Planes de Boda

5.4K 287 18
                                    



En cuestión de segundos todas las chicas de mi salón se acercaron a mí gritando: "Di que sí Ania", "Cásate con el Ania". Te acercaste a mí y te arrodillaste mientras sacabas el anillo de la cajita.

-¿Qué dices mi niña, te casas conmigo?- volviste a preguntar

Todos se quedaron en silencio, viéndome, esperando que respondiera

-Si Lalo, si quiero casarme contigo- te dije emocionada

Pusiste el anillo en mi dedo mientras el salón volvía a llenarse de gritos y todos tomaban fotos de aquel momento romántico, me cargaste y me diste vueltas mientras yo reía y le enseñaba el anillo a mi familia, no había momento más precioso y feliz que ese, definitivamente nada se comparaba a esto, me iba a casar, contigo, tú el amor de mi vida, no había duda.

Tengo más de cien fotos de ese día, nos veíamos tan felices, recuerdo que mi Facebook se llenó de felicitaciones y de propuestas para el vestido de novia de parte de mis amigas, en ese tiempo era súper importante para todos el cambiar el status a "comprometida con" y era lindo ver el mío "comprometida con Eduardo" y sobre todo el tuyo "comprometido con Ania". Por supuesto esto llegó a oídos de Mariana en quien por cierto no pensé en ningún momento de la fiesta, ahora que lo pienso, no imagino como se ha de haber sentido cuando se enteró, seguramente fue muy duro para ella.

Mensaje de Lalo

Buenos días mi futura esposa, ¿ya te levantaste? Tenemos que irnos

Mensaje de Ania

Buenos días futuro esposo, ¿A dónde tenemos que ir?

Mensaje de Lalo

A elegir el lugar donde vamos a vivir ¿te gusta la idea?

Mensaje de Ania

Claro que sí, no puedo creer todavía que vaya a hacer mi vida contigo, no tienes idea de cuánto te amo Lalo

Mensaje de Lalo

Y yo te amo a ti Ania, mucho más de lo que puedas llegar a imaginar, ahora anda, vamos

Después de una larga búsqueda llegamos a una casa muy bonita, de color blanco con unos acabados de color verde esmeralda, era de dos pisos y con una vista hermosa a la ciudad, tenía dos recámaras, dos baños, una sala amplia y muy cómoda, la cocina era también blanca con encimera verde, muy grande y elegante, había también un pequeño balcón en la parte de arriba y un pequeño patio en la parte de atrás. Era perfecta para nosotros, al menos así lo pensamos mientras la recorríamos.

Mientras íbamos de regreso veníamos tonteando, imaginando que esa era ya nuestra casa, imaginando cómo la decoraríamos y que el segundo cuarto sería para nuestro hijo o hija, Diego si era niño, Sandra si era niña. Era fascinante ver tu cara de emoción al planear todos esos pequeños detalles, despertar, desayunar juntos, irte al trabajo, regresar un rato a comer conmigo, salir a cenar en la noche, o a bailar, ir al cine, regresar y dormir juntos, viajar en verano, juntar a nuestras familias en navidad, mirar a nuestros hijos crecer y si Dios nos lo permitía, irnos juntos.

Creo que hasta ese día yo no había dimensionado el cambio tan drástico que tendría mi vida a partir de ese "si acepto", ya no sólo tendría que preocuparme por mi si no por dos personas más, tendría que trabajar el doble para que esto funcionara y el amor creciera cada día más, procurar no perder ese sentimiento de paz y dicha que es el abrir los ojos por la mañana y encontrarse con los de esa persona especial y agradecer que sea el quien está a tu lado, tomar en cuenta que te convertirás en un ejemplo a seguir para tus hijos, que tendrás que ser mejor de lo que ya eres para ellos, y me aterraba, me aterraba no estar lista para esto y que te dieras cuenta de que cometiste un error al elegirme a mí, pero supongo que tenía que poner lo mejor de mi parte.

-¿Quieres ir a ver vestidos de novia?- me preguntaste mientras me dabas un beso en la mano

-Se supone que es de mala suerte que el novio vea el vestido ¿no es así?- sonreí

-Esas son creencias tontas, aunque supongo que sería mejor si me sorprendieras ese día en el altar con el vestido que tú elegiste-

-Mejor que te parece si hacemos la lista de invitados y elegimos las invitaciones-

-Me parece una mejor idea futura esposa mía-

-Oye Lalo, hablando de eso, ¿piensas invitarla? Ya sabes, a Mariana-

-No creo que le guste la idea de ser invitada a la boda de su ex novio, ¿no crees?, aunque si tú piensas que es buena idea la invitamos-

-Creo que a mí no me gustaría recibir la invitación así que no, no voy a ser yo quien la invite-

-Ni yo- acariciaste mi mejilla

-Creo que nos falta lo más importante Lalo, la fecha-

-Esa ya la tengo, en 6 meses es tu cumpleaños, ¿te parece casarnos ese día?-

-¿En mi cumpleaños? Festejo doble entonces, me parece perfecto- sonreí

Faltaban dos semanas para Navidad y esta iba a ser la primera juntos, llegamos al acuerdo de pasar Noche Buena con mi familia y Navidad con la tuya, lo cual me ponía nerviosa porque aún no conocía a tu familia. Pasamos horas en los centros comerciales buscando los regalos perfectos, me costó mucho trabajo separarme un momento de ti para poder comprar el tuyo, a pesar de que conocía tu buen gusto todo me parecía muy poco original para ti. ¿Qué rayos le regalas de Navidad a tu futuro esposo? Le puedes regalar camisas, trajes, relojes, corbatas, pero ¿Qué originalidad tiene eso? Quería algo que durara, que le recordara a mí cada vez que lo usara o que lo viera, que difícil era esto.

Nos sentamos en una banca a descansar un rato de las compras navideñas, me recargué en tu hombro y entonces vi a un niño sentado en la juguetería con un libro en las manos, claro que tenía más dibujos que letras pero parecía fascinado con la historia y entonces encontré el regalo perfecto para ti.

Noche Buena fue maravillosa, te acoplaste muy bien a mi mundo, me dio risa la cara tan pálida que tenías cuando mi padre te empezó a cuestionar sobre lo que querías conmigo y que el matrimonio era algo serio, algo que no se podía romper sólo porque un día tienen problemas pero aún con tu nerviosismo le dijiste firmemente que no cambiarias tu decisión, que te casarías conmigo.

Cenamos muy a gusto y reímos como nunca, ya no te notabas nervioso, eras un miembro más de la familia, mi madre ya te llamaba "yerno" y los más pequeños de la familia te llamaban "tío" o "primo". Llegó el momento del intercambio de regalos y tú te encargaste de repartir los juguetes, recuerdo que te acercase a mi oído y me dijiste emocionado:

-Pronto serán los regalos de navidad de nuestros hijos Ania-

No pude más que sonreír y soltar una lágrima de felicidad, algún día, serán nuestros hijos.

-Bueno, llegó el momento de los regalos más importantes de la noche, el de los novios- decía mi mamá emocionada.

-Yo voy primero, futura esposa, este es mi regalo para ti- me diste una pequeña caja de color gris y un moño rojo

-Gracias mi amor, ¿qué es?- pregunté ansiosa

-Ábrela, te encantará-

Al abrirla me encontré con una llave, la saqué nerviosa de la caja y un poco dudosa, no tenía ni idea de qué significaba

-¿Qué abre esta llave Lalo?-

-Nuestra casa Ania, esa es tu copia de la llave que abre la puerta principal de esa casa que tanto nos gustó, feliz navidad mi amor- me dijiste mientras brillaban tus ojos

-¿Es enserio? Yo... ¿nuestra casa?- no pude más y lloré, todo era perfecto ya, no podía pedirle más a la vida

-¿Te gustó Ania?- me abrazaste

-Si Lalo, pero me temo que tu regalo no se comparará jamás a esto, aunque tendrás que esperar, tu regalo está dividido en dos partes, la primera es esta- te comenté mientras te daba un candado

-¿Yo te doy la llave y tú el candado de la puerta de la casa Ania?- bromeaste

-No bobito, este candado guárdalo muy bien, prometo no tardar mucho con la segunda parte del regalo pero este candado va a guardar la historia más bonita de nuestras vidas, ya verás-


Mi querido profesorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora