Luna para que él no se aburriera mucho. Fue de repente, cuando después de haber jugado un rato, ella se había acercado muy rápido y le había dado un besito en los labios, tomándole desprevenido, ella tenía las mejillas sonrosadas, él solo parpadeó y después sonrió a la chica y sigueron jugando como si no hubiera pasado nada.
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LA PRIMERA VEZ QUE LA ESTUPIDEZ ES UNA ENFERMEDAD Y LA AMISTAD LA ÚNICA CURA.
RandomAutora: MomoTheGrace