Mi mejor amiga

5K 289 16
                                    

Salí del trance en el que me encontraba y guardé rápidamente el anillo donde estaba para abrir la puerta, mis pies temblaban y mis manos sudaban un poco, me sentía muy torpe.

- ¿Por qué tardaste tanto en abrir Ania?- preguntaste inquieto

- Perdona, tenía los audífonos puestos ¿todo bien?-

- Si, solo vino a traerme la invitación al bautizo de su sobrino-

- Deberías de ir- dije un poco triste

- ¿Me acompañas?-

- No Lalo, no creo que sea buena idea ir contigo-

- ¿Segura estás bien Ania? Te noto algo triste-

- Estoy bien, vamos a desayunar-

- Si, oye Ania, te amo no lo olvides-

- Te amo también-

-¿Eso fue todo? ¿No le dijiste del anillo?- Me preguntaba Tania sentándose en la escalera

-No, sólo lo guardé y fingí que nada había pasado- me senté a su lado

-A veces no te entiendo Ani, yo le hubiera armado un pancho enorme y tu solo te callas, ¿no crees que ya es hora de que decida con quien quedarse?-

-¿Y qué se supone que le diga? Oye Lalo me puse a chismear por todo tu cuarto y encontré el anillo de compromiso que le ibas a dar a Mariana, ¿aún se lo piensas dar o me lo vas a dar a mí?-

-Pues sí, digo no tan drástico pero sí, el te pidió tiempo para ordenar sus cosas Ania y ya le diste mucho tiempo, si Eduardo realmente te ama no dudará en decirte que se queda contigo y dejará a Mariana, así que creo que no tienes nada que temer-

-¿Y si la elige a ella?- bajé la mirada

-Entonces no es el indicado para ti amiga, y perdón que te hable así pero me enoja verte así de confundida y triste, no creo que merezcas un amor tan complicado, mereces un novio con quien puedas salir a cualquier lado tomados de la mano, que no tenga que esconderte de nadie, que te cuide, que te acompañe en los momentos felices y en los tristes, alguien que no tenga que decidir entre amarte a ti o a otra persona porque si tiene que hacerlo entonces no es amor Ani-

-Yo sabía que iba a ser complicado pero nunca imaginé cuanto, yo no puedo competir con eso Tania, se iban a casar, no creo que una niña figure en sus planes- sentía como mi voz se entrecortaba

-Eso tendrás que descubrirlo Ania, tienes que hablar con él, creo que después de todo lo que han pasado ambos merecen un poco de paz y estabilidad-

-Gracias por estar siempre para mi Tania-

-Para eso estamos las amigas Ania-

-¿Vamos a la cafetería?- le pregunté tratando de cambiar el tema

-Adelántate, voy por mis cosas y te alcanzo ahí-

Mensaje de Ania

Hola Lalo, ¿nos vemos después de clases? Necesito platicar contigo

Mensaje de Lalo

Si claro mi niña, ¿estás bien?

Mensaje de Ania

Si todo bien, en tu casa a las 5 ¿está bien?

Mensaje de Lalo

Si preciosa, te espero

Ese día camine de regreso a casa para pensar las cosas, me sentía realmente confundida y hasta cierto punto cansada de tanto drama, Tania tenía razón, esto no tendría que ser tan difícil. Llegué a mi casa y me acosté en mi cama, me puse los audífonos y miré todas nuestras fotos en mi celular, cada vez que dudaba sobre lo nuestro trataba de recordar las razones por las que acepté ser tu novia, y por las cuales decidí amarte. Creo que después de todo no tenía nada que temer, si tu decías amarme sin duda te quedarías a mi lado así que no iba a cambiar nada el hecho de que te dijera que llego la hora de elegir entre ella y yo.

Mensaje de Ania

Hola mi amor, te extraño

Mensaje de Lalo

Hola mi niña, ¿Ya casi llegas?

Mensaje de Ania

¿De qué hablas? No quedamos de vernos hoy

Mensaje de Lalo

Me enviaste un mensaje hace rato de que te iba a ver en mi casa a las 5 Ani

Mensaje de Ania

Yo no envié ese mensaje Lalo

Tocaron la puerta de tu departamento, cosa que yo nunca hacía, tenía una llave extra, te levantaste rápidamente para ver quién era la persona que te había mandado ese mensaje desde mi celular y te sorprendió el saberlo

-¿Tania? ¿Qué haces aquí?-

-Hola Eduardo, perdona que haya venido pero necesito hablar contigo de Ania-

-¿Qué pasa con ella?-

-¿Puedo pasar? ¿Está aquí?-

-No ella no está aquí, pasa-

-Como sabes Eduardo, Ania es mi mejor amiga y ella no la está pasando nada bien por tu culpa- dijo muy seria

-¿Por mi culpa? Pero si yo no he hecho nada más que quererla-

-¿Y Mariana? Le pediste tiempo a Ania para solucionar tu problema con ella y ya pasó mucho tiempo y tú no te decides por ninguna de las dos, ¿por qué Eduardo? ¿Por qué si dices querer a Ania no dejas de una vez por todas a Mariana?

-Es complicado Tania-

-¿Complicado? Yo no le veo nada de complicado, las cosas son así, ¿quieres a Ania o no?-

-Sí, la quiero-

-Entonces déjate de estupideces y quédate con ella, no entiendo que más haces con Mariana-

-Tengo miedo, miedo de lastimar a Mariana ¿sabes?, yo sé que desde que ella regresó yo he sido un completo patán con ella, me busca, me llama, me manda mensajes y yo la hago a un lado, conozco a Mariana, se que la voy a lastimar cuando le diga que encontré a alguien más y que ella ya no forma parte de mis planes y ella no se lo merece, no se merece que le provoque dolor-

-¿Y dónde queda Ania en todo esto? Entiendo que no quieras lastimar a Mariana pero ¿Y Ania?, ella sufre con tu indecisión, sufre sabiendo que no tiene el 100% de tu atención y que cuando no estás con ella puedes ver a Mariana, sufre mientras espera que te decidas por alguna de las dos y eso es justamente lo que vengo a exigirte hoy, se que Ania es muy inocente como para hacerlo pero yo no, así que o te decides de una vez Eduardo o mejor te alejas de mi amiga-

-¿Me estas amenazando Tania?-

-Te estoy advirtiendo que no voy a dejar que le hagas daño a Ania, antes de que le rompas el corazón te rompo los huesos a ti-

Tania era una chica muy tranquila y una verdadera amiga por lo tanto daba todo por sus amigos y su familia, a veces me daba miedo porque también era impulsiva y de carácter fuerte, cuando se enojaba hacía temblar a más de uno. Estaba agradecida de tenerla en mi vida, por todo lo que hacía por mí.

-Por favor Eduardo, si no amas lo suficiente a Ania, déjala en paz-

-¿Y si la amo qué?-

-Pues formaliza con ella, saca a Mariana de tu vida y ve a decirle a Ania que la amas y que quieres estar a su lado-

-Voy a llamarla, ¿me esperas aquí?-

-Si claro, ve tú no te preocupes por mí-

Pero cuando regresaste ella ya no estaba, se fue sin decir nada y dejando la puerta abierta.


Mi querido profesorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora