Sleep Sound

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Me gustaba cortarme mientras escuchaba Ojos de Océano. Me gustaba pensar si alguien tendría la amabilidad de matarme. Me gustaba escuchar cuando me decía que me amaba y yo sabía que era mentira. Me gustaba que el no podía escucharme aunque quisiera, en realidad, nunca quiso. Segundos antes de matarlo pensé, se arrepentiría, me pediría perdón y todo sería como antes cuando caminabamos por el cielo. Pero ni si quiera en ese instante lo intentó. Yo lo habría perdonado, en serio señor juez. Lo juro. Pero el desgraciado infeliz ni si quiera lo intentó. Recuerdo que extrañaba tanto sus manos, que cuando me pegaba en medio de su ebriedad, me sentía consentida y mimada. Aun no entiendo por qué lo hacía, si eso de golpearme ya era mi trabajo. No me mire así. No! No estoy loca su señoría, sólo digo que me gustaba cortarme mientras escuchaba ojos de océano. ¿es que a usted no le gusta? ¿como que, qué? Pues que le digan que lo aman aunque sea mentira. Ay señor juez. ¿por qué me dice que no le pregunte eso? Usted me está haciendo mil preguntas ¿por qué no puedo hacer lo mismo? Tiene razón, usted es la autoridad. Pero digame usted ¿que habría hecho? Él me prometía que iba a cambiar. Ya luego me decía que era mi culpa. Que yo no sabía comportarme. Por eso me castigaba, me castigaba escuchando ojos de océano. Me decía que se alejaría, que se quería ir. Y yo me castigaba por no comportarme. ¿entiende señor juez? En este caso no hay culpables sólo víctimas.

Monologos De VioletaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora