c a p í t u l o 7

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C a p í t u l o 7

PDV Justin:

Ashley estaba tan mal.

No entendía en qué jodido momento dejé que llegara a esto.

Pude haberla salvado, pude haber entrado a su casa muchos días antes y pude haberla sacado de allí, hacer que olvidara a sus demonios que tanto la persiguen, recordarle lo mucho que la amo porque sí, amo a Ashley y verla en esta situación me duele tanto o más que a ella, pero no lo hice.

Soy un imbécil.

No me la merezco. Pero soy tan egoísta que no soy capaz de dejarla.

Al terminar de bañarla le puse una pijama limpia, la alce como a un bebé y la acosté en su cama.

Me dolía tener que ver esas marcas en sus brazos.

—Ashley... ¿qué haré contigo?

—Justin—dijo en un susurro que por poco no le sale—de-déjame ir. Yo no quiero vivir más Justin, no puedo, no aguanto—una lágrima cayó de sus ojos mientras yo negaba con mi cabeza y me sentaba a su lado en la cama.

—No Ashley qué me estás diciendo, nunca te dejaré ir, te amo y prometo que te sacaré de esto— sollozó.

—Justin por favor, déjame ir con mi madre. No lo soporto más, este dolor y vacío que siento en el pecho, no puedo aguantarlo más—continuó llorando

—Todo estará bien nena, te lo prometo. Te ayudaré y llenaré ese vacío que sientes—continuó llorando mientras yo acariciaba su cabello

¿Qué haría? ¿Llevarla a un centro psiquiátrico? ¿Dejarla acá y cuidar de ella? No lo sé.

Miles de preguntas estaban en mi cabeza, preguntas sin ninguna respuesta.

¿Habría estado ya en esta situación? ¿Cómo habrá salido de esas si así fue? Sabía que la única manera de responderlas era preguntarle, pero por ahora la dejaría descansar, apenas despertara le daría una muy buena cantidad de comida y vería que más hacer...

Me quite los zapatos y me acurruque a su lado, abrazándola hasta que ambos quedamos profundamente dormidos.

PDV Ashley:

Abrí mis ojos al despertar y me encontré con el duro pecho de Justin, él tenía sus manos en mi cintura y yo estaba cómodamente acurrucada en él. Los pocos recuerdos de hace un tiempo (no sé qué día ni qué hora ni qué nada es) me invadieron, yo pidiéndole ayuda a Justin... él bañándome... yo diciéndole que me dejara ir y él finalmente confesando que me amaba y prometía ayudarme a salir de esta.

Lentamente quite las manos de Justin de mi cintura y me senté en mi cama. Todo estaba hecho un lío, ropa por todas partes, objetos rotos, cobijas tiradas... demoraría arreglando esto. Intenté ponerme de pie pero un mareo instantáneo hizo que me volviera a sentar, más un dolor en los músculos de mis piernas. Estaba hecha mierda.

Finalmente me pude parar y caminar un poco adolorida hasta mi armario, donde saque una camisa manga larga y me la puse rápidamente, ignorando el terrible ardor y dolor de los pequeños hilos y motas enredarse en las recientes cortadas que cubrían mis brazos.

Miré el reloj en la pequeña mesa al lado de mi cama. Viernes, 2:30am.

No intenté ni hacer cálculos de cuánto llevaba acá y bajé a la cocina donde me serví un vaso con un poco de agua y lo bebí completo.

¡Ashley! ¿Estás abajo?—preguntó Justin desde arriba

—¡Aquí estoy!— intenté gritar pero no salió más que una pequeña vocecilla

I'm a bitchDonde viven las historias. Descúbrelo ahora