-V-

12 1 1
                                    

Llevaba ya muchos días soñando con la sombra que me perseguía por el bosque, me sentía ya agobiada de despertar por las madrugadas asustada, luchaba contra mi misma y mis impulsos de hacer algo de lo que me pudiera arrepentir.

¿Y sí lo hago, cómo lo haría?.

-Conozco a alguien que vende armas-

¿Y podríamos conseguir una camioneta?.

-Claro que sí, lo que desees-

Algo que las drogue también, lo suficiente para dormirlas un par de horas.

-Hecho.-

Seth y yo pasamos días observando a las chicas y lo que hacían, estaba decidido ya, teníamos una camioneta, una escopeta y todo estaba listo.

Paula, Melissa y Blanca estaban en una fiesta en el bosque, era la casa de un amigo de Paula.

Las chicas bebían en el patio trasero mientras todos estaban en el frente y dentro de la casa bailando y bebiendo alcohol. Entré a la casa por la puerta delantera mientras Seth tenia la camioneta aparcada cerca de la casa y el estaba preparado espiando a las chicas por detrás con la escopeta cargada.

Entré a la casa para asegurarme de que nadie nos vería, desde dentro se les podía ver por la puerta movediza de vidrio que llevaba al jardín trasero, cerré las cortinas, Melissa notó que alguien cerro las cortinas pero no le dio importancia alguna.

Salí por esa misma puerta y las miré. "quien te invitó, rara". Seth salio por detrás de ellas sin que lo notaran.

Cuando Paula tenia el cañón de la escopeta en su espalda se alarmó y se paralizó, Melissa iba a gritar pero Seth le pegó rápidamente en la boca con la culata de la escopeta. "No griten y nadie morirá aquí" les dije.

Paula no decía absolutamente nada, Melissa sangraba por la boca y Blanca lloraba del miedo. Les hice caminar hacia la camioneta, primero subió Blanca, Melissa por atrás y Paula al último, pero Paula intento escapar, Seth hizo que cayera al suelo mientras que yo drogaba a las otras dos el metía a Paula a la camioneta y la drogamos también.

Mi idea principal era torturarlas en la casa de Seth, pero cuando llegamos a su casa vimos patrullas fuera con las luces encendidas, nos asustamos mucho, llegué a pensar que alguien nos había visto y avisó a la policía.

Tuvimos que cambiar de planes, salimos de la ciudad, era ya muy noche, nos quedábamos poco a poco sin combustible y sí queríamos hacer algo era en ese momento o nunca.

Entre Seth y yo atamos a las tres y las lanzamos fuera de la camioneta al lado de la carretera, para ese momento ya estaban despiertas y se retorcian en el suelo.

Senté a las chicas frente a la barandilla del camino y le disparé a Melissa directo el el pecho sin pensarlo un solo momento, Paula y Blanca saltaron ligeramente cuando escucharon el disparo, le quité la venda de los ojos a Blanca y le dije, "sigues tú".

Me miró a los ojos por primera vez y me transmitió tanta pena que primero iría por Paula, pero le dejé mirando.

Retiré la venda de Paula.

"No puedes ir por la vida pavoneandote si tienes la consciencia sucia, has tomado mi infancia, mi vida y mi juventud, me has tratado como basura todos estos años, tienes que pagar por todo".

Estaba por dispararle, pero Seth me detuvo y me dio un contenedor de gasolina, lo tomé y lo vacié entero en la cabeza de Paula.
Saque un cigarrillo y lo encendí, lo fumé mientras Paula me gritaba por detrás de el pedazo de tela que tenia el la boca.

La escuchaba maldecirme hasta el ultimo momento, me exclamaba por su vida en silencio.

Sin decir nada más le arrojé el cigarrillo directo a su cara y ella se prendió en llamas, se retorcía en el suelo gritando de una manera que te helaba la piel, tomó todas sus fuerzas para ponerse en pie, cuando lo logró la empuje fuera de la carretera hacia el bosque, caía en llamas mientras gritaba de dolor y moría lentamente.

Mire a Blanca, ella lloraba de terror, me temía, temía por su vida, me acerque a ella y al estar suficientemente cerca podría escuchar su miedo, era la adrenalina corriendo por sus venas a mil por hora.

Le di un beso el la frente, le quité la venda y ella estaba confundida.
"Te juzgué injustamente. Esta no es tu condena".
Le desaté y la dejamos libre en ese lugar junto al cadáver de Melissa y las llamas de Paula.

"Lo hice" le dije a Seth, y en mi cuerpo recorrían mil escalofríos, no sentía ninguna parte de mi cuerpo y caí dormida mientras lloraba por dentro.

Desperté en mi cama con la mañana tendida sobre mí, la luna resplandeciente iluminaba mi habitación por mi espalda, Seth estaba sentado en un sillón al costado de mi cama.
Me sentía bien hasta que recordé lo anterior y mis nervios volvieron, -¿Qué sucede Candy?- me decía Seth.

Necesito un cigarrillo.

Fumé para calmarme pero no podía, no paraba de llorar. Eso era lo que yo quería. Quería que murieran ¿pero porqué lloraba? Seth me abrasaba mientras lloraba y me decía "Eres fuerte, que nadie te diga lo contrario, eres valiente como nadie y quien te rete caerá derrotado, ya todo pasó, eres libre al fin".

Sus dulces palabras abrieron mi corazón y era cierto, estaba bien ahora, no tenia ya mas miedos, todo había quedado en el pasado.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jun 26, 2016 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

CandelaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora