-II-

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-"¡Cuando el hombre se mete a estudiar a Dios! Y dice, vamos a estudiar el misterio de Dios, del hijo y del espíritu Santo; ¿tu crees que van a descubrir los secretos de Dios, hermano?, ¿tu crees que el hombre quien da clases en la escuela de teología es el que pueda descubrir los secretos de Dios? ¡No, no hermano! Al contrario mas se trastorna, porque la revelación es para el que el Cristo cree, todas las cosas me fueron entregadas por mi padre, nadie me conoce, nadie conoce al hijo sino al Padre."-.

Ya llevaba alrededor de dos horas escuchando al padre predicar, escuchando a los adultos decir fuertemente cosas como "Aleluya, Gloria a Dios, Amén." Llevaba ya rato muy harta de los niños inquietos dando vueltas de aquí a allá con todo descontrol, a los bebés llorar sin cesár y la horrible música antigua de los coros.

Simplemente estoy cansada, al terminar la predicación el pastor se va en su auto lujoso a disfrutar del fin de semana con su familia, los que se quedan a charlar solo se la pasan criticando a éste y a ésta, que sí se estaban viendo feo, que el otro día vi al hermano tal con la hermana tal afuera de no sé donde; y esto me enferma mucho.

Yo tampoco me salvo de críticas hipócritas; Siempre hay un grupo de chicas que se sientan a criticar como vengo vestida a la iglesia.

-!Hey Candela! ¿Cómo has estado?, hace tanto tiempo que no te veía por aquí, ¿Dónde está tu mamá? ¿Qué tal la escuela?.

Ésta mujer llegó de la nada a hacerme pregunta tras pregunta sin parar un segundo, ¿será que de verdad quería que le respondiera todas y cada una de sus preguntas?.

-Por allá.- Dije y apunte con mi dedo, la señora se dirigió hacia donde mi madre estaba, yo la seguí por detrás con discreción para que no quisiese hablar conmigo mientras llegábamos.

-¡Hermana Christina!- dijo al acercarse. -Dios le bendiga, gracias por venir hoy a la casa de nuestro señor.

-Amén, igualmente-. Le respondió mi madre.

-Las hermanas y yo estamos haciendo una colecta para donar a orfanatos y asilos, ya bien sea esto comida, tiempo o dinero, ¡anímese hermana Christy!, es para los que tienen menos.

-Está bien- Sacó su bolsa y tomo un billete- ¿Éste sirve?.

-Si- Asintió instantáneamente la hermana que siempre estaba involucrada con las cosas de la iglesia.
Al fin, que ese día mi madre invitó a la hermana a cenar; y ahí estábamos, preparando la cena mientras esperábamos que la hermana llegara.

Tocaron al timbre de la puerta y era la hermana junto a su esposo, yo los miraba desde la cocina y Coeur les gruñía desde un lado de la puerta, al parecer no les agradaban.

-Oh, el gato- tomo a Coeur y mientras se devolvía hacia a dentro les dijo "Entren porfavor siéntanse cómodos" y gritó "Candela ven por Coeur", la mala costumbre de mi madre de gritarme cuando estoy cerca.

Mi padre bajó y saludó a los invitados, tuvimos una cena normal hasta que Coeur se acerco y se montó sobre las piernas de la hermana. -Que lindo gato- dijo mientras acariciaba su pelaje, pero Coeur defecó sobre la falda de la hermana, ella entro en pánico e histeria, pasó de ser calmada y adorable a ser un terrible monstruo.

-¡Maldito gato!- Gritaba histérica mientras movía de un lado a otro su falda.
Terminaron por irse antes de tiempo, yo terminé con una sonrisa dura en la cara, toda la noche tras recordarla girar de aquí a allá gritando como loca, me recordaba a mi mamá cuando perseguía a Coeur con las palomas, a Coeur lo dejaron fuera esa noche, aunque a la mañana siguiente terminaba dormido en las patas de mi cama.

Soñé aquella noche, lo recuerdo bien:
Miraba por mi ventana con las persianas entreabiertas y observaba la casa de Paula al frente, al cerrar y abrir las persianas nuevamente ya no miraba la acera de en frente, miraba una enorme planicie verde y al fondo un bosque.

Camine hacia el bosque y por mitad del camino me encontré con una carretera de dos carriles, caminé aún más siguiendo la carretera hasta que a la lejanía aparecía tenuemente una señal de tráfico que daba una flecha en dirección hacia donde el bosque estaba.

De la nada una sombra salio de aquella señal y comenzó a perseguirme tan frenéticamente que mis instintos me incitaban a correr lejos de eso.

Corrí, corrí como nunca lo hice, me adentré en el bosque, no podía distinguir si la sombra continuaba siguiéndome, pero yo corría sin parar, hasta que al pasar a través de un arbusto me tope con una colina que conectaba a una carretera, lo sé porque podía ver el metal de el costado del carril.

Intente escalar por la cuesta, pero fue inútil, la sombra me había tomado por la espalda, me jaló hacia él, caí al suelo y ésta sombra se montó sobre mí sosteniéndome contra el suelo.

Escuche un sonido fuerte de alguien gritando, después un ángel bajó del cielo; era una luz blanca encandescente, se acercaba con gran rapidez desde el cielo hacia a mi, cuando el ángel traspasó a la sobre que me sostenía contra el suelo me desperté tan intranquilamente que Coeur se levantó también.

Era aun de madrugada y yo estaba alterada, tomé una ducha caliente, me relajé y volví a dormir un poco intranquila he de admitir.

CandelaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora